Tenían que llegar. Este verano, por mucho que los haters del calor lleven un par de meses deseando viajar a algún país del otro hemisferio, lo cierto es que los días de calor asfixiante se han hecho de rogar. Pero ya están aquí y durante esta semana la temperatura impedirá que salgamos a la calle a determinadas horas, que busquemos nuestro frigorífico como locos en casa deseando haber metido una botella de agua más y abramos las ventanas por la noche buscando un poco de corriente. Porque si hay algo que nos pone muy nerviosos en verano es la hora de dormir.
El calor, sin duda, influye muchísimo en el descanso nocturno. Y es que, intentar dormir a una temperatura elevada es misión casi imposible. De hecho, muchos de nosotros tenemos un peor sueño en verano por esta razón. Por eso, buscamos desesperadamente trucos y productos que nos hagan esta tarea mucho más fácil porque, además, si no lo conseguimos, podemos poner en jaque, incluso, nuestra propia salud.
En mi casa, por ejemplo, con una orientación sur y nada por delante que frene la incidencia del sol, intentar llegar a una temperatura de confort agradable cuando nos vamos a la cama se ha convertido en el objetivo número uno de cada noche. Por eso, te puedo contar qué trucos utilizo para conseguirlo. Algunos son bien sencillos.