10 claves para crear la habitación Montessori perfecta para tus hijos

Lo primero que debes tener en cuenta si quieres crear una habitación Montessori al 100% es que todo tiene que ser seguros.

Además de eliminar todos los objetos cortantes, punzantes o potencialmente peligrosos, debes favorecer que el movimiento en ella sea cómodo. Y algo muy relacionado con esto es la altura de la cama y el acceso a ella. Muchos, al menos al principio, se caerán sin darse cuenta.

Por eso, una cama Montessori siempre viene marcada por la no-altura de la misma, pues se diseña para ser colocada directamente en el suelo. 

Esta de Maisons du Monde, con unas medidas de 140 x 70 centímetros, está fabricada en madera de pino con un somier robusto y un arco superior que le da forma de casita.

Admite hasta 120 kilogramos de peso y cuenta con una barandilla también de madera natural para asegurarte que tu hijo no se caerá mientras duerme.

Otra de las normas de una habitación Montessori es que todo tiene que favorecer la autonomía de los niños. Tanto aprender como jugar debe estar a la altura de su mano, buscando un movimiento autónomo e independiente.

Y esto también abarca el vestirse cada mañana o ponerse el pijama por las noches. Para ello, lo mejor es contar con un pequeño armario en el que lo tengan todo a mano, como el modelo Otto de Leroy Merlin.

Está fabricado en madera de pino natural, con espacio para que todo tenga su propio lugar y orden. Cuenta con tres baldas para dejar la ropa doblada, una barra para la que necesite colgarse y un espacio inferior para el calzado.

Sus dimensiones son de 100 x 30 x 75 centímetros, por lo que cuando el niño ya tiene unos dos o tres años podrá utilizarlo.

Hay otra norma, muy ligada a lo anterior, si quieres conseguir una habitación Montessori para tus hijos: todo debe estar a su altura. 

Y es que, los niños, se dedican a descubrir el mundo y deben poder hacerlo por sí mismos. Por eso, es importante que los juguetes (su herramienta principal de aprendizaje) estén a su altura. Ahora bien, también necesitas mantener un cierto orden.

Por ello, después de tener varios formatos, la combinación de almacenaje TROFAST de IKEA me parece una de las mejores opciones para ello.

Las estructuras son muy diversas en tamaños y colores, las cajas de plástico son fáciles de abrir y cerrar, además de limpiar, y su capacidad es grande. Puedes combinar sus cajones, rieles y cestas como quieras. Su altura es estupenda para los niños que empiezan a ponerse de pie.

Y si quieres que descubran bien el mundo, sin duda, debes proporcionarles historias con las que hacerlo. Para ello, sin duda, están los cuentos.

Una estantería a su altura en la que poder ver las portadas de los libros y no el canto, con el que no identifican tanto la historia que contienen, es la mejor opción.

La estantería Montessori más vendida en Amazon es esta de Humble Crew. Cuenta con cuatro amplios compartimentos de tela y una estructura fuerte de madera.

Es fácil de montar y de limpiar, con unas dimensiones de 63,5 x 27 x 60 centímetros.

Otro de los adjetivos que debe definir una habitación Montessori es la simplicidad. Cuanto más sencillo sea todo, mucho mejor. 

Por eso, debes crear un espacio en el que a tu bebé le resulte fácil desplazarse y orientarse, desde bien pequeño. Y algo que puede ayudarle mucho, tanto si ha comenzado a caminar como si no es un espejo Montessori, como este de MOST DECO.

Sus dimensiones son de 44 x 74 x 2 centímetros, fabricado artesanalmente con madera maciza sostenible, haciendo que sea muy duradero.

Es, en realidad, un juguete sensorial que potencia el desarrollo emocional de los niños, que les ayuda a interactuar su reflejo y fortalece el autoconocimiento. Gracias a su barra, los más pequeños pueden ir potenciando sus destrezas motoras, mientras que los más mayores tendrán un gran apoyo para los juegos simbólicos.

El juego libre es fundamental en una habitación Montessori y uno de los accesorios que más va a ayudarle y que, además, fomentará su psicomotricidad es el triángulo Pikler.

Ahora bien, para ahorrar espacio, te recomiendo uno plegable como este de Ludimat, una marca en la que cuidan cada cosa que hacen al detalle.

Está fabricado de manera artesanal con el tamaño adecuado (85 x 65 x 15 centímetros) para los niños. Se puede guardar plegado, ocupando poco espacio. 

Tiene dos posiciones, para adaptarse al crecimiento de tu hijo, variando en posición y altura. Cuenta con un sistema de anclajes para garantizar la seguridad y, al estar fabricada en madera de pino macizo, es muy duradero.

Una de las cosas que tenemos que tener en cuenta cuando creamos una habitación Montessori es la readaptación el espacio según vayan cumpliendo años nuestros hijos. Y, por eso, en algún momento, te tocará contar con una mesa para sus actividades.

A mí, particularmente, me gusta mucho el tamaño y la versatilidad del modelo FLISAT de IKEA. 

Está fabricada en madera y la parte superior se abre para que, en su interior, puedas guardar dos bandejas de plástico. En ellas, puedes almacenar sus herramientas de pintura o dibujo, crear mesas sensoriales o lo que necesites. Al taparla, pueden dar rienda suelta a su creatividad.

Sus medidas son de 48 x 83 x 58 centímetros y tiene varios taburetes y sillas a juego, también con una altura perfecta para que los niños disfruten de su autonomía. De hecho, si tienes espacio en tu comedor, puedes hacer que ellos preparen su mesa cada día para desayunar o merendar.

Aunque queramos ponerlo todo al alcance de su mano, la realidad es que también debemos almacenar en vertical para aprovechar el espacio. Pero, en este caso, podemos contar con una herramienta que les ayude a llegar a ellas: una torre de aprendizaje Montessori como esta de Beeloom.

Con un diseño funcional, es un accesorio que favorece su autonomía y la coordinación de sus movimientos. Es una torre segura y respetuosa con el medio ambiente, al ser 100% libre de tóxicos.

Su estructura es de madera natural con tres estantes ajustables a la altura del niño y unas dimensiones de 40 x 30 x 90 centímetros. Su uso se recomienda a partir de los 18 meses.

Yo, por ejemplo, la tengo siempre preparada para cuando quieren subirse en la cocina para ayudarnos a cocinar o lavarse las manos en el lavabo, que no tengo la posibilidad de poner uno a su alcance.

Otra de las cosas que debes tener en cuenta a la hora de crear una habitación Montessori es que todo debe estar muy ordenado. Es un principio muy relacionado con la necesidad de que el niño pueda ubicarse en su espacio y se le eduque, desde bien temprano, en el sentido del orden.

Para ello, yo cuento con muchas cestas de almacenaje como estas de Lannvan que, sin ocultar por completo lo que guardan, sí mantienen todo organizado y a la vista de los niños.

Son cinco cestas redondas en diversos tamaños, fabricadas con algodón natural, tejido de manera densa y respetuosa con el medio ambiente. Son muy suaves a tacto y no tienen elementos peligrosos para la manipulación de los más pequeños.

Por último, no podemos olvidarnos de la estética en una habitación Montessori y también ha de ser bonita y acogedora.

Para ello, algo que me encanta es ponerles alfombras repartidas en diferentes zonas para que les invite a tumbarse y seguir jugando o aprendiendo.

Aunque modelos hay muchos, también hay otros que son específicamente diseñados para una habitación Montessori, como estas que he encontrado en Amazon. Se pliegan y despliegan fácilmente, con lo que pueden ser utilizadas de manera continua o no.

Están fabricadas en 100% algodón, muy suaves y sin apenas relieve, para que los niños puedan ver su propio trabajo sin molestias.