La progresiva subida de temperaturas hace que sudemos más y que la piel o el cabello también se engrasen, estando más expuestos a reacciones, agresiones y brotes de acné, haciendo que sintamos nuestra piel irritada y enrojecida, sobre todo en quienes sufren patologías como rosácea o dermatitis atópica y sean mucho más visibles.
Hidrátate
La hidratación se convierte en nuestro gran imprescindible, productos ecológicos y con un alto porcentaje de agua termal para el día y la noche te harán recuperar el confort y la elasticidad en tu piel. No olvides hidratar tu cutis después de una ducha para evitar la sensación de quemazón.
Vitamina solar
El sol es fuente de vida y alegría ya que estimula la serotonina, la hormona de la felicidad, tan necesaria para luchar contra la astenia, esa tristeza emocional que nos suele acompañar en la primavera y el otoño. Los expertos recomiendan exponerte diariamente entre 10 a 15 minutos al sol acompañándolo de un protector solar de factor alto.
Exfolia tu piel
Exfoliar la piel no más de una vez por semana es otro gran aliado: elimina las células muertas, los restos de alergénicos y polución. Es recomendable saber elegir uno adecuado para tu tipo de piel y junto con tu tónico ayudarán que penetren mejor tus seruns y cremas, en especial si lo reservas para acompañarlo con una mascarilla previa a tu rutina de belleza nocturna. Estos consejos se convertirá en tu “Must Beauty” favorito.