Este tratamiento es perfecto para mujeres a partir de los 40 que buscan una solución eficaz y rápida contra el envejecimiento, pero no quieren recurrir a la medicina estética.
Estoy segura de que estás familiarizada con los sérums antiedad, pero el Clinical Beauty Filler lleva el concepto a otro nivel. Y es que, se ha creado con el objetivo de conseguir el antídoto antiedad más potente. Para ello, se combina dos puntos clave: una fórmula ultra concentrada y la técnica del microneedling.
El sérum en sí mismo utiliza el Matrixyl® Efecto Filler, el Argireline® peptide Botox Like, el rebuilder active system y el ácido hialurónico. Cuatro ingredientes que destacan por su eficacia rellenando las arrugas y relajando el rostro, mejorando la firmeza, elasticidad y textura de la dermis, y fortaleciendo su barrera protectora natural.
Por otra parte, se ha añadido un cabezal repleto de microagujas que añaden al combo la técnica del microneedling. Esta se basa en la creación de pequeñas heridas o daños en la dermis que activan su proceso de regeneración y sanación natural (pero tranquila, porque son totalmente seguras y no producen ningún tipo de dolor ni molestia).
Así, se activa la producción de colágeno y elastina, lo que se traduce en una mejora de la firmeza y una reducción de las arrugas, que además multiplica la eficacia del sérum, ya que consigue que penetre mucho mejor.
El resultado, según confirman las mujeres que lo han probado, es una piel más firme, lisa, radiante y rejuvenecida, así como una reducción considerable de las arrugas solo 3 horas después de la primera aplicación. Yo misma lo he utilizado y te aseguro que se nota. De hecho, una de las cosas que más me gustaron es lo jugosa que deja la piel, que se ve más saludable y bonita.
¿Cómo se usa el Clinical Beauty Filler?
Además, es que es mucho más fácil de lo que crees, ya que simplemente tendrás que colocar el cabezal en el sérum (ya que, al tratarse de un producto de grado médico, viene en una bolsita esterilizada) y apretar el aplicador para comprobar que sale el producto a través de las agujas.
Una vez tu rostro esté desmaquillado y completamente limpio, coloca el producto en una zona del rostro (lo ideal es empezar por la barbilla y cubrir todas las zonas en sentido ascendente), asegurándote de que todo el cabezal está apoyado, y pulsa el aplicador. A continuación, levanta el producto y colócalo en otro punto del rostro, repitiendo el proceso hasta cubrir todas las zonas que quieras tratar.
Cada frasco contiene sérum suficiente para un tratamiento completo de rostro y cuello, pero si quieres centrarte, por ejemplo, en la frente y te sobra producto, podrás reutilizarlo para un siguiente tratamiento. Eso sí, deberás comprar otro cabezal, ya que este no se puede volver a usar.
En cuanto a la frecuencia, lo ideal es realizar el tratamiento una vez al mes para conseguir resultados duraderos.