Por la ciudad y sus alrededores, tres yacimientos arqueológicos nos permiten viajar 2000 años atrás en el tiempo en esta ciudad asturiana: un castro litoral, unas termas públicas y una villa de campo señorial. Impresionan sus murallas, mosaicos y piscinas, pero lo que pasma son las vistas sobre acantilados, playas y prados verdes a rabiar.Por Andrés Campos