Las plantas de exterior más bonitas y fáciles de cuidar

La cyca es una de las plantas más resistentes a la sequía, soportando muy bien las altas temperaturas e, incluso, pudiendo superar las épocas de frío moderado. Prefiere temperaturas cálidas, entre 18-24 °C, y no sobrevive a las corrientes de aire ni una bajada grande de temperaturas.

Si la sitúas en una terraza, asegúrate de que lo haces en una maceta amplia. Y, si tienes un jardín, lo mejor es que lo hagas directamente en la tierra.

Esta Cycas Revoluta puede alcanzar los 100 o 110 centímetros de altura, por lo que es mejor situarla en el suelo. Es una planta tropical de follaje exuberante y con un tronco robusto. Es muy fácil de cuidar, ya que requiere un riego moderado. 

Necesita luz indirecta o luz solar filtrada, pero que nunca incida de manera directa, pues sus hojas pueden llegar a quemarse.

Cuando pienso en el buen tiempo y en el verano, siempre veo mi terraza con limones y naranjas. Andalucía es una comunidad preciosa para inspirarte y un limonero una de las mejores plantas para un espacio exterior.

El citrus limón tiene su origen en Asia y, aunque no te lo creas, es una de las plantas de exterior más fáciles de cuidar, cada vez más popular entre los expertos en esto de la jardinería.

Es una planta que tienes que abonar entre primavera y verano, que necesita la luz del sol directa y un riego habitual, evitando que la tierra se seque entre uno y otro. Por eso, se recomienda regar, al menos, un par de veces por semana.

Intenta evitar las corrientes de aire, pero se adapta a cualquier ambiente de humedad que tengas. Es un árbol seguro para mascotas y niños.

El bonetero japonés como este de Verdecora, cuyo nombre original es Euonymus Japonicus, es una planta estupenda para tu terraza o balcón, pues se adapta fenomenal a las macetas de gran tamaño, pero también las más pequeñas que tengas en casa.

Su presencia en un jardín puede llegar a convertirse en la base para un diseño estupendo. Por su frondosidad y resistencia. 

No requieren grandes cuidados, siempre que los coloques al sol, realices un riego moderado, al menos, una vez por semana y evites el exceso de humedad de sus hojas. Además, les gustan los lugares bien ventilados.

El crisantemo es una planta que te la puedes encontrar en infinidad de colores, ya que tiene flor, y enriquecer el exterior de tu hogar para que no se vea solo verde. Y es una de las plantas con flor de exterior más fáciles de cuidar.

Es una planta muy parecida a la margarita, pero tiene características propias. Cuentan con infinidad de pétalos, que se superponen unos a otros, creando flores llamativas en forma de pompón al crecer muy juntas. Los colores más habituales son el blanco, amarillo y rosados o violáceos.

Su exposición al sol no debe ser directa, pero toleran muy bien estar en un exterior. De hecho, agradecen que el lugar no sea seco y no sufren si tienen corrientes de aire cerca. El riego debe ser bastante habitual, pues su sustrato se debe mantener siempre húmedo.

El Chrysanthemum de IKEA se vende en varios colores y con una altura de unos 15 centímetros, ideal para colocarla en jardineras colgando de tu terraza o balcón.

El Galán de noche, también conocido como Dama de noche, alcanza una altura bastante considerable, por lo que te recomiendo ubicarla en el suelo y en una zona en la que pueda crecer sin problemas.

Requiere de un riesgo moderado y, al ser de hoja perenne, podrás disfrutar de ella durante todo el año. Además, sus pequeñas flores blancas desprenden un aroma embriagador.

Esta Cestrum Nocturnum de Verdecora llega con una altura inicial de mínimo 20 centímetros y es muy fácil de cuidar. Necesita de una exposición solar parcial o total y que la tierra se mantenga ligeramente húmeda, pero sin llegar a encharcarse. Hay que podarla siempre al final del invierno para favorecer su floración.

Los cactus y suculentas son, a priori, las plantas más fáciles de cuidar. Digo a priori, porque yo confieso que alguno he matado. Soportan muy bien vivir las condiciones de los espacios exteriores.

En este caso, he elegido una Euphorbia Eritrea, conocida comúnmente como Corona de leche, cuyo origen se sitúa en África. Una planta resistente y, de nuevo, fácil de cuidar.

Se adapta a cualquier ambiente, aunque prefiere una exposición a la luz solar directa. El riego ha de ser moderado, dejando que el sustrato se seque entre uno y otro. Un riego semanal es lo recomendable, sobre todo, en época estival.

No tolera la humedad, por lo que ni se te ocurra pulverizar agua sobre ella. Es tóxica para las mascotas.

Otra de las plantas de exterior con flor más fáciles de cuidar son los geranios. Son plantas que florecen todo el año y toleran muy bien los cambios de climatología. 

Es una de las flores más típicas de nuestro país y verás muchas terrazas en tu ciudad protagonizadas por ellos. Su fácil mantenimiento es responsable de ello. Sus colores van desde el blanco hasta el rojo, rosa o naranja. Son plantas llamativas.

Lo mejor es colocar siempre tus macetas bajo una fuente de luz directa, aunque no vayan a morirse si tienen algo de sombra. El riego ha de ser muy regular, pero no excesivo, para que el suelo no se encharque. Y, cuando lo hagas, intenta no mojar las flores.

Este geranio de Verdecora tiene un diámetro de 13 centímetros y la altura dependerá de su floración. Es una planta muy resistente y con aroma.

Cualquier planta aromática es fácil de cuidar y apta para exteriores. Pero en el caso de la lavanda, además, sus cuidados son muy sencillos. Tiene un aspecto muy vistoso y elegante, dándole este toque campestre y rústico que tu terraza urbana necesita.

Aunque crece bastante, la lavandula de IKEA viene con un tamaño de 12 centímetros. Debes situar la maceta a pleno sol, pues necesitan al menos seis horas diarias de sol para crecer bien.

Asegúrate, además, de que el drenaje es correcto y no se encharca, regándola una vez por semana. Si la cuidas bien (y es fácil), su floración puede llegar a ser muy intensa.