Los 13 mejores juegos de mesa de 2024 que prometen convertirse en todo un clásico

Disney Lorcana nos coloca en una lucha importante, aquella que mantienen los héroes, villanos, princesas, hadas y todas las criaturas que conforman la factoría. Si no has visto todas sus películas, tienes que ponerte al día. Blancanieves, Mickey Mouse, Cruella de Vil, Peter Pan o, literalmente, los 101 dálmatas (uno a uno) son los protagonistas de las cartas que este juego pone sobre la mesa para ver quién consigue llegar primero a los 20 puntos de leyenda o lore que necesitas para ganar.

Para empezar, hay tres sets que puedes comprar: The First Chapter, Rise of the Floodborn e Into the Inklands. Cada uno de ellos con las 60 cartas que las reglas te permiten llevar a cada partida. Sí, cada uno lleva su propia baraja, compuesta por uno mismo. Hay varios colores, pero solo puedes escoger dos para la batalla.

La dinámica no es demasiado compleja y combina a los personajes Disney que salen a la mesa para luchar (con ataque y defensa), junto a diversas acciones de un solo uso que incluyen las canciones de las películas, objetos que te ofrecen cierta ventaja frente a tu oponente y ubicaciones que, al ser visitada por tus héroes, te generan una serie de puntos. Si siempre te has quedado con ganas, como yo, de jugar a un juego de rol, este es tu momento.

Islet es un mundo compuesto por una isla que va modificándose según van interviniendo los jugadores, un conjunto de aves tropicales y los huevos que van poniendo. La misión de estas aves (y la tuya) es ir poniendo cuantos más huevos mejor. Para ello necesitas gestionar bien tus recursos y un poco de estrategia, aunque no es de los más complicados.

Cuenta con un total de 90 losetas de tres colores diferentes que definen los diversos tipos de terrenos y nidos. Además, hay 36 cartas de terreno y 36 cartas de nido, que son la esencia del juego. Según vas posicionando losetas cerca del islote inicial, vas adquiriendo cartas que son, en definitiva, una serie de recursos. Estos recursos son los que te van a permitir avanzar por la isla e ir poniendo huevos. Por eso, cada jugador debe ir equlibrando muy bien los recursos que obtiene con los que gasta. Ahí está la dinámica del juego.

Dorfromantik es un juego que ha creado bastante expectación en España hasta su lanzamiento, pues viene precedido del galardón Spiel des jahres de 2023, es decir, fue nombrado como el mejor juego de mesa del año en Alemania. Estamos ante un juego cooperativo de colocación de losetas hexagonales en el que, para conseguir la máxima puntuación (ni se gana ni se pierde) debes ir creando un maravilloso paisaje que albergan un conjunto de misiones.

Cuantos más puntos se consigan, más cajas se desbloquean. Unas cajas que van repletas de nuevas losetas para ir añadiendo a tu paisaje. Como si fuesen mini expansiones del propio juego. Hay dos tipos de losetas: las losetas de misión, que te marcan los objetivos que debes alcanzar dentro de las temáticas definidas (vías de tren, ríos, bosques, etc.) y losetas de paisaje, que te ayudan a cumplir con los requisitos de dichas losetas de misión.

Por turnos, tenéis que ir colocando losetas de paisaje hasta cumplir con los requisitos de las losetas de misión y, una vez cumplidos, se van sacando más losetas de misión. Así, hasta que no queden losetas de paisaje. Para colocarlas, existen una serie de reglas a tener en cuenta, al igual que unos retos que tendrás que también tendrás que intentar alcanzar si quieres conseguir más puntuación.

Los enanos son personajes que siempre nos han caído bien. Y si un juego de mesa se basa en ellos y en el trabajo que suelen desempeñar bajo tierra, el éxito está garantizado. De hecho, la edición que te propongo ha sido publicada recientemente por el 20 aniversario.

Saboteur es un juego de cartas en el que hay que conseguir llegar al tesoro oculto. Hay dos tipos de personajes, los enanos que trabajan juntos para intentar conseguir dicho objetivo, y el enano saboteador, cuyo objetivo es completamente contrario, que el tesoro no sea descubierto nunca. El reparto de las cartas y el azar deciden quién es cada uno de ellos. Si te toca el saboteador, tu segundo objetivo es que nadie te descubra.

Para llegar al tesoro, se deben ir disponiendo cartas que consigan crear un túnel subterráneo hasta las cámaras. Entre el inicio y la cámara en cuestión hay siete espacios que deberéis recorrer, pudiendo extender el tablero que se va creando en horizontal y vertical, por supuesto, con un límite. Tienes cartas para crear túneles, pero también para obstaculizar el trabajo de tus compañeros.

Doggerland es un juego que nos hace viajar hasta una región llamada así que debió ser engullida por el Mar del Norte hace 15.000 años, justo al finalizar la glaciación, pero a la que la naturaleza perdonó. Allí vivían algunos humanos, cazaban y aprovechaban todos los recursos naturales disponibles para poder sobrevivir.

Con esos recursos naturales (madera, piedra, huesos y conchas) se crearon herramientas para mejorar su hábitat y otros utensilios con los que poder asegurar su caza y recolección. Y, como tercer paso, comenzaron a construir viviendas para asentarse. Todo esto es justo lo que tú tienes que hacer.

Eres el jefe de una de estas tribus prehistóricas, te encuentras en medio de Doggerland, sin haberlo explorado nunca y con la misión de hacer sobrevivir a todos los que tienen puestas sus esperanzas en ti. Tienes que mejorar ese hábitat, incrementar la población, recolectar recursos y crear lo que sabemos ahora que hacían: obras de artesanía, pinturas rupestres y megalitos. ¿Y qué tienes en contra? El clima y la escasez de recursos. Además del tiempo, pues tienes 8 estaciones para conseguir el mayor número de puntos posibles.

Unmatched: Relatos Asombrosos es un juego de tablero que, en realidad, no es novedad en sí, sino que se encuentra dentro de la saga Unmatched. Sí lo es esta edición, pero, si no la conoces, te cuento en qué consiste. En cada juego se reúnen un conjunto de personajes pertenecientes a los cuentos, las leyendas y, en esta ocasión, algunos de los más conocidos de la época dorada de los cómics pulp (aquellos que aparecían en las revistas de comercialización popular y calidad no demasiado buena, pero que tuvieron un gran éxito). Algunos de ellos son Nicola Tesla o Jill Trent.

Ellos son los nuevos héroes que tendrán que unir fuerzas (recuerda, es un juego de mesa cooperativo) para derrotar a dos villanos: el Hombre Polilla y el Invasor de Marte. El objetivo es salvar al mundo. ¿Sencillo? Para nada. Por primera vez, todos los jugadores deben cooperar para luchar contra esos dos personajes controlados por el propio juego.

Cuando coloques a todos los villanos y ayudantes, cada jugador escoge un personaje, en una localización del tablero y con un conjunto de cartas -en mano y en mesa-. En cada turno, puedes realizar varias acciones: maniobra, de ingenio o decidir atacar. El objetivo es eliminar al villano y sus secuaces o, al menos, que estos no maten a vuestros héroes.

En este juego de cartas perfecto para llevar contigo tienes que ser el cocinero más rápido de la ciudad. Para ello, deberás competir con los demás jugadores para ver quién consigue tener los pedidos de comida primero y poder dárselas al servicio de delivery. Ahora bien, si tardas mucho, los clientes se enfadan y te penalizan con la carta de cliente insatisfecho.

El tablero se configura con las propias cartas y tú tienes que combinar bien los platos que tu food truck puede preparar con los que se disponen en él para conseguir hacer un pedido y llevarte su precio. Ahora bien, los demás jugadores pueden hacer lo mismo o robarte ese pedido en su turno, jugando de la misma manera, con sus cartas y las que se disponen en la mesa. Cuando se acaban las cartas de pedido, gana el que más monedas tiene en caja.

Dar la vuelta al mundo es, ya de por sí, algo exótico. Pero hacerlo en un día, sin tener que comprar billetes de avión y aprendiendo algo nuevo sobre cada destino, es aún mejor. Y en esto se basa Expediciones alrededor del Mundo. Un juego de mesa que, como Aventureros al Tren, promete convertirse en un clásico de las tardes en familia.

Y es que es un juego que se define como familiar, con tres expediciones que parten simultáneamente desde el norte de Europa y, a partir de ahí, deben ir llegando a diferentes localizaciones marcadas en el mapa, dándote en cada llegada, si sabes guiar bien cada una de ellas, puntos de victoria.

Tu misión es esa, dirigir cada expedición para conseguir tus objetivos e ir coleccionando destinos, propios y comunes. A medida que lo haces, vas aprendiendo sobre la historia y la cultura de cada uno de ellos. Al final de la partida, el que más objetivos haya logrado alcanzar, gana.

El mítico Hotel se popularizó durante los años 80 y 90, pero el juego fue lanzado en el año 1974. Por eso, en mi caso, esta edición especial lanzada para celebrar su 50º aniversario es para nostálgicos. Su mecánica es sencilla y no es otra que ir construyendo hoteles de lujo y hacer que el resto de jugadores tengan que pagar por alojarse en ellos, ganando cada vez más dinero. De hecho, no sé si recuerdas al chico que lo anunciaba en televisión: "Aún recuerdo cómo conseguí mi primer millón gracias a Hotel". Ese es el objetivo, convertirse en millonario. ¿Y a quién no le gusta?

Para ello, debes comprar y mejorar los hoteles que se van creando en el tablero, así como los resorts de lujo, para ir ganando el mayor dinero posible. La mecánica se mantiene intacta, pero se han modernizado sus fichas, cartas, los edificios y el propio tablero. A su vez, tienes que intentar no caer en las casillas ocupadas por otros jugadores (algo que está completamente en manos del azar), para evitar tenerles que pagar por ello.

Los dinosaurios y sus huevos son los protagonistas de este juego de mesa de tablero y cartas. La temática nos traslada a momentos antes de que un cometa colisione con la Tierra y destruya el hábitat en el que han vivido siempre.

Tu misión es colocar huevos de diferentes especies de dinosarios en los puntos de partida que te marque el tablero, esperar a que estos eclosionen y guiarlos hasta un lugar seguro donde, en principio, no tienen por qué sufrir los efectos de la colisión. Así, las crías de animales recien salidas del cascarón dependerán de tus rescatadores (los que tienes en mano) para moverse. Por eso, es importante elegir bien las cartas que vas salvando.

Es un juego de mesa muy rápido. El cometa llega sin darte cuenta y entonces, créeme, vas muy escaso de tiempo. Seguramente, alguna cría se quede sin salvar. Aunque sus reglas son fáciles, la cantidad de combinaciones posibles hacen que tengas que pensar mucho para intentar conseguir la mejor puntuación, teniendo en cuenta, no solo tu mano, sino también la de los demás jugadores. De hecho, puedes aprovecharte de sus movimientos en el tablero para tu propio beneficio.

El juego empieza repartiendo un héroe rescatador por jugador, con habilidades que te darán cierta ventaja para salvar tantas crías como puedas. A partir de ahí, te irás haciendo con una infinidad de animales diferentes, cada uno representado en una carta, que tendrán un movimiento concreto en el tablero (dependiendo del terreno) y una puntuación. Combinar unos con otros es lo que te dará más puntos de victoria.

En apenas 30 minutos, puedes conseguir cumplir con la misión que te propone My Island, un juego que te lleva a una isla misteriosa, a la que se llega tras un largo y cansado viaje, pero en la que debes construir las primeras casas, crear campos y caminos para poder atravesarla e ir avanzando poco a poco. Avanzar es tu objetivo.

Cada uno de los jugadores deben ir desarrollando su propia isla, a partir de losetas hexagonales interconectadas, con lo que el juego va cambiando con la intervención de cada uno de ellos. Más aún si tenemos en cuenta que el juego va evolucionando con una serie de episodios o partidas, un total de 24, que se van desbloqueando poco a poco. Por eso, la partida que juegues hoy será diferente de que jueges mañana. Y cada una incluye nuevas reglas y materiales (previamente ocultas en un sobre).

Para conseguir tu objetivo, tienes que ir uniendo conjunto de losetas hexagonales dentro de un tablero, tapando ciertas casillas y dejando otras visibles, según te vaya marcando el propio tablero. De esta forma, podrás ir sacando más o menos puntos. Conseguir el máximo es tu misión, pero puedes retirarte en cualquier momento sin perder ninguno. Cada episodio tiene unos objetivos concretos que nos recompensarán con más o menos puntos.

Este juego de mesa nace de una idea: los saltos en el tiempo existen y, además, pueden cambiar el curso de la historia o, en este caso, de la partida. Se juega por parejas, pero uno juega contra el otro, pues el objetivo es borrarse mutuamente de la historia. ¿Y cómo vas a conseguirlo? Utilizando tu invento (que son los viajes en el tiempo) para encontrarte con tu rival y acabar con su vida, antes de que él haga exactamente lo mismo.

Por tanto, nos encontramos en un juego totalmente abstracto en el que se introduce a cada uno de los jugadores (identificados con su ficha blanca o su ficha negra, claramente, antagónicos) en tres escenarios diferentes, cada uno de ellos instaurado en un tiempo determinado y con una dinámica propia. Todo lo que hagas en el primer escenario (el pasado) tiene sus consecuencias en el segundo escenario (el presente) y, por supuesto, repercute en el tercer escenario o tablero (el futuro). Y, para ganar, no debe quedar rastro de tu oponente en ninguno de los tres. Ahora bien, hay una serie de reglas a seguir que hacen algo más complejo eso de ir y venir.

Si hay un volumen dos es porque el primero ya triunfó. Y de ese primer volumen mantiene la mecánica, sencilla pero bien elaborada, y la diversión que te aseguran todas sus partidas. Es un juego ambientado en múltiples realidades (lo del multiverso, ya sabes, está muy de moda) en los que tú y tu acompañante tendréis que recorrer hasta cuarenta mapas diferentes en los que ir resolviendo objetivos. Depende de cómo vaya avanzando cada uno, el final puede ser uno u otro.

Tras cada escenario se desbloquea un mapa y, en él, tienes que decidir tu propia aventura, enfrentándote a héroes, heroínas y otros muchos adversarios, resolviendo los acertijos que se te plantean, siempre con alguna pista de por medio que investigar y utilizar.

En esta ocasión, a diferencia del primer volumen, tenemos dos aventuras independientes: Espada, cuyo planteamiento es el de dos ciudades-estados que van a declararse la guerra por la desaparición del hijo del Duque, con hordas de orcos y goblins campando a sus anchas; y Brujería, con la ciudad de Termisgar amenazada por una oscura sombra hechizada.

La mecánica establece que se va jugando por turnos y, en cada turno, se pueden realizar dos acciones: mover a un personaje o investigar una zona del mapa. Ahora bien, hay un contador que limita las intervenciones.