Soy partidaria de ir caminando a cualquier sitio. Si la distancia es razonable, de hecho, trato de que mis hijos hagan lo mismo. Al menos, el que ya camina. Sin embargo, hay veces que necesitas llevar contigo una silla de paseo, porque la distancia es bastante importante o porque, sencillamente, les toca la hora de la siesta. Algo que, sobre todo, nos ocurre cuando viajamos.
Desde el principio, una de mis preocupaciones era conseguir una silla que pudiésemos llevar cómodamente, no solo en el coche, sino también en los demás medios de transporte. Con cuatro meses, mi hijo mayor ya había montado en avión, tren, coche y vaporetto. He probado decenas de sillas y creo haber encontrado la que nos puede valer para todo: para salir a pasear por las tardes y para recorrer la próxima ciudad extranjera que tenemos en mente. Por eso, me veo en la obligación de recomendártela.
El nuevo modelo de Bugaboo Butterfly nos trae todo lo bueno de las sillas más pesadas de la marca, sobre todo, su bendita suspensión y amortiguación, pero rebajando mucho su peso y haciéndola tan plegable que, al final, te ocupa lo mismo que una maleta de cabina. Apenas supera los 7 kilogramos de peso y puedes llevarla contigo en el avión. Además, es lo suficientemente cómoda para que tu hijo duerma y descanse mientras camináis. La inversión no es desorbitada y, además, ahora, está en oferta.