Tiene su propia constitución, su himno, su bandera (que cambia con cada estación del año), un parlamento propio y, sobre todo, mucho encanto y creatividad a raudales. Se trata de la república de Uzupis, el barrio más original y bohemio de Vilna.
El barroco es el símbolo que define a esta ciudad perfecta para recorrer a pie, pero guarda muchísimos más atractivos, desde castillos a antiguas sedes de la KGB, pasando hasta por un barrio que se ha declarado como república aparte. En 2018, cuando se cumplen cien años de su independencia, es un buen momento para visitarla.Por ¡HOLA!