7 planes alternativos en Europa para esta Semana Santa 2025

Son muchas las veces que he viajado a la ciudad de Roma y, he de confesar que las dos primeras fueron en plena Semana Santa. Aunque suele haber bastante gente, te lo recomiendo al 100%.

Es una ciudad perfecta para descubrir en cuatro días (aunque podrías estar el doble y no te aburrirías), con un climatología suave en esta época y con muchas cosas que hacer, además de, por supuesto, visitar sus catedrales e iglesias.

Toda la Roma Imperial te dejará con la boca abierta, porque el nivel de conservación es bastante bueno. Y, para que no te pierdas entre tanta ruina, lo mejor es que, si vas en Semana Santa, reserves con tiempo un free tour por esta zona: la Roma Imperial.

En este recorrido se retroceden cientos de años en la historia para conocer cómo funcionaba el Coliseo, qué formaba y qué vida tenían los diferentes edificios del Foro (el centro neurálgico de la Antigua Roma) y entender un poco mejor a sus emperadores más importantes.

La visita se realiza por grupos, con una duración de dos horas o completamente en castellano. La reserva anticipada te permite no quedarte sin sitio y tienes cancelación gratuita.

Cuando miramos hacia Europa, pocas veces nos paramos a quedarnos tan cerca. Pero Portugal tiene muchísimo que ofrecernos y en apenas unos kilómetros en coche. 

Oporto es una de esas ciudades que puedes recorrer en un par de días y dejar un tercero e, incluso, un cuarto, para disfrutar de sus cafeterías y restaurantes, con calma, sin las prisas del turismo.

Uno de los puntos principales a visitar es la Livraria Lello, la librería que se hizo famosa por Harry Potter. Verás colas todos los días para entrar. Pero, más allá de ella, se puede realizar un tour de este personaje mágico por toda la ciudad.

En él se recorren los puntos favoritos de su autora, J.K. Rowling, quien escribió en una de sus cafeterías Harry Potter y la Piedra Filosofal, la primera parte de la saga. Desde la Estatua Os Corcéis, situada en la Praça de Dom João I, pasando por la estación, el casco antiguo, hasta el Louse Café o la Universidad de Oporto.

Budapest es una ciudad a la que puedes ir sin expectativas y acabar enamorándote. No te va a defraudar nunca. Y, de nuevo, perfecta para los tres o cuatro días que tenemos en Semana Santa.

Una de sus máximas atracciones y monumentos importantes es el Parlamento de Budapest. Y, créeme, se lo ha ganado a pulso. Es uno de los edificios más bonitos de la capital de Hungría y, en mi opinión, de Europa.

Para recorrerlo, te recomiendo concertar una visita guiada en la que no te tengas que preocupar de reservar o esperar una larga cola. 

El tour que ofrece Civitatis es en español e incluye la entrada al edificio. La visita dura aproximadamente dos horas y se recorren todas las estancias, además de aprender mucho sobre el propio edificio, la historia de la ciudad, su política y algunos datos curiosos que, si no te los cuentan, no llegas a conocerlos.

La visita interior son unos 45 minutos, con una audioguía, mientras que la visita exterior se realiza durante una hora y media con un guía en castellano.

Quizás tengas más días que poder invertir en tu escapada de Semana Santa y te apetezca un destino algo más alejado, más desconocido. Islandia es uno de mis países pendientes y, cada vez, está más de moda.

Para conocer su capital de cerca, puedes organizarte y reservar un free tour por Reikiavik, su capital y, seguramente, punto de partida de tu recorrido.

Con una duración de entre una hora y media y dos, guía en español, podréis recorrer esta colorida ciudad con una gran herencia vikinga. Callejearas por lugares con más de 1500 años de historia, descubriréis edificios como  la iglesia Hallgrímskirkja, un templo luterano que se ha convertido en todo un icono arquitectónico de Reikiavik y finalizaréis a las orillas del Lago Tjörnin.

Londres es otra de las capitales europeas más demandadas para visitar en Semana Santa. Y, al ser una ciudad bastante grande en extensión, si nos ayudan con alguna visita, mejor.

Este tour de Civitatis por Londres que he encontrado es bastante completo en cuanto a visitas. De hecho, su duración se estima en 8 horas y media. Toda la visita se realiza en castellano y se recorren edificios y lugares emblemáticos.

El punto de encuentro está en el centro de Londres y, en autobús, recorres algunos de mis distritos favoritos: Westminster, Kensington, Mayfair y Picadilly, con paradas previstas para hacer fotografías a monumentos como el Big Ben.

En el Palacio de Buckingham se disfruta del famoso Cambio de Guardia y, para la hora de comer, se llega a la City, una de las zonas más animadas. Por último, también se entra en la Torre de Londres y se recorre el Támesis en barco en un recorrido que dura unos 40 minutos.

Venecia, al norte de Italia, es una ciudad preciosa que puedes descubrir en un par de días. Y, si tienes tiempo, no solo quedarte en sus canales y su arquitectura exterior, sino que también merece la pena adentrarse en muchos de sus edificios.

Uno de ellos, sin duda, es la Basílica de San Marcos y, otro, el Palacio Ducal. Realizar la visita conjuntamente es algo sencillo, pues comparten un mismo espacio, ya que se situán en la Plaza de San Marcos. 

La visita guiada dura algo más de dos horas, se realiza en castellano y, con este tour que organiza Civitatis, aprenderás todo lo que necesitas saber sobre ambos edificios.

En el primero, además de toda su historia, podrás ver de cerca sus preciosos mosaicos. En el segundo, descubrirás todas las estancias de la residencia oficial de los dogos, los máximos líderes de la República de Venecia, con obras de pintores como Tiziano, Tintoretto y Bellini. Y, por supuesto, atravesarás el Puente de los Suspiros.

París siempre es una buena idea para una escapada de tres o cuatro días. Es una ciudad muy grande, pero que, bien organizada, puedes abordarla. 

En mis primeras visitas a la ciudad, tengo que reconocerlo, no entré al Museo del Louvre, uno de sus puntos más importantes. Pero, una vez que lo hice, las visitas que he ido realizando son bastante numerosas. Ahora, no te agobies, porque no vas a poder ver el espacio entero en un solo día con el detalle que se merece.

Por eso, te recomiendo una visita guiada como la que organiza Civitatis, con una duración aproximada de dos o tres horas y totalmente en castellano. La hora es a libre elección.

Se recorren muchas de sus salas, entre las que destacan aquellas en las que se encuentran la Venus del Milo, la Victoria de Samotracia o Hermafrodita Durmiente. La Galería de Apolo, la gran Esfinge de Tanis y, por supuesto, la Gioconda. 

Aunque la visita guiada se termine, la entrada es válida hasta la hora de cierre de ese día, con lo que podrás repetir aquellos lugares que más te hayan gustado.