Si bien se dice que la belleza cuesta, esta es una aseveración con la que no estamos de acuerdo. Afortunadamente, cada vez son más recurrentes los beauty trends encaminados a resaltar el atractivo natural y el body positive de cada persona. El make up no make up es una de ellos.
Pero, ¿por qué nos maquillamos? la respuesta es simple, el maquillaje nos brinda una sensación de seguridad. Si bien puede servirnos como auxiliar para corregir detalles con los que no nos sentimos felices, como ojeras, granos o manchas; también suele convertirse en nuestro aliado para enfatizar las zonas de nuestro rostro que más nos gustan.
Al ser una práctica tan recurrente, es común que en más de una ocasión hayamos quedado prendadas del color del labial de alguna amiga o del efecto voluminizador del rimel en su neceser, cayendo en la tentación de pedírselos prestados. Sin embargo, lo que aparenta ser una inocente solicitud puede poner en riesgo tu salud.
Aquí te contamos por qué es importante que no compartas tus productos de belleza para que evites, en la medida de lo posible, contraer algún tipo de infección en la piel y las zonas más sensibles de tu rostro.
Gérmenes, bacterias e incluso virus se encuentran en estos productos de belleza, y se convierten en los vehículos perfectos para propagarse; en especial, los labiales, la máscara para pestañas y los utensilios que usas para su aplicación, es decir, las brochas y esponjas. Por esta razón se recomienda que su uso sea tan personal como el que le damos a nuestro desodorante o cepillo de dientes.
El uso personal de tu maquillaje te ayudará a evitar afecciones en la piel
- Una de las formas más recurrentes de contraer conjuntivitis es al compartir el rímel, las sombras o el delineador. La zona de los ojos es sumamente sensible y constantemente está expuesta a bacterias. Usar la máscara para pestañas de una persona con conjuntivitis te provocará la inflamación en la membrana que recubre el párpado y el globo ocular visibilizando pequeñas venas rojas inflamadas que le dan un aspecto rojizo a todo el ojo.
- Labiales, gloss o bálsamos son los productos más compartidos y también los más peligrosos, pues a través de ellos se contagia el herpes labial. Una afección que persiste durante toda la vida en las personas que la padecen. Aunque puede tener periodos de inactividad, cuando se hace presente provoca llagas en la boca y en la zona que la rodea causando ardor, dolor e incluso dejar cicatrices.
- Las brochas y esponjas entran en contacto con nuestra piel y con el maquillaje, así que no hay una forma “segura” de que puedan compartirse estos productos en los que se alojan muchas bacterias. El impétigo es una infección que provoca heridas o llasgas en la piel y se suscita luego de que las bacterias entran en contacto con alguna herida abierta, es decir alguna lesión superficial como un rasguño o incluso una picadura de insecto.
- Cremas en frasco, cuando usas la mano para tomar el producto dejas en el frasco gran cantidad de bacterias, lo mismo pasa con otras personas. En este caso, lo recomendable es tomar medidas preventivas tan sencillas como lavarse las manos antes de manipular los contenidos.
- En el caso de los desodorantes, en su presentación de barra o roll on son un artículo de uso íntimo, pues al compartirlos te expones a bacterias y sudor que pueden ocasionar infecciones o al menos alterar nuestro pH.