¿Has notado que el ser humano es el único mamífero que en la edad adulta consume leche y aún más, proveniente de otro animal? Algunos expertos desestiman que este alimento sea realmente saludable e imprescindible a partir de determinada edad, así como algunas personas no pueden consumir leche por intolerancia a la lactosa, que es el azúcar que hay en las leches de origen animal.
Sea cual sea tu caso, la buena noticia es que existen otros tipos de leche que proporcionan nutrientes de calidad, con sabores diversos, provenientes del reino vegetal, para que elijas sabiamente como configurar una dieta saludable adaptada a ti.
Leche de vaca
La doctora Sarah Mirkin, dietista registrada y experta en nutrición, afirmó para Poosh que es una “excelente fuente de calcio, potasio, vitamina B12, fósforo, riboflavina, niacina y vitamina D. Un vaso de leche también proporciona ocho gramos de proteína de alta calidad, lo que equivale a una onza de carne. Los nutrientes en la leche son importantes para desarrollar huesos sanos y fuertes".
Sin embargo, hoy en día hay estudios que demuestran que es un mito que el calcio se absorba mejor a partir de la leche. Este importante nutriente se puede obtener mejor de otras fuentes no animales como son algas, hortalizas, verduras de hoja verde, frutos secos, semillas oleaginosas, cereales integrales y legumbres.
Leche de cabra
La leche de cabra es la que más se parece a la leche materna humana y entre los productos lácteos es el que tiene mayor grado de digestibilidad por su composición rica en fosfatos y a su pH. Otros beneficios de su consumo es que produce menor índice de alergias y contiene propiedades antioxidantes, antimicrobianas y antialérgicas, además cada litro de leche de cabra aporta alrededor de 32 gramos de proteínas. Es una excelente fuente de calcio y vitamina D.
Leche de oveja
Otra alternativa animal de la leche de vaca es la de oveja, que es mucho más digestiva que la leche de vaca por su alto contenido en triglicéridos, posee un 80% más de calcio que la leche de vaca y cabra y también contiene el doble de grasa, aunque más baja en ácidos grasos saturados. De hecho tiene menos colesterol que el resto de las leches. Tiene un alto contenido en vitamina A, C, E, hierro, B y K.
Leche de almendras
Según Mirkin “la leche de almendras sin azúcar es una buena opción para alguien que intenta reducir las calorías. Tiene una pequeña cantidad de grasa antiinflamatoria que es saludable para el corazón y tener una piel y uñas sanas así como un cabello brillante. Sin embargo, carece de proteínas y a menudo contiene ácido fítico, lo que dificulta que el cuerpo absorba calcio, hierro y zinc".
Pero la leche de almendras tiene un doble beneficio: no posee gluten ni lactosa. Dos componentes a los que mucha gente que busca alternativas a la leche de vaca es alérgica.
Leche de soja
Esta es una excelente alternativa siempre y cuando no se sufra de síndrome del intestino irritable o SIBO pues no es tolerable para este tipo de personas. De acuerdo con la experta en nutrición, “la leche de soja es una buena fuente de proteínas y calcio de alta calidad. Tiene aproximadamente la misma proteína que la leche láctea sin las calorías y los carbohidratos”.
Leche de proteína de guisante
Sí, del guisante también se extrae leche y es una excelente fuente de proteína pura. Este producto es el más novedoso en el mercado y según un estudio llevado a cabo por la cadena de supermercados Whole Foods, entre sus beneficios cuenta el doble aporte de calcio en relación a la leche de vaca, la mitad de azúcar y un tercio de grasas saturadas de la leche de origen animal, pero con la misma cantidad de proteínas.
Leche de coco
Aunque pueda ser popular por ser un fruto delicioso, la verdad es que son pocos los beneficios de esta leche, pues es casi 100% grasa y no tiene proteínas, de hecho, Mirkin recomienda limitar su ingesta, afirmando que “está bien solo para quienes buscan reducir los carbohidratos. Pasa algo similar con la leche de avena, para la dietista tiene “altos carbohidratos y es muy baja en proteínas”.
Leche de arroz
Es una de las más ligeras que hay, no contiene colesterol es ideal para los intolerantes a la lactosa porque es muy digestiva. Además, es muy baja en grasas, proteínas y rica en azúcares. Tiene una alta concentración de nutrientes como magnesio, manganeso, vitamina E, selenio y flavonoides (excelentes para el sistema inmunológico).
Sabemos que puede ser abrumador mirar tantas opciones de leches en los estantes de las tiendas y cuestionarse cuál será la mejor para ti y tu familia. Sin embargo, no dejes de contar con asesoría médica a la hora de hacer cambios radicales de alimentación. ¡Tienes muchas opciones!