Parece que cuando hablamos de entrenamientos eficientes, pensamos en cardio y pilates , pero ¿qué sucede con el entrenamiento de pesas? ¿Por qué nos da miedo? ¿Acaso se nos olvida la importancia que este tiene para la salud?
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Hacer entrenamiento con pesas, no significa que te vayas a volver un competidor profesional de crossfit o fisicoculturista, ¡claro que no! Tampoco significa que tengas que cargar pesas de una tonelada en cada brazo. Simplemente, incluirlas de manera híbrida en tu rutina de ejercicio puede traer más beneficios de lo que imaginas.
Beneficios del entrenamiento con pesas
Para empezar, entrenar con pesas ayuda a mejorar la densidad ósea. ¿Qué quiere decir esto? Que este tipo de entrenamiento fortalece los huesos y los hace menos propensos a romperse o fracturarse.
Por otro lado, incluir peso en tu entrenamiento ayuda a balancear tu salud hormonal y no, no solamente se trata del incremento en la testosterona, sino que también regula el estrógeno y las hormonas del estrés. Encima de esto, también ayuda a controlar las hormonas relacionadas con el hambre y el uso de energía.
Aumenta la masa muscular y fomenta la quema de grasa, por lo que es ideal si quieres una figura tonificada. A largo plazo, trae beneficios como evitar la sarcopenia en adultos mayores, esto significa que evita la pérdida de masa muscular y por el contrario fortalece el tronco y las extremidades para asegurar el buen funcionamiento del cuerpo.
Notas para principiantes
Puedes empezar trabajando de la mano de un entrenador que te dé confianza y con mancuernas de peso bajo o medio. Idealmente, se trata de un peso con el que puedas hacer alrededor de 15 repeticiones, y a medida que vayas aumentando tu nivel de fuerza, ir aumentando el peso de manera gradual.
Tener una buena postura es clave a la hora de hacer este tipo de ejercicios. Es por eso que te recomendamos comenzar de la mano de un experto, para que él pueda corregirte. De esta manera, tendrás una mejor técnica y a a la vez evitarás lesiones.
Recuerda que el descanso muscular es clave, por lo que no es necesario cargar peso diariamente. Recuerda trabajar los diferentes grupos musculares por día (si es que así te acomoda). Es básico calentar con estiramientos antes de empezar y hacer ejercicios de flexibilidad antes de cerrar.