Más desconocido turísticamente que otros vecinos europeos, Eslovaquia es un país discreto, pese a esconder en su pequeño territorio (algo más de la superficie de Aragón) una naturaleza desbordante y un patrimonio excepcional. Recorremos la encantadora región de Spis, en el noreste, repleta de bosques, desfiladeros y un extraordinario conjunto de monumentos incluidos en la lista del Patrimonio Mundial.