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Eduardo Mendoza es, ante todo, un gran lector. Y un lector de libros clásicos, pues su acercamiento a la literatura lo haría, según afirma él mismo, con novelas como La isla del tesoro (1883), Tarzán de los monos (1912) o La vuelta al mundo en 80 días (1872). Sin embargo, sus novelas nada tienen que ver con este tipo de historias.
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El novelista español publica este año su última novela Tres enigmas para la organización (2024), cuya trama gira alrededor de una organización gubernamental secreta que afronta los peligros de una investigación bastante turbia.
Como todos los títulos del autor, la intriga y el humor son protagonistas. Unos títulos que forman parte de una extensa biografía en la que no hay libros malos. Si quieres adentrarte en su literatura, te recomendamos alguno de sus libros más leídos.
Eduardo Mendoza considera esta obra como "la más excéntrica" que ha escrito. El libro relata la búsqueda de un extraterrestre, llamado Gurb, desaparecido en la Tierra. Ha adoptado la apariencia de Marta Sánchez y no se sabe en qué punto de la ciudad de Barcelona está. El narrador es otro alienígena que sale en su búsqueda y que, para mayor rizo, se ha convertido en el conde-duque de Olivares. Un personaje que cambia a su antojo según avanza la historia, siendo Paquirrín, Unamuno o Alfoson V de León.
Una novela satírica que utiliza la paradoja para ir avanzando y descubrir una ciudad completamente absurda, cotidiana y acelerada. Se publicó en inicio como fascículos en el diario de El País, pues su estructura por horas es perfecta para ello, y, tras su éxito, se recopiló en una novela.
La primera novela de Eduardo Mendoza y, quizás, la que deberías considerar como imprescindible o, al menos, leerla si quieres conocer de dónde viene toda su obra. De hecho, muchos la consideran la primera novela de la Transición por la realidad social de principios de siglo que presenta (1917-1919). En origen, de hecho, se iba a llamar Los soldados de Cataluña, pero la censura franquista acabó con este título. Obtuvo el Premio de la Crítica 1976.
Aunque lejos del humor que vendría después, no deja de ser un relato irónico con Javier Miranda como protagonista y narrador. Este joven de Valladolid viaja hasta Barcelona a principios del siglo XX en busca de trabajo. En el despacho de abogados que empieza a trabajar conoce al empresario francés Paul André Lepprince, su mentor.
Junto a él, se adentra en un conjunto de intrigas y ambiciones, en una atmósfera demasiado turbia que se complica con el asesinato del industrial catalán Savolta, dueño de un negocio que vendió armas a los aliados durante la Primera Guerra Mundial.
Un inglés llamado Anthony Whitelands, experto en Velázquez, viaja a Madrid en plena Guerra Civil Española. El joven, ajeno a todo, quiere comprobar la autenticidad de un cuadro, supuestamente del autor de Las Meninas y perteneciente a un amigo de José Antonio Primo de Rivera, cuyo valor económico puede resultar determinante para un posible cambio político en nuestro país.
Un buen repaso a la historia de estos años, con el humor característico del autor, donde no falta ni la intriga ni la investigación. Las mujeres de distintas clases sociales se mezclarán para distraer al crítico de arte que no sabe en las conspiraciones que se verá envuelto, con la policía, algunos diplomáticos y varios espías siguiéndole la pista.
Esta es la primera de las novelas del detective sin nombre que ha conquistado, con sus historias posteriores, a la mitad de los lectores de nuestro país. Después de publicar La verdad sobre el caso Savolta (1975), también de mucho éxito, Eduardo Mendoza se entrega por completo a la novela humorística.
La novela se enreda en una investigación para descubrir qué ha pasado realmente en la desaparición de una niña en un internado de mojas. El comisiario Flores, ante ésto, decide buscar ayuda en un antigu ocriminal interno en un manicomio. Si resuelven el caso, éste saldrá libre. Y aquí tenemos el toque de locura de la obra.
La historia se sitúa en la ciudad de Barcelona durante la Transición, en plena dictadura. Por lo que se convierte, a su vez, en una gran crítica.
La crítica asegura que es la obra maestra de Eduardo Mendoza y, sin duda, es la más extensa del autor. Su protagonista es Onofre Bouvila, un anarquista que vive en la corrupta sociedad de la ciudad de Barcelona entre 1888 y 1929, dos años famosos por estar entre las dos Exposiciones Universales.
Una crítica social satírica de la ciudad, quien llega a ser la protagonista, de la mano de otro de los grandes personajes del autor, un caradura e inteligente Onofre Bouvila,
Por último, ésta es la tercera entrega del detectivo sin nombre que ya aparece en el libro El misterio de la cripta embrujada, también uno de los más leídos. Es una saga que encanta a todos sus lectores (y a los que no lo son). Con el mismo ritmo y la misma ironía, esta parodia del género policiaco sigue retratanto una España con grandes problemas sociales.
Para esta entrega, el detective anónimo se ha convertido en un peluquero ocasional, víctima de un engaño y, de nuevo, destinado a investigar a un misterioso asesino. Esta vez, Barcelona acaba de salir de los Juegos Olímpicos de 1992.
Las novelas de Eduardo Mendoza, en su mayoría y teniendo en cuenta la gran variedad de historias que publica, se enmarcan dentro de lo que se conoce como realismo tradicional. Una tendencia que nació como oposición al Romanticismo y que pone su punto de mira en la sociedad y sus problemas, en la actualidad política y económica, con cierta crítica hacia ella.
Sin embargo, en la pluma del escritor, este realismo tradicional se trabaja desde la parodia, el humor y la ironía, con recursos de este género, pero también de otros subgéneros distintos. Tiene un estilo muy sencillo y directo, considerando su lectura por parte de la crítica muy cercana a los lectores.
¿Qué novela de Eduardo Mendoza tiene como protagonista de fondo la ciudad de Barcelona?
Eduardo Mendoza nació en Barcelona y, por tanto, no puede extrañarte que la ciudad sea protagonista de algunas de sus novelas, como La Ciudad de los Prodigios (1986), donde la acción transcurre entre las dos Exposiciones Universales de 1888 y 1929, con todos sus cambios urbanísticos, sociales y económicos, o Sin noticias de Gurb (1991), cuando la ciudad se prepara par ala celebración de los Juegos Olímpicos de 1992, que fue publicada por El País por entregas.
El libro más leído de Eduardo Mendoza
Entre sus novelas, destacan como las más leídas: El secreto de la modelo extraviada (2015), cuyo protagonista es uno de los detectives más divertidos de la narrativa española, también personaje principal de El misterio de la cripta embrujada (1978), El laberinto de las aceitunas (1982) y El enredo de la bolsa y la vida (2012). También lo es Sin noticias de Gurb (1991), con más de treinta años y aún sigue sorprendiendo a los lectores.
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