Si bien ‘en el mar la vida es más sabrosa’, mucho de esto no tiene que ver con el agua, sino con los rayos solares. Después de leer sobre la importancia de la vitamina D, verás el bronceado como un tema que va más allá de la belleza y está mucho más relacionado con la buena salud -en su justa medida, claro-.
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Y es que uno de los primeros síntomas de la ausencia de vitamina D se manifiesta con fatiga, cansancio, depresión, irritabilidad, nerviosismo e insomnio. Además, es un componente esencial para mantener en forma y sanos nuestros huesos, que solo pueden absorber el calcio, su principal compuesto, si tienen esta sustancia y el cuerpo tiene tres vías para obtenerla: 1) a través de la piel –por exposición a los rayos solares–; 2) por vía alimenticia y 3) mediante de los suplementos farmacológicos.
Cómo obtener la “D”
Lo normal es que el sol nos aporte 90% y el restante 10% se obtenga vía alimenticia. Las principales fuentes pueden ser: pescados de mar como el atún, la sardina o el salmón. Moluscos y crustáceos, las yemas de los huevos y los productos lácteos fortificados como el queso, la leche y mantequilla.
Si por razones ambientales o estacionarias no podemos recibir suficientes baños de sol, o te encuentras en los llamados grupos de riesgo (mayores de 70 años o personas de piel oscura que absorben pocos rayos solares) se recomienda usar los complementos vitamínicos. Ten en cuenta que el uso del protector solar disminuye la producción de vitamina D.
Ahora bien, si percibes algunos de los síntomas de hipovitaminosis como fatiga, mareos, dificultad para respirar, habla con tu médico y él, a través de un análisis sanguíneo, podrá verificarlo y realizar el diagnóstico adecuado.
Aunque no suele pasar con frecuencia, sobrepasar la dosis necesaria de vitamina D puede causar problemas gastrointestinales, nauseas, estreñimiento, problemas del ritmo cardíaco y hasta daño renal. Por eso es fundamental consultar con un especialista.
Como todo en la vida lo apropiado es conseguir un balance, así que lo ideal es que obtengas los beneficios de la vitamina D, gracias al sol, con los cuidados necesarios para evitar perjudicar la piely aprovecha las sanas ventajas de estas moléculas esenciales y la energía que el sol tiene para ofrecerte.