¿Existe un mejor entrenamiento que viajar por diferentes continentes ofreciendo un total de 152 conciertos? Aunque esto pueda parecer como una tarea imposible, la realidad es que Taylor Swift nos ha demostrado que no hay límites cuando haces lo que más te apasiona. En su caso, esto se traduce en la música y en poder mover las emociones de su club de fans que esperan siempre lo mejor de ella en el escenario. No por nada, “The Eras Tour” se ha convertido en la gira más taquillera de la historia con números musicales espectaculares y looks envidiables que nunca podremos olvidar.
Ir de gira no es una tarea sencilla. El jetlag, los pocos horarios para comer, el desgaste físico que requiere un concierto y los cambios de clima son solo algunos factores que pueden alterar el organismo de cualquier artista. Muchos cantantes han reconocido tener problemas musculares, de articulaciones o efectos secundarios del estrés tras una serie de conciertos o una gira internacional. Ahora pensemos que estamos hablando de la gira más impactante en la historia. Por eso, es de esperar que Taylor Swift tenga una rutina específica para preparar su cuerpo para impresionar a su público.
Lo que hay detrás de “The Eras Tour”
Estar lista para dar una gira del nivel que Taylor Swift implica una preparación física para conseguir que cada parte de nuestro cuerpo esté preparada para dar lo mejor en cada noche. Por eso, el entrenador de la intérprete, Kirk Myers, confiesa llevar varios años trabajando de la mano de la cantante para conseguir un cuerpo listo para lo que sea. Myers reside en la ciudad de Nueva York, donde abrió un gimnasio llamado Dogpound Gym, en donde se ha dedicado a entrenar a grandes personalidades de la industria.
La parte más importante del entrenamiento sucede entre conciertos, cuando Taylor está mucho más libre para enfocarse en el ejercicio. Es en esas temporadas donde la cantante puede llegar a ejercitarse hasta por dos horas, enfocándose especialmente en la fuerza y la resistencia. Además, el enfoque principal de Kirk es el tronco pues, al utilizar el diafragma para cantar, es entendible que esta zona deba estar especialmente fortalecida. Otro de los aspectos que Taylor y su entrenador intentan abarcar es la recuperación muscular. Imagina cantar durante dos o tres horas en un show tan demandante. Sin duda eso vale por cuatro entrenamientos. Es por eso que la recuperación post concierto es igual de importante. Cuando la joven cantante está en fechas de conciertos, disminuye los días de entrenamiento a dos por semana pero nunca se detiene.
Es importante recordar que estar en forma requiere un 80% de alimentación y 20% de ejercicio por lo que no es sorpresa que Taylor Swift deba mantener una dieta rigurosa entre sus conciertos para poder mantenerse en forma y con energía. Swift evita a toda costa los alimentos procesados y prefiere inclinarse por ingredientes frescos como frutas, verduras y semillas. Además, complementa su alimentación con suplementos como el magnesio.