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Yoga, el complemento perfecto para cualquier otro deporte


Octubre 23, 2015 5:27 PM EDT

El yoga es una disciplina ya consolidada gracias al equilibrio mental, físico y espiritual que aporta e incluso, hay muchas famosas que se han vuelto expertas en su práctica, como Thalía o Alessandra Ambrosio. Si aún no le has dado una oportunidad y estás enfocada en otro deporte, te contamos cómo tomar un par de clases a la semana hará que tu desempeño sea mejor, ya sea corriendo, nadando o realizando cualquier otra actividad física.

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Yoga, el complemento perfecto para cualquier otro deporte

Refuerza tus músculos
Aunque suene paradójico, practicar un deporte por mucho tiempo o de forma intensa puede desgastar tus músculos y, si bien, una buena alimentación te puede ayudar a regenerarlos, el yoga es un gran apoyo para fortalecerlos. Las asanas o posturas incluyen movimientos que implican fuerza pero, a diferencia de los aparatos en el gimnasio, aquí trabajarás con tu propio peso, excelente para no forzarte.

Te hace más flexible
Muchas de las lesiones en diferentes deportes son por no estirar bien al final o por hacerlo de forma incorrecta. Una de las cosas que más atraen del yoga es justo que, paso a paso, le dan gran flexibilidad a tu cuerpo. Piensa que si después de correr, le dedicas diez minutos a practicar algunos de los estiramientos que aprendiste en esta técnica, no tendrás que preocuparte por desgarres o calambres.

Mayor concentración
Como ya sabes, el yoga implica una conexión entre tu cuerpo y tu mente para realizar, a través de la respiración, las asanas y mantener el equilibrio en cada una de ellas. Aunque de momento puedes no darte cuenta, la práctica constante de este nivel de concentración se vuelve una costumbre para el cerebro, algo que agradecerás en tu vida diaria pero, sobre todo, cuando estés realizando alguna actividad que requiera que estés ahí al 100 por ciento.

Mejora tu postura
Una vez que adquieres fuerza y comienzas a ser consciente de cada movimiento de tu cuerpo, verás cómo de manera natural tu espalda estará más recta. Esto se debe en gran parte a la firmeza en tu abdomen pero también a que estás más relajada y eliminas la tensión de tus hombros que a veces cargamos sin darnos cuenta.

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