No importa que lo que lleves dentro de tu maleta tenga o no un valor (económico o sentimental) incalculable, es recomendable llevar siempre una etiqueta identificativa. Te ayudará a recuperar tus pertenencias en caso de pérdida y a poder identificar fácilmente cuál es la tuya en esa riada infinita de bolsas de viaje, mochilas y maletas que salen por la cinta de equipajes. Yo viajo mucho y me han perdido varias veces la maleta. Una vez, incluso, se fue a las islas Seychelles sin mí. Pero también la he perdido en el propio aeropuerto.
Para cumplir con esta misión, lo mínimo que le pido a esa etiqueta de equipaje son dos cosas: que sean lo suficientemente resistentes como para no romperse en medio de un viaje y que sea llamativa, para que, con un vistazo rápido y en la distancia, yo sea capaz de saber cuál es la mía sin tener que navegar junto con otros pasajeros sin un rumbo fijo.