En los últimos años se ha popularizado el uso del ácido hialurónico en tratamientos estéticos, con el fin de prevenir y disminuir el envejecimiento de la piel y las líneas de expresión. Su origen es relativamente nuevo, se lanzó en Europa en 1996, pero fue aprobado por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) hasta el 2003.
“En los años 80 se utilizaba colágeno de origen bovino”, comenta la Dra. Paulina Gay, en este breve recorrido por la historia de esta famosa sustancia.
“Posteriormente se usó colágeno humano, pero era un procedimiento muy caro y poco demandado por los pacientes”, declaración que no es de extrañar, pues la simple mención logra ponernos los pelos de punta.
Afortunadamente y gracias al avance científico, se descubrió que el ácido hialurónico podía producirse por biotecnología, por medio de un proceso de biofermentación que utiliza bacterias lácticas.
¡Eureka! un momento totalmente innovador para la industria, que además lo hace más seguro por su efecto de degradación natural en el cuerpo a diferencia de lo que sucedía con los polímeros que alcanzaron tanto auge en la medicina estética de las décadas pasadas.
Es ahora cuando no está de más expresar nuestro eterno agradecimiento y admiración a quienes, a través de un procedimiento relativamente sencillo, (pero que debe ser realizado por manos expertas) nos regalan la oportunidad de lograr este efecto de rejuvenecimiento facial.
Así que llegó el momento de tomar nota, pues en entrevista para ¡HOLA! Américas, la doctora Paulian Gay, de la clínica BioAgnes nos explica todo lo que debes saber antes de apostarle al ácido hialurónico.
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¿Qué es el ácido hialurónico?
Es un glucosaminoglucano que poseemos todos los seres humanos en nuestro cuerpo -piel, humor vitrio (en el ojo) y cordón umbilical- y que cumple una función estructural. Un adulto con un peso de 70 kg. aproximadamente posee 15g de ácido hialurónico en todo el cuerpo. En la piel está involucrado en la síntesis del colágeno y la elastina, que le proporcionan su firmeza.
¿Se puede aumentar la presencia de este elemento, a través de algún alimento?
No hay evidencia de que la ingesta de ciertos alimentos estimule la síntesis de ácido hialurónico en el cuerpo humano. Sin embargo, vale la pena comentar que una alimentación balanceada y buenos hábitos pueden evitar su degradación por el estrés oxidativo del día a día ocasionado por malas dietas, sol, estrés y contaminación .
¿A qué edad se recomienda iniciar el procedimiento?
La edad recomendada no está establecida, pero a partir de los 30 los ligamentos de la cara comienzan su proceso natural de envejecimiento perdiendo la firmeza de la piel, por lo que podemos empezar con dosis preventivas que tienen un efecto de 8 a 12 meses. Si se deja de aplicar, la piel recuperará el proceso de envejecimiento que ya había comenzado.
¿Cómo se realiza la aplicación?
Después de elaborar la historia clínica para saber si es candidato al tratamiento, se tienen que abordar las expectativas que tiene el paciente. Estas deben ser reales y cercanas a los resultados que pueden ofrecerse para no dar falsas esperanzas. Para la aplicación, siempre debe verificarse junto al paciente que el paquete con la jeringa esté sellado y se revisa el etiquetado y la fecha de caducidad. El ácido hialurónico se deposita por una cánula de punta redonda que entra a través de la aguja, así no se corre el riesgo de romper los tejidos de bajo de la piel.
¡Toma nota!
¿Existen efectos secundarios?
Durante los primeros días posteriores puede presentarse enrojecimiento o aumento de volumen en la zona tratada o bien, la sensación de tener la piel adormecida, pues algunos rellenos continen lidocaína como anestésico para hacer la inyección menos dolorosa. A largo plazo si la aplicación no es cuidadosa puede generar infecciones o nódulos (bolitas) que aparecen cuando la inyección se aplica de forma muy superficial.
¿Puede aplicarse durante el embarazo o la lactancia?
No está descrito porque no es ético realizar estudios en embarazadas. Sin embargo, siempre debe explicarse al paciente que el tratamiento no es urgente y debe darse prioridad a la seguridad de su bebé.
¿Es real la promesa de rejuvenecimiento de las cremas que contienen esta sustancia?
Estos productos ayudan mucho, pues la molécula atrae agua, por lo tanto favorece la hidratación de la piel, pero el tamaño de las moléculas inyectables es mucho mayor. En ningún punto las cremas que aplicamos de manera superficial van a lograr penetrar con un efecto de relleno, que es propio de este procedimiento estético.
¿Ácido hialurónico o botox?
La clave está en qué efecto esperas. Si buscas atenuar o disminuir arrugas la toxina butolínica es lo ideal, pues evita el movimiento muscular previniendo que las arrugas dinámicas del tercio superior de la cara se acentúen. Pero, hay que tener en cuenta que cantidades exageradas pueden paralizar el músculo y hacer que perdamos la expresión facial. El ácido hialurónico, por su parte, tiene un efecto de aumento del volumen, elasticidad y firmeza de la piel confiriéndole una expresión más relajada. Y sobre todo, hay que recordar que el éxito del tratamiento depende en gran medida de acudir siempre con un profesional en el tema.