10 accesorios imprescindibles para tus vuelos de larga distancia

Al leer el encabezado de este artículo, estoy segura de que lo primero en lo que has pensado es en una almohada para el cuello. Y no estás equivocado. Es una de las partes del cuerpo que más sufre y se resiente tras un largo viaje en avión.

En avión o en cualquier otro medio de transporte. Debería ser un accesorio para todo tipo de viajes, sobre todo, si están a más de un par de horas de distancia. 

Y no vale cualquier almohada. Si tu viaje es largo, te recomiendo una que recoja bien tu cuello, pero también la zona de la barbilla, como esta de BCOZZY. Te ayuda a prevenir el dolor de cuello al cerrarse y dejar que puedas apoyarte en un rango de 360º. De hecho, está pensada para poder dormir en cualquier posición con ella y que te sea cómoda.

Está disponible en dos tamaños, uno grande y otro extra grande, y ha sido fabricada con materiales hipoalergénicos, para evitar cualquier tipo de reacción.

No te olvides de que puedes llevarla tanto dentro como fuera de tu maleta de mano, no te pueden poner pegas, pues es un objeto adicional al equipaje en cabina.

Otro de los accesorios que garantizan tu descanso en un vuelo de larga distancia (y que yo aprendí a incluir en los míos cuando encadenaba un vuelo con otro) es el antifaz. 

No necesitas algo demasiado complejo pero sí cómodo, que no te apriete ni te deje marcas. Si no es así, acabarás por regalárselo a la primera azafata que pase.

En este caso, el material de fabricación es la seda, muy suave y agradable, pero además su tira posterior es ajustable, para adaptarlo bien. Su relleno es 100% de algodón, muy ligero (algo que también se agradece) y no presionará tus ojos.

Como accesorio adicional, cuenta con dos pares de tapones que también agradecerás, sobre todo, si necesitas un extra de silencio en las horas nocturnas.

Otra de las grandes enseñanzas que he aprendido tras realizar viajes de larga distancia es llevar siempre conmigo unos calcetines. De esta forma, podrás descalzarte sin pasar frío. Yo los llevo, incluso, en verano.

Al pasar tanto tiempo sentado, la sangre se acumula en las venas de las piernas y los pies, irremediablemente, acaban hinchándose. Por eso, cuanto más alivies esa presión, mejor.

Te recomiendo unos calcetines de algodón con cierto contenido de elastano, para que sean elásticos y no te aprieten, además de antideslizantes, como estos de TENQUAN. Ahora bien, siempre que te encuentres en tu sitio o vayas a levantarte esporádicamente a por algo de tu maleta.

Si, por el contrario, necesitas ir al baño o pasearte por el pasillo, ponte los zapatos. Si preguntas a cualquier auxiliar de vuelo, es lo que va a pedirte, pues los fluidos del suelo del baño, por ejemplo, no suele ser agua.

Cuando entras en un avión, la gran mayoría de las veces parece que has cruzado una puerta invisible que te hace viajar inmediatamente al Polo Norte. No hay pingüinos, pero casi. Aunque, todo tiene su explicación.

Pasamos frío en la cabina del avión porque el aire acondicionado (que se regula por el propio personal de vuelo) está demasiado fuerte. Y está demasiado fuerte porque, a pesar de la presurización (que nos mantiene a salvo de la bajada de presión que se produce al coger altura), durante el despegue y el aterrizaje ese cambio es tan brusco que puede producir mucho malestar en los pasajeros, debido al cambio repentino en nuestros niveles de oxígeno. Incluso, se puede complicar y producir la pérdida de consciencia.

Para evitar que esto ocurra, la temperatura del avión se mantiene baja y, si eres una persona friolera, puede hacer que tu vuelo sea hasta desagradable. Por eso, yo viajo siempre con un pañuelo, fular o manta para viajes.

Esta de Travelrest® es tipo poncho, de una textura muy suave y agradable y, aunque te muevas, te cubrirá durante todo el vuelo. Sus dimensiones son de 96 x 152 centímetros.

Desde que soy madre, viajo mucho menos de lo que me gustaría. Pero hacerlo con ellos, sobre todo en viajes de larga distancia, es algo más complejo. Por eso, siempre intento que el vuelo coincida, o bien con el sueño nocturno, o bien con alguna siesta. Y, para garantizar su descanso (que es también el mío), sin que se despierten antes de tiempo, lo mejor es contar con un reposapiés hinchable como este de Maliton.

Disponible en tres colores, es plegable y apenas ocupa un cuarto de tu mochila. Se puede colocar entre el asiento de tus hijos y el de delante, ampliando la zona en la que pueden tumbarse. Se puede hinchar sin bombas ni accesorios con los que tengas que cargar de manera adicional.

Además de llevar tu teléfono móvil bien cargado de batería a un vuelo de larga distancia, cuenta con un soporte que te permite ponerlo, o bien en la mesita desplegable o bien en la zona trasera del asiento delantero. Tanto si vas a ver una película como si vas a jugar algún tipo de juego, es una manera cómoda de tenerlo siempre a mano y que ni se caiga ni se pierda.

Este de Wicked Chili se puede ajustar en altura y con el ángulo que necesites, para tener una buena visión de su pantalla en todo momento. Es compatible con: iPhone 14, 13 (Pro, Max, Plus, Mini) Samsung Galaxy, Xiaomi, Huawei y sostiene de forma segura todo teléfono móvil con una anchura máxima de 96 milímetros.

Los auriculares que suelen repartir en los aviones, trenes o autobuses son un auténtico castigo para nuestras orejas. Por eso, es mejor llevar siempre los que más cómodos te resulten, incluso, si te quedas dormido con ellos.

Puedes optar por unos con cancelación de ruido, si quieres aislarte por completo, o no. Pero lo que sí tienes que buscar es que se ajusten bien a tu oreja, que no te duelan tras unas cuantas horas con ellos puestos.

Uno de los que mejor valoraciones tiene en cuanto a viajar con ellos son estos de HOMSCAM. Cuentan con control táctil inteligente que elimina el tener que incluir botones y que sean incómodos, y están equipados con chips Bluetooth 5.0 de nueva generación, asegurándote una conexión muy rápida entre ellos y tu dispositivo móvil.

Su potencia y claridad de sonido es muy buena, contando, además, con cancelación de ruido.

Una de las cosas en las que más me gusta invertir el tiempo de vuelo es en la lectura. Ya sea de libros o de revistas, aprovecho cada viaje para leer. Y, en vez de llevar kilogramos de peso con todas mis novelas de papel aún por empezar, suelo viajar con mi libro electrónico.

En el caso de, como yo, disfrutar de todo tipo de lecturas (libros, revistas o cómics), existe un dispositivo que te permite disfrutar de ellos a color, escribir, tomar notas y hacer, en definitiva, la lectura algo tuyo. 

Es el e-reader Kobo Libra Colour. Cuenta con una memoria de 32 GB, suficiente para dar una pequeña vuelta al mundo sin que la literatura se agote, con conexión Bluetooth y modo de lectura horizontal. El tamaño de la pantalla, además, es amplio: 7''.

Cuenta con iluminación frontal con ComfortLight PRO, que ajusta el brillo de manera automática y la temperatura de color, reduciendo la dañina luz azul.

Todo viaje en avión, sobre todo, si es largo, requiere de un neceser con los productos básicos de higiene. Aunque sea, unas toallitas húmedas para limpiarte las manos y evitar que los mil millones de gérmenes existentes en un aeropuerto acaben con tu viaje.

Para que pueda pasar el control de seguridad del aeropuerto, este ha de ser transparente y con productos que no superen los 100 mililitros de capacidad. En este de Jissta, de 20 x 20 centímetros (las medidas que, hasta este año, estaban permitidas, pues ahora no existe esta limitación), puedes incluir esos esenciales que vas a necesitar: un gel hidroalcohólico o toallitas húmedas, tu cepillo de diente y tu pasta dental, el líquido de las lentillas si has decidido viajar con ellas, etc.

Están fabricadas en material EVA 100% reciclable, libre de plástico, PVC y BPA, con una superficie suave y fácil de limpiar, resistente al desgaste, y cremalleras que impiden que si se derrama algún líquido, arruine tu bolso o mochila.

Para llevarlo todo en orden y bien organizado, lo mejor es contar con una mochila que sea fácil de plegar (para meterla bien debajo del asiento delantero) y con suficientes compartimentos en su interior para que encontrar algo en ella no requiera varias horas de vuelo.

Unas de las que más me gustan, por calidad y por cómo diseñan su interior, son las mochilas de Thule. Y, entre ellas, con muy buenas valoraciones, tienes la mochila Thule Aion 40L.

Todos los materiales con los que ha sido fabricada están hechos de poliéster 100% reciclado, procedente de botellas de plástico. La cubierta exterior, además, es de lona encerada, muy duradera y repelente al agua, las manchas y la suciedad.

Los deslizadores de las cremalleras exteriores se pueden bloquear para mayor seguridad, se compacta muy bien y su interior tiene todos los bolsillos necesarios para tener a mano cada cosa que guardes: desde la documentación hasta el antifaz y los tapones.