Cuando viajamos en avión, el problema que tenemos la gran mayoría de nosotros pasa por el tamaño de nuestro equipaje. Las maletas de cabina ya no son lo suficientemente pequeñas para las aerolíneas, porque ahora nos piden aún más reducción de centímetros. Sin embargo, en la puerta de embarque y en más de una ocasión, a mí me han hecho pesar la maleta. Sí, aunque no lo pensemos a la hora de hacerla, todas esas aerolíneas tienen también límite de peso, no solo para el equipaje facturado, sino también para el equipaje de mano.
Un límite que se sitúa en torno a los 10 kilogramos y que, en realidad, lo alcanzas enseguida. Por eso, ya no solo tengo trucos para conseguir ganar espacio en mi maleta o mantener cierto orden en ella, sino que busco aquellos productos que, de algún modo, aligeren su peso. Algunos lo que hacen es sustituir a otros, como llevar una toalla de microfibra en vez de una toalla de algodón, mientras que hay otros que comprimen las prendas. El aire también pesa.