Así he preparado mi hogar para convertirlo en un refugio acogedor este invierno

Un edredón nórdico es un básico con el que tienes que contar sí o sí, porque es la opción más cómoda para dormir y dejar el frío fuera de la cama.

Este edredón de DWR de 220 x 240 centímetros está fabricado de microfibra mezclada Climaloft & Lyocell, reciclada al 50% y con buenas propiedades térmicas. Su parte exterior es de un tejido cepillado de piel de melocotón, de un tacto muy suave y agradable.

Es un edredón bastante duradero, con un cosido a la caja para evitar que su relleno se mueva demasiado. Su nivel de calor es medio, por lo que puedes utilizarlo durante todo el año. Se puede lavar a máquina en agua fría y secar en secadora a baja temperatura.

Si lo prefieres, porque, sobre esto, no hay nada escrito, puedes buscar un modelo de edredón nórdico que sea algo más ligero y utilizarlo con un juego de sábanas debajo, pues conozco mucha gente que lo hace así, utilizándolo como un edredón clásico. O para aquellas casas en las que exista calefacción central.

Con diferentes tamaños, este modelo de puredown tiene un relleno de 85% de plumas y un 15% de plumón, ambos de ganso blanco y reciclable. Su peso total, por tanto, es de 680 gramos. 

La funda del exterior es en 100% algodón, lo que lo hace ser, además de resistente, muy transpirable. Y, de nuevo, la costura cuadrada hace que el relleno se mantenga en su sitio.

Se puede lavar a máquina en agua fría y meter en la secadora a una temperatura baja.

Uno de los accesorios que más puede vestir un dormitorio o un salón y que, además, debe ser muy agradable con la piel, pues sueles poner tu cara sobre ellos, son los cojines.

Y, aunque el relleno tiene mucho que ver en si es o no cómodo, las fundas para vestirlos también. En el caso del invierno, los tejidos densos son los más adecuados porque, además, dan más calor.

Un buen ejemplo, es este modelo en terciopelo de NOSTHEART, muy suave al tacto, que puedes conseguir en cuatro colores degradados diferentes, del más claro al más oscuro. Y tienes siete gamas para elegir.

Sus medidas son de 40 x 40 centímetros, cuenta con una cremallera invisible para un aspecto más elegante, pero es fácil de rellenar, gracias a su amplia apertura. Se pueden lavar a máquina a baja temperatura.

Una de las cosas que más buscamos cuando llega el frío son las mantas. Yo, por ejemplo, lleno todas las estancias de casa con cestas repletas de ellas. Y una de mis favoritas es muy parecida a este modelo de EMME.

Es una manta suave de doble capa. Por un lado, está fabricada en piel sintética de microfibra esponjosa y, por otro, de forro polar sherpa. Son dos materiales cómodos y cálidos.

Está disponible en varios colores y, por sus diferentes tamaños, se puede utilizar en el salón o en el dormitorio. Admite lavados a máquina en ciclo suave con agua fría y también secadora, a temperatura baja.

Aunque reconozco que este producto apenas decora, sí que te hace estar mucho más cómoda en casa si, por ejemplo, vives en una ciudad con demasiada humedad. 

Es una manta calefactora de medisana con tres niveles de temperatura, perfecta para camas de 150 x 80 centímetros. Funciona extendiéndola y colocándola como si fuese una capa más entre el colchón y tu sábana bajera.

Incluye un mando a distancia por cable con el que ir modulando la temperatura. Se puede extraer y, por tanto, lavar a máquina. Se apaga automáticamente para evitar un sobrecalentamiento.

Cuando el frío llega, toca desplegar alfombras. Es la mejor manera de aislarte de la bajada de temperaturas, pues el suelo ser de las partes más gélidas del hogar.

Este modelo de Homcomodar está fabricada en una mezcla de algodón TPR que, por un lado, absorbe bien la humedad, es transpirable, pero también es suave y agradable al tacto. 

Es antideslizante y tiene un diseño bohemio muy neutro, con un efecto dinámico que da cierto movimiento a la estancia en la que la ubiques.

Por último, para el invierno, mis juegos de sábanas se dividen entre dos materiales, dependiendo del nivel de frío que sienta en casa: la franela o el algodón. Y, para estos primeros días, sin duda, me quedo con las últimas.

Una de mis favoritas son las sábanas de Burrito Blanco, con mucha calidad. Este juego se asemeja mucho al que puedes encontrar en cualquier hotel del mundo.

Están fabricadas en algodón 100%, de gran suavidad y transpirabilidad. Incluye una sábana bajera, otra encimera y una funda de almohada. Están preparadas para una altura de colchón de 27 centímetros como máximo.

Están fabricadas con un tejido de 144 hilos y se pueden lavar a máquina en un programa siempre delicado y una temperatura máxima de 40 ºC.