Soy una madre ocupada y estos son los 12 regalos que voy a desear mucho esta Navidad

Un fin de semana de desconexión en un balneario o spa no estaría nada mal, pero soy consciente de que, durante el año, conseguir sacar tiempo para hacerlo con tu pareja es casi imposible. Por eso, al menos, tenerlo en casa.

Para eso, he incluido en mi lista de deseos este pack de productos de Rituals, de The Alchemy Collection. Incluye un gel en formato espuma que, cuando lo descubras, te va a enamorar, una crema corporal para después de la ducha, un jabón de baño y una vela que encender al final. Y, todo ello, con una mezcla deliciosa de mirra y ámbar, inspirada en la alquimia, que te abraza en esta época del año.

Una de las cosas que más echo de menos muchos días es comer tranquilamente. Ni siquiera lo consigo en la oficina. Y en casa, menos. Nos gusta compartir la mesa con los niños y, al final, acabamos más pendientes de ellos que de lo que nos llevamos a la boca.

Por eso, me gusta mucho prepararme una infusión después de cada comida, mejorando así mi digestión. Y siempre busco una que descubrir. Esta es la última que quiero que llegue a mi despensa: Detox Bio, de CUPPER.

Es una infusión bio de romero, cúrcuma, diente de león y cítricos. Con su delicioso sabor, sus ingredientes ayudan, por un lado, a limpiar el organismo y, por otro, darte un extra de energía mientras disfrutas de unos sorbos calentitos después de comer o cenar.

Aunque suelo llevar mis cosas dentro de las bolsas de los carritos de los niños, siempre que salgo yo sola me gusta llevar un bolso amplio y cómodo, para llevar mis cosas y las que pueda necesitar cuando vuelva con ellos.

Este modelo de Unisa me gusta mucho. Tiene un tamaño medio perfecto para que te quepan muchas cosas y no llenarlo demasiado, fabricado en un tejido acolchado SuperLight. Tiene un bolsillo interior con cremallera para llevarlo un poco organizado y un tamaño de 30 x 42 x 18 centímetros.

Otra de las cosas que más me cuesta es encontrar tiempo para practicar deporte. Por eso, ya me he convencido a mí misma de que tendré que entrenar en casa y, por eso, otro de mis regalos estrella esta Navidad es una esterilla de yoga.

Son las que más me gustan, porque suelen ser antideslizantes y, además, tienen el grosor que necesito. Y, de entre todas las que he probado, mi favorita es la de Liforme. Así que, esta vez, voy a incluir en mi carta su versión de viaje.

Es una esterilla con un sistema patentado de alineación para conseguir guiarte en tus sesiones de yoga o entrenamientos, sea el deporte que sea. Tiene un buen agarre y unas dimensiones de 180 x 65 centímetros, con un grosor de tan solo 2 milímetros. Ha sido fabricada con materiales biodegradables y respetuosos con el medio ambiente.

Una de mis rutinas nocturnas favoritas es darme un masaje en los pies justo antes de meterme en la cama. Comencé a hacerlo en verano y, desde entonces, trato de no saltármelo. Es una forma muy efectiva de aliviar la tensión acumulada durante el día y mejorar la circulación sanguínea.

Por eso, he incluido una nueva crema de pies en mi lista de deseos: crema de pies Atlantia, muy nutritiva e hidratante, con aloe vera puro. Además, también cuenta con keratoline, que favorece la renovación celular y tiene una función exfoliante de acción enzimática que elimina las células muertas y suaviza la superficie de la piel.

Uno de los grandes aliados de muchas madres es el café. Y, conmigo, funciona. Por eso, siempre busco disfrutar de la taza de cafeína que me permito aquellas mañanas en las que necesito un extra de energía.

Una de mis marcas favoritas es Illy que, esta Navidad, ha creado un pack con tres latas que me hará mucha ilusión abrir. Incluye tres tipos: café molido de tueste clásico, suave y aterciopelado, un café molido de tueste intenso, para un cuerpo más consistente y, por último, un café molido arábica selección Brasil, con un sabor muy intenso.

En esta época del año siempre se publican varias novelas ambientadas en Navidad y, por eso, aunque no tenga tiempo para leerlas todas, siempre aprovecho a pedirlas, si no, para la siguiente.

Son novelas ligeras, nada largas y fáciles de captar tu atención, por muy cansada que estés al final del día. Un buen ejemplo es Un escaparate navideño, de Tessa Bailey. 

Ya he leído algunas novelas de esta autora y, como me han gustado, repito. En esta ocasión, viajamos a Manhattan, justo dos semanas antes de Navidad. Su protagonista es sorprendida por un hombre encantador y atractivo frente a los almacenes Vivant. Tras preguntarle sobre su opinión por la decoración navideña del año, ella se sincera diciendo que es un desastre y, unos días después, está trabajando en ellos. Una oportunidad que le brinda el destino.

Para esas noches en las que te sacan demasiadas veces de la cama, te toca ir al salón y pasar allí unas cuantas horas (leyendo un cuento, cantando una canción o mirando por la ventana), me gustaría contar con una manta térmica como esta de DAGA.

Soy muy friolera y que me saquen de madrugada de entre las sábanas me deja siempre mal cuerpo. Tiene un tejido muy suave y se puede programar para que se apague al pasar 1 hora, 3 horas o 9 horas. Cuenta con seis niveles de temperatura, para conseguir llegar a la sensación de calor que más te gusta. Y se puede lavar a máquina, ya que su mando se separa.

Aunque te parezca que no es un regalo en sí, yo soy mucho de pedir pequeños detalles que me han apetecido durante el año. Y, en esta ocasión, te hablo de esmaltes de uñas. Echo mucho de menos poder dedicar una mañana o una tarde a poder hacerme la manicura en casa y, como objetivo del nuevo año, espero retomarlo.

Por eso, he estado rebuscando entre los tonos de mis marcas favoritas y voy a elegir este: 006 Ballet Slippers de Essie. Es un esmalte clásico con acabado brillante y algo transparente en un tono rosa palo inspirado en las bailarinas de ballet. 

Aunque te parezca que no, un neceser como este es uno de los regalos que más voy a agradecer. Me encargo de preparar la bolsa de los niños a diario y, por eso, tenerlo todo a mano en una riñonera como esta de Mustela, me ahorrará tiempo y que se me pase alguna cosa.

Incluye un paquete de toallitas para cara y manos perfecto para llevar todos los días al parque y otros productos de aseo de la marca que siempre son bien tolerados por la piel de tus hijos. Pero, lo mejor, es que hay espacio para meter todos los pequeños botes con los que cargamos todos: la crema del pañal, una crema facial ahora que hace frío e, incluso, un par de pañales.

Hay dos motivos por el que este año unos auriculares inalámbricos se van a convertir en mi mejor regalo esta Navidad. El primero, es porque necesito algo más de silencio en casa (y en la oficina) para trabajar. El segundo, para que vayan poniendo banda sonora a mis paseos de fin de semana. 

Este modelo de Panasonic está en oferta y cuentan con una cancelación de ruido excelente, gracias a su tecnología Dual Hybrid, que elimina los sonidos no deseados. Se conectan mediante Bluetooth y su diseño se ajusta perfectamente a la oreja, gracias a los siete tamaños de sus auriculares de silicona. 

El chocolate siempre es un buen regalo y este año he decidido que quiero bombones. Es un clásico, pero, en mi caso, pocas veces me han regalado unos. Y si consigo acostar a los niños pronto, uno por las noches con mi infusión favorita, será el momentazo del día para mí.

Tengo varias marcas favoritas, pero no te las voy a confesar. Ahora bien, como hablamos de clásicos, con esta caja de Lindt nunca se falla. A mí me encanta abrirla y elegir cada vez uno diferente.