Kim Kardashian se encuentra en la lista de las celebridades más camaleónicas de todo el mundo. Cada aparición pública da de qué hablar por su peinado, su silueta, sus outfits y hasta por sus nuevos proyectos personales y laborales. En pocas palabras, ella vive en continuo cambio.
Su más reciente salida no fue la excepción y, mientras el mundo volcaba su atención en la dramática aparición de su exesposo Kanye West y Bianca Censori en la entrega de los Grammy, Kim presumía un nuevo look al lado de su hijo Saint, con quien se fue a disfrutar de una encantadora noche de cine en Los Ángeles.
Sabemos que actualmente en las carteleras mundiales existen muchos filmes que merecen la pena y por tal motivo madre e hijo decidieron escapar del bullicio alrededor de la ceremonia más importante de la industria musical para pasar un buen rato. Además de sorprendernos lo grande que está Saint —quien el pasado diciembre alcanzó los 9 años— algo que no pasó desapercibido fue el nuevo look de la más popular del clan Kardashian-Jenner, quien hizo una modificación radical con su icónica cabellera.
Kim Kardashian cambia de look y ahora sí no es peluca
La creatividad intrínseca de Kim Kardashian la ha hecho explorar en distintas facetas de su vida, desde la empresarial hasta en su arreglo personal. Sobre lo referente a su apariencia, la fundadora de Skims no ha dejado de sorprender desde que la conocemos, pues la hemos visto con su tradicional melena larga y de color negro natural, pero también ha presumido trabajos de color y distintos cortes, aunque muchas veces se ha tratado de pelucas, el accesorio ideal para alguien con su ingenio, pues le permite jugar con su estilo.
Sin embargo, a veces los cambios deben ser reales y todo parece indicar que este 2025 es un año de transformación para la estrella de reality, quien ha decidido deshacerse de aproximadamente 20 centímetros de su icónica cabellera para lograr el Bob cut perfecto, una tendencia que arrasó durante el año pasado y que incluso lo vimos en ella, aunque en esta ocasión sí se trata de su melena y no de un truco.
La también modelo no solo se lució en esta salida con su nueva apariencia, sino que también lo hizo con la moda, pues, como es costumbre, llevó su outfit a otro nivel. En contraste con la actual pareja de su exmarido, quien acudió a la alfombra roja de los Grammy con un escandaloso vestido totalmente transparente, Kim eligió un conjunto polar que nos encantó.
Se trató de un atuendo monocromático en tonos blancos que inició con un body básico y ajustado, el cual llevó fajado en unos amplísimos pantalones de buena estructura. Encima de todo este atuendo, el abrigo lo fue todo, pues esta pieza se volvió protagonista. Se trató de una chamarra de piel con afelpado interno, oversize y de cortes muy minimalistas que nos recordó un poco a la decoración que luce en su casa del condado de Calabazas.
Por otra parte, el pequeño Saint también dio de qué hablar por su look, ya que al igual que su mamá, le gusta experimentar y en su apariencia destacaron sus luces rubias en su cabellera rizada. Un atuendo total black fue su elección para esta noche y lo que más llamó nuestra atención fueron sus Nike Air Jordan 1 diseñadas por Travis Scott, una de las siluetas más buscadas por los sneakerheads.