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Últimamente, no dejamos de escuchar cosas relacionadas con la IA, pero es que esta tecnología empieza a estar en muchos de los objetos de las que usamos en el día a día. Desde los móviles hasta los robots aspiradores, pasando por los auriculares e incluso, los productos de higiene personal. Estos últimos no son tan conocidos, pero ¿y si te digo que hay hasta cepillos de dientes que usan la inteligencia artificial para ayudarnos a mejorar nuestra limpieza? Pues no solo existen, sino que yo llevo usando uno varios meses y estoy encantada.
Este cepillo, de la marca Oclean, me ha enseñado que no me limpiaba los dientes tan bien como creía y que hay zonas a las que no llego bien sin darme cuenta. Además, me avisa cuando me cepillo con demasiada fuerza para que no me haga daño en las encías y lo mejor es que aunque sea tecnología, la batería aguanta hasta 40 días. Sigue leyendo, que te cuento más.
Si quieres llevar al máximo nivel tu limpieza dental, este cepillo te ayudará a conseguirlo.
Lo mejor
- La batería tiene una capacidad de 1.200 mAh y aguanta hasta 40 días.
- Pantalla táctil inteligente que te da detalles en tiempo real.
- Personalización y seguimiento detallado de la higiene bucal a través de IA.
- Su soporte de pared magnético para tenerlo siempre a mano.
- Incluye varios cabezales de repuesto.
A tener en cuenta
- Puedes tardar un poco en acostumbrarte a usarlo
Cuando lo saqué por primera vez de la caja me sorprendió, pues no había usado nunca un cepillo de dientes con pantalla.
Usarlo es sencillo, igual que cualquier otro cepillo eléctrico, solo que lo tienes que conectar a tu móvil mediante Bluetooth después de descargarte su aplicación.
La primera vez que lo usé me sorprendió cómo mide la calidad de mi limpieza y me muestra los resultados tanto en su pantalla táctil como en el móvil.
Además, es increíblemente silencioso, emitiendo un sonido apenas audible, comparable al suave susurro de una puerta de nevera al abrirse.
En la pantalla inteligente puedo ver en tiempo real los datos sobre las zonas que he omitido durante la limpieza, las puntuaciones y la duración del cepillado, lo que me ayuda a mejorar mi técnica.
Nunca pensé que se me olvidaba siempre pasar rato por mis molares superiores traseros, la verdad.
Esta medición junto a su eficacia me hacen sentir que la limpieza es mucho más profunda que con los cepillos tradicionales.
Lo mejor es que es completamente personalizable, con cuatro modos de cepillado y 32 intensidades diferentes, lo que me permite ajustar el cepillado a lo que más me conviene cada día.
Y si tienes las encías sensibles como yo, agradecerás su sensor de presión, pues detecta si aplicas demasiada fuerza y detiene las vibraciones para protegerlas.
Otro aspecto que me encanta es su batería. Con una sola carga de 3.5 horas, puedo usarlo hasta 40 días sin preocuparme por tener que recargarlo constantemente.
¿Merece la pena?
Si tenemos en cuenta que su precio no es mucho mayor que el de un cepillo eléctrico tradicional, pero que ofrece mucho más, es desde luego una compra superrecomendable.
