Lo mejor
- El pelo queda más suave, brillante y con menos encrespamiento
- Desaparecen las molestas arrugas y marcas de las sábanas en el rostro, en mi caso bastante habituales
- Mejora el descanso gracias a lo agrable de su tejido, mucho más suave que el algodón
- No atrae los ácaros de polvo, un detalle que las personas alérgicas como yo agradecerán muchísimo
- Está disponible en una gran variedad de colores y medidas, para que puedas elegir la que mejor se adapta a tu dormitorio
A mejorar
- Requiere un mantenimiento más delicado, tanto en los lavados como en el planchado
- La medida no es exacta, en mi caso (50 x 75 centímetros) sobra bastante tejido en la parte superior
- Su precio es más elevado que una funda de algodón, aunque relativamente asequible si lo comparamos con otras fundas de seda
- Si a tu pareja no le convence, tendrás que buscar la forma de que la decoración quede uniforme y bonita
Una de las mejores opciones por su relación calidad-precio, perfecta para esas mujeres con cabellos encrespados o muy secos así como pieles con poca elasticidad en las que se marcan más las arruguitas. Eso sí, una vez la pruebes no querrás usar otra.
Si buscas en Amazon encontrarás infinidad de fundas de almohada de seda, pero tras mucho investigar me decanté por esta por su relación calidad-precio. Está fabricada al 100% en seda morera orgánica, una de las más recomendadas para conseguir verdaderos beneficios en el cabello. Y cuenta con las certificaciones GOTS y OEKO-TEX, las cuales garantizan su naturaleza orgánica y la ausencia de químicos en su composición.
Pero además, la tienes disponible en una gran variedad de medidas y colores, así que no encontrar una que te encaje es casi imposible. Yo escogí el modelo de 50 x 75 centímetros en un tono gris perla que combina a la perfección con el resto de mi ropa de cama, aunque sobra bastante tejido en la parte superior e inferior.
Mi primera impresión fue buenísima, ya que viene cuidadosamente presentada en una cajita y protegida por un papel grabado con el nombre de la marca. La primera noche que la utilicé me resultó algo rara la textura, acostumbrada a las fundas de algodón. Sin embargo, después de tres días utilizándola, me di cuenta de que necesitaba comprar más unidades, porque a partir de ese momento me iba a costar dormir sin ella.
No solo por lo agradable que resulta su suavidad, sino porque por primera vez me he despertado sin esas molestas marcas de las sábanas en el rostro, que en mi caso tardan bastante en alisarse.
En cuanto a su efecto sobre el cabello, aunque no puedo asegurar que haya sido la causa de que se me rompa menos (ya que también tomo vitaminas para el pelo y uso muchos tratamientos reparadores), desde que la utilizo lo he notado más suave y menos encrespado.
Solo le encuentro dos problemas. El primero es que sus cuidados son más delicados, ya que tendrás que lavarla a no más de 30ºC con un detergente de pH neutro o a mano, y plancharla con muchísimo cuidado. El segundo es que, como a mi pareja no le resulta agradable el tacto, cada uno de nosotros usa una funda diferente y la decoración de la cama no queda tan bonita, así que tengo que poner y quitar la funda todos los días o taparla con cojines extra.
¿Cuál es el mejor material para las fundas de almohadas?
No existe un material concreto específicamente indicado para la ropa de cama, y más concretamente para las fundas de almohada, ya que la decisión dependerá en gran parte de tus gustos y necesidades personales. En este sentido, los más recomendados son:
- Algodón: por su resistencia, suavidad y transpirabilidad, es uno de los tejidos más prácticos y utilizados en la ropa de cama.
- Seda: es el material más recomendado si te preocupan la salud y el aspecto de tu piel y tu melena, ya que reduce la rotura del cabello y mejora la hidratación de la dermis. Una variante más asequible son las fundas de almohada de satén.
- Lino: si sueles transpirar mucho durante la noche, el lino es tu mejor elección, ya que absorbe el sudor y te mantiene fresca.
- Microfibra: son las más fáciles de cuidar y una de las opciones más asequibles, de ahí que se hayan hecho tan populares, si bien no son las mejores para el cuidado de la piel y el cabello.
Si tienes el pelo muy seco, encrespado o con tendencia a enredarse y romperse, con esta funda vas a notar la diferencia. Evidentemente no es la solución milagrosa definitiva, pero sí una ayuda extra para complementar la acción de tus cosméticos y tu rutina capilar habitual. Por no hablar de lo gustosa que resulta al tacto mientras duermes.