Estos productos son los que necesitas para comenzar el 'BLW' con tu bebé

La primera vajilla que compré para mi primer bebé era un plato con tres divisiones. Me ayudó mucho los primeros días. Sin embargo, me di cuenta que, pasadas unas semanas, me era mucho más práctico ponerle un plato llano grande y que fuese mezclando él los alimentos a su antojo. Además, echaba en falta un plato hondo pequeño para las comidas más líquidas. Por eso, decidí hacerme con un set como éste de Béaba.

Tanto el plato como el cuenco han sido fabricados con silicona de grado alimentario (también su vaso y su cuchara, aunque el vaso lo comienza a utilizar ahora). Su ventosa te ayuda a que, con tantos golpes como dan cuando aún no tienen mucha destreza con las manos, no se les caiga el plato. Aunque la comida, inevitablemente, acaba muchas veces en el suelo. Una ventosa que cuenta con una discreta lengüeta para que a los padres nos sea fácil despegarla.

Los bordes de los productos están redondeados, para ayudar a que los niños se familiaricen con los alimentos. Y son aptos tanto para microondas como para lavavajillas. Algo para mí fundamental.

Aunque comprobarás que los cubiertos no son algo que utilicen los primeros días, es recomendable ponérselos a mano desde el principio para que, por iniciativa propia, comience a cogerlos. Y, si nos ven a nosotros, querrán hacerlo por imitación.

Para ello, también deben estar adaptados. Los primeros que yo compré fueron las conocidas pre-cucharas, como éstas de PandaEar, que son en realidad unas cucharitas pequeñas con cierto relieve para que la comida, sólida o líquida, se quede 'enganchada' y tu hijo pueda llevársela a la boca, independientemente del lado que utilice. Son idénticas por ambos lados.

Y es que los niños están acostumbrados a darle la vuelta a la cuchara antes de meterla en la boca, por lo que unos cubiertos con ambas caras iguales se lo harán mucho más fácil.

La trona es fundamental. Y, a veces, un quebradero de cabeza porque no tienes espacio, pero no puedes prescindir de ella.

Las opciones son muy variadas y es una elección muy personal. Existen las evolutivas, que están muy de moda, pero también las hay bastante sencillas, como la trona ANTILOP de IKEA, pero con un precio difícil de combatir y realmente recomendable. No es la que tengo en casa, pero la he utilizado mucho en casas de amigas y restaurantes.

Es cómoda para tí (por lo fácil que es limpiarla y, con el BLW, ésto hay que valorarlo) y para el bebé. Cuenta con una bandeja de bordes redondeados y con relieve, que te permite dejar la comida directamente en ella para que sea más sencillo para tu bebé, pero sin que se caiga al suelo. Además, si tienes varias, son apilables.

En cuanto cumplen los seis meses, una de las recomendaciones que nos hacen los pediatras es que los bebés tengan siempre agua a su alcance, para que vayan cogiendo el hábito de beber, incluso, entre horas. Yo siempre se lo he ofrecido a los míos en vaso. El biberón no lo han querido nunca para eso.

Yo elegí estos vasos de Munchkin, con los que ellos pueden regular su hidratación, incluso, cuando te piden agua desde la cuna. Y con el segundo, repito modelo.

Están fabricados en silicona, tienen dos asas de fácil agarre y una boquilla que, en realidad, está fabricada con un borde en 360 º para que puedan beber desde cualquier lado, con una válvula unidireccional que evita los derrames. Aunque le des la vuelta al vaso, el contenido no se cae. Así, poco a poco, aprenden a beber por sí mismos.

En el caso de decidirte por el método BLW, un babero tradicional se te va a quedar siempre corto. Tu bebé, no solo tirará la comida por todos los lugares que encuentre, sino que jugará con ella y se la pondrá hasta en la cabeza. Y las manchas de fruta y verdura son realmente difíciles de quitar de las prendas.

Por eso, yo acabé por hacerme con unos baberos en modo camiseta como éstos de ElecMotive que ahora lleva, incluso, a la escuela infantil. 

Se ajustan con pequeño velcro al cuello, con lo que te valen desde los 6 a los 36 meses. Están fabricados en un material impermeable que se puede lavar a máquina, con mangas largas y una abertura en la espalda para retirárselo sin mancharle. Pero es importante ajustarle bien el velcro posterior, para que la comida no se cuele por el cuello.

Mi hijo la llama 'la chiquitita' y es la cuchara con la que quiere comerse todos y cada uno de los platos que le ponemos. Primero, verás que utilizan las manos, pero llega un día en el que quieren ser mayores y te piden cubiertos. 

Sí que es cierto que, para los primeros meses, preferimos los pre-cubiertos. Pero una vez adquieren cierta destreza y saben hacer la pinza con las manos, pueden comenzar a comer con una como ésta de Chicco.

Está inclinada, lo que les facilita mucho llevarse la comida a la boca sin que se quede más de la mitad por el camino. Tiene un mango ergonómico muy cómodo, todos los bordes redondeados y algo muy importante, es muy ligera.  Ha sido fabricada con materiales suaves 0% BPA, es antideslizante y apta para lavavajillas.

Aunque le presentes a tu bebé los alimentos en su forma natural, habrá verduras y frutas que tendrás que cocer (por ejemplo, la zanahoria o la manzana no se puede ofrecer cruda) y alimentos que, de alguna manera, hay que cocinar, como la carne de pollo o el pescado.

Para ello, puedes utilizar exactamente lo mismo que utilizáis para vosotros (de eso se trata esta técnica), pero también podéis hacer uso de un robot de cocina especializado en la alimentación complementaria, como éste de Babymoov que yo he probado. Sobre todo, te ahorra mucho tiempo y estar pendiente de los puntos de cocción.

Tiene una capacidad XL y son 6 dispositivos en 1: calentador de botella (si quieres utilizarlo para el biberón), estirilizador de botellas, cocina al vapor, y descongelación-mezcla. No tienes que usarlas todas a la vez, sino que funcionan de manera independiente, para lo que tiene dos canastas de vapor separadas y varios recipientes.

Además, mantiene las vitaminas y nutrientes de los alimentos gracias a sus tres velocidades y diez programas. Deja los alimentos listos para tomar y te los mantiene caliente. Algo muy útil, sobre todo, las primeras semanas que es difícil cuadrar tu comida con la suya.

Por último, una de las grandes ventajas que yo he encontrado utilizando esta técnica de alimentación es que, si sales a comer fuera, ellos pueden comer de algún plato siempre. Ahora bien, tienes que llevarle su babero y sus cubiertos adaptados.

Por eso, yo cuento con este set de cuchara de Suavinex y, sobre todo, algo muy útil, su bib clip, un sujetababeros. Perfecto para llevarlo siempre en el bolso, gracias al portacucharas.

La cuchara es ergonómica y el sujetababeros te permite que una simple servilleta se convierta en un improvisado babero. Solo tienes que introducir sus esquinas por los extremos. Por lo que me corrijo, no necesitas llevar ni siquiera el babero. Es apto para lavavajillas.