Aunque los perros son animales domésticos, que en muchos casos disfrutan de una vida cómoda en la que la comida les llega a diario del “cielo”, estos siguen teniendo instintos de supervivencia. Esto les hace comer muy rápido para evitar que otros perros o depredadores les quiten la comida.
El problema es que comer rápido puede causar problemas más graves que una mala digestión o que acaben vomitando. Los perros que comen rápidamente pueden tragar mucho aire junto con su comida, lo que puede producirles una afección potencialmente mortal llamada torsión gástrica o dilatación vólvulo gástrica.
Este problema sucede porque el estómago se llena de aire y se tuerce sobre sí mismo, bloqueando tanto la entrada como la salida del estómago. Además, si tu perrito come muy rápido, podría no masticar bien su comida y como consecuencia, puede haber riesgo de asfixia.
La solución más efectiva y más sencilla (que yo misma llevo a cabo) es cambiar su plato normal por un comedero con obstáculos. ¿No sabes cuál comprar? No te preocupes porque a continuación te muestro uno de los mejores en calidad-precio que hay y que yo misma uso con uno de mis perritos.