Dime la edad de tu hijo y te cuento qué juego necesita este verano

Aunque no es un juego de mesa en sí, este set de pinchos ECO Activity Pins de Miniland me parece una propuesta estupenda para sentarnos a jugar con los más pequeños, que activen su curiosidad y, además, aprender mucho. 

Es un juego educativo que favorece la atención y concentración de los más pequeños, que les ayuda a familiarizarse con las formas, colores, además de trabajar el conocimiento lógico-matemático.

Con las tres formas básicas -círculo, cuadrado y triángulo-, los niños tienen que ir generando ciertas figuras siguiendo lo que indican las instrucciones de las tarjetas.

Está fabricado en materiales eco-friendly, con la base del juego hecho con espuma reciclada y cordones de algodón trenzado.

Mundo Burbujas es un juego de mesa perfecto para niños a partir de los 3 o 4 años que ha sido premiado como Mejor Juego Infantil en Francia.

Cuando abres su pequeña caja, te encontrarás con tres aventuras diferentes. Puedes vivir todas ellas, con sus diferentes escenarios y saltando de burbuja en burbuja para conseguir los objetos necesarios que te permitirán llegar al final de cada una de las historias.

Se juega con cartas (sin texto, basadas en dibujos) y un tablero de papel, con lo que es un juego muy fácil de transportar y llevártelo de viaje.

Uno de mis últimos descubrimientos es Funny Forest, un divertido juego de mesa en el que el movimiento es la base.

Se trata de ir superando diferentes pruebas y, con ello, conseguir la mayor cantidad de alimentos para, al final, celebrar un gran banquete con tus amigos en el bosque.

Con un tablero central y diferentes fichas, en una especie de juego de la oca, trabajarás con tus hijos su conocimiento lingüístico, lógico-matemático y su inteligencia emocional.

Este juego de mesa te hace perderte en un castillo, dragón incluido, en busca de los tesoros escondidos que todo el mundo quiere.

Es un juego de losetas que, al disponerlas en la mesa, crea el tablero de juego. Se trata de ir levantando, con permiso del propio dragón y de las arañas que allí viven, para ir adquiriendo esos tesoros. Ahora bien, tendrás que poner a trabajar tu memoria.

Con partidas de apenas 15 minutos y la posibilidad de jugar entre dos y cinco jugadores, se trabaja la capacidad de atención y la estrategia.

Si hay un juego de mesa de esta selección centrado en el aprendizaje, seguramente sea este. A Toda Letra trabaja las habilidades lingüísticas, la toma de decisiones y la velocidad de procesamiento como ningún otro.

La dinámica del juego se basa en tirar un dado, elegir la carta de categoría que te indique y girar el reloj de arena. Con los segundos pasando, tienes que ir dando respuestas a lo que se te solicita, pero buscando siempre palabras que te hagan deshacerte de las cartas de letras que tienes.

Un juego de mesa con pequeños tableros y cartas estupendo para aquellos amantes de los animales, pues te conviertes en el trabajador de una pequeña reserva animal.

La dinámica de Animal Keeper es sencilla, pero trabajas tus habilidades matemáticas y tu atención. Se trata de ir contando todos los animales que tienes a tu cuidado, sin dejarte ninguno, y salvando a todas aquellas especies en extinción que ahora dependen de ti.

En partidas cortas, es un juego pensado para disfrutarlo en pareja o hasta seis jugadores.

Un juego de cartas perfecto para llevar de viaje. Los boomies son unas pequeñas criaturas, muy adorables, que tienes que conseguir coleccionar. 

Es un juego competitivo en el que tendrás que utilizar todas las herramientas a tu alcance (esto es, kilogramos de viscosete) para hacerte con los más preciados del mundo. Y los debes ir agrupando por tríos, cuartetos o secuencias. Para ello, la carta de viscosete les irá poniendo trampas en el camino que, si caen, hacen que vayan a tu mano.

Un clásico dentro de los juegos de mesa que se tiene que se edita una vez tras otra gracias a su éxito. Ahora bien, sus partidas duran entre 30 y 45 minutos, pudiendo jugar entre dos y cinco personas. Por eso, te lo recomiendo siempre que tus hijos puedan estar concentrados durante este tiempo.

Carcassonne te permite crear tu propio territorio, utilizando todo tipo de personajes: caballeros, bandidos, monjes y campesinos. Con ellos, debes conseguir el mayor número de puntos al final de la partida. La localización es preciosa, pues recrea la ciudad francesa y sus alrededores, con la fortaleza medieval y la antigua villa. 

Es un juego en el que se trabaja la estrategia desde el principio, al colocar las piezas y peones sobre el terreno, pero también la concentración.

Aunque es un juego pensado para niños un poco más pequeños, la edad de 10 años me parece estupenda para él. Evergreen es un juego de estrategia pensado para jugar en solitario o hasta cuatro jugadores, cuyo objetivo es crear un ecosistema lo más frondoso posible.

Para ello, debes ayudar a los árboles a crecer, situar diferentes elementos naturales en tu propio planeta, plantar brotes y cuidar de todo el conjunto.

Hay un tablero en el que vas disponiendo tus elementos verdes, pero también unas cartas que te van marcando el avance. Se trabaja la estrategia y la capacidad de decisión.

A partir de los 10 u 11 años, este es uno de los juegos de mesa que más me gusta. Con partidas también largas, en torno a los 45 minutos, cada jugador saldrá de excursión a la naturaleza para observar los animales salvajes con los que se va encontrando en su escalada a la cima de la montaña.

Para no desfallecer, debes gestionar bien tu energía, tomar buenas decisiones a la hora de elegir entre los diferentes refugios o tus tiempos de descanso.

Cada jugador realiza una ruta distinta, generando una serie de puntos y, al final, ganará el que más haya conseguido. Es un juego con dos niveles de dificultad, en el que, además de la estrategia, se trabaja mucho la capacidad de decisión, de una manera muy dinámica.

Gluons es un juego de cartas muy rápido al que debes prestar bastante atención, pues la dinámica no es que sea difícil, pero sí te obliga a estar muy despierto.

Es un juego con el que se trabaja la deducción, la memoria, en el que deberás reconocer patrones y programar acciones, además de gestionar bien las cartas que tienes en la mano. Está dedicado a Teresa Rodrigo, un referente de la ciencia española que lideró la contribución nacional en la definición de la nueva Estrategia Europea en Física de Partículas.

Con unas nociones básicas de esa física, podrás ir redirigiendo las partículas, que se atraen y se repelen, para conseguir llegar a la combinación ganadora.