Cuando hablamos de proteger la piel, todos pensamos en la crema solar, el verano y poner todos los medios posibles para los daños que producen los rayos UV. Sin embargo, nos olvidamos de que es algo que tenemos que hacer durante todo el año. Y, cuando llega el frío, también corremos peligro. Sobre todo, en el caso de los más pequeños.
Por un lado, el frío puede provocar la deshidratación de la piel, reduciendo la producción de sebo y, por tanto, haciendo que su barrera protectora sea mucho menos efectiva. En este momento, aparece la piel seca, que es mucho más débil. Además, el frío hace que los vasos sanguíneos se contraigan, reduciendo el flujo de oxígeno hacia la piel, lo que hace que aparezcan esas pequeñas rojeces que muchas vemos en los niños y que, de nuevo, hace que la piel sea totalmente sensible. Todo esto hace que la piel se pueda descamar.
Por este motivo, en cuanto llega el frío, yo preparo un pequeño neceser con los productos esenciales para proteger la piel de mis hijos del frío. Desde aquellos que les aplico después del baño, dentro de su rutina diaria, como algunos que llevo en el bolso del carrito por si es necesario su aplicación cuando salimos a la calle o estamos en el parque. Te dejo el listado a continuación, para que también puedas contar con tu propio kit en casa.