A diferencia de las exposiciones prolongadas al sol o el uso de camas de bronceado, el autobronceador es una opción segura y efectiva para lucir un tono dorado sin exponer tu piel a los dañinos rayos UV. Sin embargo, aplicarlo correctamente es clave para obtener resultados naturales y uniformes.
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Sigue estos cinco pasos para asegurarte de lucir un bronceado envidiable sin los riesgos del sol.
1. Exfoliación
Antes de aplicar cualquier autobronceador, es fundamental preparar tu piel adecuadamente. Realiza una exfoliación suave en la ducha para eliminar las células muertas y cualquier residuo de productos anteriores. Esto ayudará a lograr una superficie lisa, evitando que el autobronceador se acumule en áreas rugosas o secas.
2. Toma un baño
Después de exfoliar, enjuaga tu cuerpo con agua tibia y sécalo suavemente con una toalla. Asegúrate de que no queden restos de jabón o lociones en tu piel, ya que podrían afectar la absorción y la aplicación del producto.
3. Aplícalo de abajo hacia arriba
Para lograr una aplicación uniforme del autobronceador, comienza por los pies y las piernas, subiendo hacia el abdomen, el pecho, los brazos, el cuello y finalmente el rostro. Utiliza movimientos suaves y circulares para asegurarte de cubrir todas las áreas. Recuerda que menos es más, así que aplica el producto en capas delgadas para evitar un tono excesivamente oscuro.
4. Cuida tus manos
Después de aplicar el autobronceador en cada área, lava tus manos con agua y jabón para eliminar cualquier exceso de producto. Presta especial atención a las palmas, los dedos y las uñas, ya que tienden a absorber más color y podrían terminar con un tono poco natural si no se lavan adecuadamente.
5. Déjalo secar
Deja que seque: Una vez que hayas aplicado el autobronceador en todo tu cuerpo, rostro y hayas lavado tus manos, evita vestirte o tocar cualquier superficie durante al menos 10-15 minutos. Esto permitirá que el producto se absorba correctamente y evitará manchas o transferencias de color no deseadas.