Los olores son algo que me afectan mucho. Y desde bien pequeña. Cuando entro en una casa que no es la mía y huele mal o raro, ya no me siento cómoda. Puede ser un simple olor a humedad, a basura o a cerrado, pero ya no estoy a gusto. Y lo mismo me pasa con la ropa. Tan desagradable me parece un fuerte olor a sudor como a humedad, ese que todos conocemos y que, a veces, aparece en nuestras prendas por llevar demasiado tiempo en un sitio cerrado. Por eso, vengo a contarte mis trucos para conseguir que la ropa huela siempre bien.
Cuando guardamos la ropa en el armario o en los cajones de una cómoda, lo hacemos con la total seguridad de que ahí estará libre de polvo, suciedad y bien organizada. Sin embargo, puede aparecer el típico olor a cerrado, con esa sensación de que la ropa no está ni tan fresca ni tan seca que cuando la recogimos del tendedero y la planchamos. Por mucho que lo abramos a diario para elegir nuestro outfit y, con ello, se ventile un poco, dicho olor puede aparecer.
El motivo no es otro que el propio armario, que va cogiendo humedad, sobre todo, en los meses más fríos y lluviosos del año. Y aunque te sepas todos los trucos para prevenir y eliminar la humedad en los armarios, estos no tienen por qué actuar sobre el olor. Ya puedes limpiar sus baldas y cajones una y otra vez, que muchas veces no se va. Porque a mí, me ha pasado. Y me he vuelto loca con ello. A continuación te cuento cómo evitarlo y qué productos son imprescindibles.
Trucos para que tu armario y tu ropa huela siempre bien
- Encontrar la fuente de mal olor:muchas veces, el olor en el interior de un armario viene por una pequeña humedad que no detectamos. Por eso, lo primero es revisar bien el estado de tu armario o de la pared con la que colinda.
- Limpiar el armario con cada cambio de temporada:utiliza dos litros de agua fría con diez cucharadas de bicarbonato, un cepillo de cerdas suaves y frota bien. Después, retira todo con un paño húmedo y dejar secar completamente.
- Evita el exceso de detergente y suavizante en tu colada, pues, muchas veces, son el origen de los malos olores, ya que, en programas cortos, la ropa no acaba de eliminar toda su suciedad.
- Limpia tu lavadora de vez en cuando, la suciedad acumulada en ella también puede ser el origen de los malos olores.
- Deja que la ropa se seque por completo, preferiblemente, al aire libre. Bien extendida, con espacio entre las prendas y nunca la guardes ni la dobles húmeda.
- Utiliza bolsitas de tela o productos específicos en el interior de tu armario para luchar contra el mal olor. Un buen ejemplo son los aceites esenciales.