¿Te has fijado en lo que ha subido la luz últimamente? Es una locura. Cada vez que llega el invierno me da un mini infarto al ver las facturas. Y precisamente por eso, hoy quiero compartir contigo mi experiencia. Llevo ya dos años sin encender la calefacción en casa y no solo he sobrevivido, ¡sino que además mi mascota está más feliz que nunca!
Sé que puede sonar un poco radical, sobre todo ahora que el frío aprieta, pero te aseguro que es posible mantener tu hogar calentito y confortable sin necesidad de recurrir a la calefacción tradicional. Y no, no se trata de vivir como esquimales. Simplemente, he ido descubriendo pequeños trucos y alternativas que me permiten ahorrar energía (y un dinerito) y, de paso, cuidar un poquito más el medio ambiente.
Uno de ellos es ponerle a mis mascotas una manta térmica con las que están bien calentitos, sin necesidad de usar electricidad.