Recién pasados los cuarenta, la modelo australiana asegura que la edad —y envejecer— es un privilegio, y que sentirse bien con uno mismo es lo que realmente se transmite al exterior. Por eso, sus secretos de belleza se centran en cuidarse mucho, tanto por dentro como por fuera, para sentirse en equilibrio y en contacto con la naturaleza
Casada con Evan Spiegel, fundador de Snapchat, es madre de Hart, de tres años; Myles, de uno, y Flynn, de diez, nacido de su relación con Orlando BloomPor Carmen Catasús