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Uno de los objetivos recurrentes en los planes de todos, es mejorar nuestros hábitos alimenticios y aunque de principio esta no parece ser una tarea fácil, la clave está en encontrar alimentos que aporten beneficios a nuestra salud, como sucede con la chía. Su peculiar nombre es de origen maya y significa “fuerza”, por lo que no es de extrañar que esta semilla que se obtiene de la salvia hispánica de origen mexicano y guatemalteco formara parte importante en la dieta de las civilizaciones prehispánicas hace más de 3 mil 500 años, junto al maíz, el frijol, el amaranto y la chaya.La hoy famosa semilla, ha recuperado su popularidad convirtiéndose en una de las favoritas de los nutriólogos como auxiliar en los problemas digestivos, pues esta representa una buena fuente de fibra que en nuestro organismo promueve una mejor salud intestinal, además de proveer una sensación de saciedad por mayor tiempo, contribuyendo a la disminución del hambre. Además, al tratarse de una fibra viscosa con Omega 3, nos ayuda en el control de los niveles de colesterol, evitando la Hipercolesterolemia, un padecimiento que afecta a más de 30 millones de personas en el mundo. Entre sus componentes encontramos diferentes nutrimentos, vitaminas del complejo B y minerales como el calcio, el magnesio, el hierro y antioxidantes que ayudan a retardar el envejecimiento prematuro de la piel, disminuir enfermedades cardiacas e incluso contribuir en la prevención del cáncer, por su acción protectora contra los radicales libres. Por si esto fuera poco, la chía es el alimento ideal para personas con diabetes o con una condición celíaca, pues previene los picos de azúcar en la sangre y además, es totalmente libre de glúten. Es un alimento rico en triptófano, un aminoácido relacionado con la producción de la serotonina, la llamada hormona de la felicidad, que influye en el estado de ánimo y la regulación del sueño.Aunque su consumo, como un añadido al agua es una de las formas de consumo que más se ha estandarizado. Esta no es la única manera de incluirla como parte de tu dieta. Solo basta con ponerse un poco más creativo para descubrir que, por su versatilidad, puede convertirse en la protagonista de tus platillos o en la cómplice de tus postres favoritos.
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Uno de los objetivos recurrentes en los planes de todos, es mejorar nuestros hábitos alimenticios y aunque de principio esta no parece ser una tarea fácil, la clave está en encontrar alimentos que aporten beneficios a nuestra salud, como sucede con la chía.
Su peculiar nombre es de origen maya y significa fuerza , por lo que no es de extrañar que esta semilla que se obtiene de la salvia hispánica de origen mexicano y guatemalteco formara parte importante en la dieta de las civilizaciones prehispánicas hace más de 3 mil 500 años, junto al maíz, el frijol, el amaranto y la chaya.
La hoy famosa semilla, ha recuperado su popularidad convirtiéndose en una de las favoritas de los nutriólogos como auxiliar en los problemas digestivos, pues esta representa una buena fuente de fibra que en nuestro organismo promueve una mejor salud intestinal, además de proveer una sensación de saciedad por mayor tiempo, contribuyendo a la disminución del hambre.
Además, al tratarse de una fibra viscosa con Omega 3, nos ayuda en el control de los niveles de colesterol, evitando la hipercolesterolemia, un padecimiento que afecta a más de 30 millones de personas en el mundo.
Descubre todo sobre el poder de la chía
Entre sus componentes encontramos diferentes nutrimentos, vitaminas del complejo B, minerales como el calcio, el magnesio, el hierro y antioxidantes que ayudan a retardar el envejecimiento prematuro de la piel, disminuir enfermedades cardiacas e incluso contribuir en la prevención del cáncer, por su acción protectora contra los radicales libres.
Por si esto fuera poco, la chía es el alimento ideal para personas con diabetes o con una condición celíaca, pues previene los picos de azúcar en la sangre y además, es totalmente libre de glúten. Es un alimento rico en triptófano, un aminoácido relacionado con la producción de la serotonina, la llamada hormona de la felicidad, que influye en el estado de ánimo y la regulación del sueño.
Aunque su consumo, como un añadido al agua es una de las formas de consumo que más se ha estandarizado, ésta no es la única manera de incluirla como parte de tu dieta. Solo basta con ponerse un poco más creativo para descubrir que, por su versatilidad, puede convertirse en la protagonista de tus platillos o en la cómplice de tus postres favoritos.
Sopas, jugos, smoothies, licuados, ensaladas, yogurts e incluso hot-cakes pueden incluir a la chía entre sus ingredientes ya sea en su forma natural como semilla o en polvo, como suele conseguirse también en supermercados y tiendas naturistas.