Mi comida favorita del día, sin duda, es el desayuno. No sé por qué, ya que muchas veces me toca hacerlo en un tiempo récord o delante del ordenador en redacción, pero es algo que disfruto mucho. Y, por eso, soy tan puntillosa con lo que incluyo en él. Uno de los alimentos que suelo incluir es el pan y, por supuesto, tiene que estar perfectamente tostado y calentito, pero sin quemarse. Y ahora que he encontrado la tostadora de pan digital perfecta, no voy a renunciar a ella.
Desde que cuento con ella, no tengo que estar pendiente de nada. Tengo guardadas mis preferencias (porque cuenta con esa función), pongo el pan directamente del congelador (y no, no cualquier pan) y en unos minutos, sin darme cuenta, tengo mi tostada lista.
Tan fácil es su uso que hasta mis hijos, que son muy pequeños, han identificado ya cómo funciona. Y cuando pongo unos croissants encima para calentarlos, no le quitan ojo. No sé si porque también están enamorados de este pequeño electrodoméstico o de los croissants, ¿tú qué crees? Sin duda, tenía que recomendártelo.
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