7 accesorios imprescindibles para un pícnic en el parque

Contar con una manta o mantel para pícnic es indispensable. Ten en cuenta que es un plan que se hace en el suelo, ya sea cubierto de hierba o de arena, y tiene que ser agradable sentarse e higiénico apoyar la comida. 

Por tanto, su tamaño debe servir de base para todo el despliegue gastronómico que llevas y dejaros algo de espacio para sentaros.

Esta manta con estampado en los típicos cuadros vichy rojo que puedes encontrar en Maisons du Monde está pensada para seis u ocho personas. Su reverso es impermeable, gracias a su forro de poliéster. Su parte superior está fabricada en algodón y tiene correas exteriores para poder transportarla fácilmente. Sus dimensiones son de 280 x 140 centímetros.

Se puede lavar a máquina, con lo que no te preocupes si se mancha.

Por mi mano han pasado multitud de cestas de pícnic, desde las más tradicionales de mimbre hasta otras más modernas, mochilas y, el verano pasado, una nevera como esta de ALLCAMP y, sin duda, para un pícnic en el parque, este formato es el que más práctico me parece.

Tiene una capacidad de 32 litros, un revestimiento aislante que mantiene la temperatura y una estructura con marco de aluminio que hace que sea una cesta muy duradera. El asa de transporte tiene un doble almohadillado, para que llevar la comida, aun a pesar del peso, sea algo cómodo. Se puede plegar y guardar fácilmente.

El ambiente es importante y, por eso, en cualquier plan al aire libre, ya sea en un parque o en tu propia terraza, la música es una gran compañera. Para poder escucharla, por favor, sin molestar al resto, no te olvides de tu altavoz portátil con conexión Bluetooth.

Una de las últimas novedades en llegar es el modelo ULT FIELD 1 de Sony, que te permite poner la banda sonora perfecta a tu velada directamente desde tu móvil.

Incorpora una correa multidireccional para que usarlo sea muy sencillo y te puedas llevar el altavoz donde quieras, pues es resistente al agua y a los golpes. Su batería es de larga duración y su sonido es muy profundo, por lo que es perfecto para el aire libre.

Llevar una vajilla de cristal a un pícnic, sobre todo, si hay niños de por medio, no es una buena idea. Por eso, te recomiendo que elijas materiales que no se rompan y que luego sean fáciles de limpiar, por si no puedes hacerlo inmediatamente después de usarlos.

Este juego de platos, boles, vasos y cubiertos está pensado para ir de camping, pero nos vale igual. Además, me gusta que los cubiertos van guardados de manera individual, para que cada uno sepa en todo momento dónde está el suyo y no tengas que cargar con todos si sois menos de cuatro. De hecho, el set está pensado para ese número de comensales.

Está fabricado en material PP reutilizable de calidad alimentaria, con bordes suaves y redondeados. Y, créeme, con todas las piezas que tiene (un total de 48) no vas a necesitar nada más.

Dentro de la colección Varna de Maisons du Monde, he encontrado esta mesa plegable que me parece lo más práctico que te puedes encontrar de cara al verano. Y para ir de pícnic también.

Está fabricada en madera de eucalipto, por lo que su tacto es agradable y la mesa en sí, muy duradera a los antojos climatológicos.

Su diseño plegable facilita, no solo el almacenamiento, sino también el transporte. De hecho, tiene un asa en el lateral para poder llevarla de un sitio a otro, porque no pesa demasiado. Montarla y desmontarla no es nada complicado.

Si la música nos ayuda a crear un ambiente estupendo en nuestro plan outdoor, la iluminación es otra gran aliada. Y como no vamos a salir con un cargamento enorme de velas de cera que puedan caerse en el mantel y arruinar nuestra tarde, podemos ir con unas velas artificiales como estas.

Son cinco velas LED que están diseñadas con una simulación de llamas que brillan como si fuesen velas de verdad. Se puede regular la intensidad de la luz y su batería dura unas 300 horas.

Su color imita muy bien la parafina de las velas de verdad, con diferentes tamaños: 14, 15, 15, 18 y 20 centímetros.

Yo siempre he sido fan de los deportes más clásicos y he cargado con todo cuando planeaba una tarde al aire libre: la pelota para el fútbol, las raquetas, el balón para algunos otros juegos como Sangre o un bate de béisbol.

Sin embargo, en el último pícnic en el que estuve, organizado por una persona que es el amante número uno de la naturaleza, sacamos lo que se conoce como slackline. No es más que una cuerda que se ata a dos árboles y tú tienes que tratar de llegar de un sitio a otro sin caerte. No ocupa nada y te pasas toda la tarde entretenido. Y pueden jugar grandes y pequeños.

Este juego de alackline tiene un diseño en zigzag con tres longitudes diferentes: 15, 25 o 35 centímetros. Su ancho es de 5 centímetros, para que vayas pensando cómo cuadrar tus pies, no es fácil. Incluye una bolsa de transporte en 100% lino y dos bandas de protección para los árboles con cuatro trabillas integradas para fijarlo fácilmente y de manera intuitiva sin llevarte ningún susto.