Un look
¿Qué harías si te decimos que hidratar y humectar no es lo mismo? Aunque podrían sonar como sinónimos, son palabras totalmente diferentes y que harán la diferencia en tu rutina de belleza... o incluso podrían ser el error que estarías cometiendo y que te impide lograr un cutis suave, radiante y saludable.
Un look
¿Qué harías si te decimos que hidratar y humectar no es lo mismo? Aunque podrían sonar como sinónimos, son palabras totalmente diferentes y que harán la diferencia en tu rutina de belleza... o incluso podrían ser el error que estarías cometiendo y que te impide lograr un cutis suave, radiante y saludable.
Otra pose
El agua, un elemento vital para todo tipo de pieles
No importa si tienes piel seca, con tendencia al acné, normal o sensible... el agua te ayudará a combatir la deshidratación, e incluso los signos de la edad, sin embargo nunca hace mal una ayudadita, por lo que entender los productos de estas diferentes ramas puede ayudar a mejorar la apariencia del cutis.
Una piel luminosa
Uno da más, otro la sella
Los hidratantes aportan más agua a las células, actuando a fondo, algo ideal para quienes tienen piel deshidratada. Los humectantes actúan como selladores, evitando que el agua se evapore y siendo una barrera que protege a la piel de los factores externos (como el clima, los radicales libres, la contaminación y demás), que ayuda a quienes tienen piel seca.
Una piel perfecta
Los hidratantes suelen tener ingredientes como el ácido hialurónico, mientras que los humectantes se componen por vitaminas B, C y E.
"Los hidratantes tienen ingredientes como glicerina o ácido hialurónico que absorben el agua de la atmósfera a tu piel y lo mantienen en su lugar. Los humectantes tienen ingredientes basados en aceites, incluyendo agentes oclusivos como petrolato, aceite mineral, o emolientes. Trabajan creando un sello en la superficie de la piel que previene que el agua se escape. También hacen que la piel se sienta más suave y menos seca", contó Perry Romanowski, químico cosmiatra, a Healthline.
Un look
Entonces... ¿qué es lo mejor para mí?
Lo más recomendado por los expertos es unir las fuerzas de estos productos para mejorar la producción de agua y sellarla, logrando así un aspecto saludable y radiante. Lo primero que se debe de hacer es aplicar un hidratante, para luego seguir con el humectante, pero si quieres ser más específico, entonces enfócate en tus necesidades.
Si tu piel luce delgada, apagada, con arrugas o flacidez, lo más probable es que sea deshidratación y lo que necesitas es un hidratante.
Si sientes que tu rostro es áspero y cuarteaduras, o incluso sufres de enrojecimiento o picor, tienes piel seca y lo mejor para ti es un humectante.
Una modelo
Aunque algunos profesionales afirman que la textura no importa, otros más sugieren que quienes necesitan un hidratante opten por los sueros, mientras que las cremas 'pesadas' son ideales para humectar.
"Para quienes tienen piel seca, los agentes oclusivos son lo mejor. Algo como el petrolato o la manteca de karité", comentó el experto quien agregó que mientras los aceites basados en plantas son buenos para este tipo de padecimiento, el ácido hialurónico, aloe vera o la miel son una buena solución a la piel deshidratada.
Lo cierto es que no solo debes consultar con tu dermatólogo de cabecera para que te dé la rutina ideal para tu piel, sino que también debes ayudarla tomando agua y comidas ricas en este elemento como la sandía, fresas o pepino.