El verano por fin llegó y todas queremos presumir una piel bronceada y súper glowy. El secreto para darle este efecto a tu piel está en exfoliarla de vez en cuando y por supuesto que hidratarla de la manera apropiada. Esto significa tener una mini rutina de skincare para la piel de todo tu cuerpo.
Aunque procuramos siempre la piel de nuestro rostro, no debemos dejar de lado el cuidado del resto de nuestro cuerpo. La función de un exfoliante es limpiar a profundidad para mantenerla sana y libre de imperfecciones, así como eliminar las células muertas, lo que ayuda a conseguir un bronceado más uniforme y duradero. ¿Cómo funciona? Consiste en realizar un suave masaje en todo el cuerpo con un producto elaborado con pequeñas partículas que, gentilmente, van limpiando a profundidad.
Beneficios de la exfoliación corporal
Más allá de la apariencia luminosa y la eliminación de células muertas, la exfoliación también previene los vellos enterrados y evita que se concentre la suciedad y aparezcan impurezas o se acumulen los aceites segregados por la piel. La acumulación de suciedad y grasa muchas veces puede provocar acné, por lo que limpiar a profundidad evitará que esto suceda.
A la par, incluir un exfoliante en tu rutina de cuidado corporal ayuda a tratar afecciones de la piel como la celulitis y las estrías. Previene la aparición de las mismas y suaviza la apariencia de las que ya existen. Por lo general, estos productos están hechos con ingredientes como café, arcillas, azúcar y aceites que aseguran una apariencia luminosa en la piel.
Cómo exfoliar
El proceso de exfoliación es un paso muy sencillo de incluir en tu rutina y basta con aplicarlo una vez a la semana. A la hora de bañarte, y después de tu jabón corporal, frota en zonas como las piernas, glúteos, brazos y abdomen con el producto exfoliente, enjuaga, y verás como en cuestión de un par de semanas tendrás la piel más tersa y lisa.
No olvides aplicar un hidratante posterior a tu ducha para asegurar que tu piel esté bien hidratada y retenga toda la humedad. Puedes complementar tu rutina con un cepillado en seco para fomentar la buena circulación y evitar que se genere celulitis antes de entrar a la ducha.
Existen muchas recetas para hacer tu propio exfoliante en casa, sin embargo, si quieres apostar por alguna de las ofertas que hay en el mercado, ya hay opciones que además de exfoliar incluyen tratamientos según lo que busques o quieras tratar, ya sea que busques un producto a base de aceite para una mayor hidratación o con base ligera en gel si tu piel tiende a ser grasa. Sea lo que sea que decidas, procura que tenga ingredientes naturales y no abusar de su uso para evitar irritar tu piel.