En la temporada de frío, nuestros labios son frecuentemente víctimas de la resequedad, llegando a sentirse incómodos y, en ocasiones, dolorosos. Sin embargo, con algunos pasos sencillos y cuidados constantes, puedes mantener tus labios suaves y saludables durante todo el invierno.
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El primer y más importante paso es mantenerse hidratado. Beber suficiente agua es esencial para la salud general de la piel, incluyendo los labios. En invierno, tendemos a beber menos agua, lo que contribuye a la resequedad. Así que, recuerda beber agua regularmente, los expertos recomiendan alrededor de 2,7 litros diarios.
Exfoliación suave
Exfoliar los labios una vez a la semana ayuda a eliminar las células muertas y favorece la regeneración de la piel. Puedes usar un exfoliante labial suave o hacer uno en casa mezclando un poco de azúcar con aceite de oliva. Guárdalo en un pequeño contenedor y ¡voilà!
Aplica bálsamo labial con regularidad, especialmente antes de salir al frío. Busca bálsamos que contengan ingredientes como manteca de karité, aceite de coco o vitamina E, que son excelentes para nutrir y proteger la piel delicada de los labios.
Protección solar
Aunque estemos en invierno, los rayos UV siguen siendo una amenaza para la piel. Utiliza productos para labios que contengan SPF para protegerlos del sol, incluso en los días más nublados.
Evitar lamerse los labios
Aunque pueda parecer un alivio momentáneo, lamerse los labios en realidad los reseca más. La saliva evapora rápidamente y se lleva consigo la humedad natural de los labios.
El aire seco del invierno puede extraer la humedad de la piel. Usar un humidificador en tu hogar puede ayudar a mantener un nivel adecuado de humedad en el aire, beneficiando no solo a tus labios sino a toda tu piel.
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