Guía en 10 pasos para optimizar el espacio de tu maleta

El primer gran consejo, en realidad, no es ningún truco misterioso, sino algo que, después de todos mis viajes en tren, avión y coche, he podido comprobar y, al final, ha caído por su propio peso: invertir en una buena maleta de cabina. Está claro que depende mucho del destino y de los días que tengas pensado pasar en él, así como del transporte a utilizar. No es lo mismo irte 20 días a una casa en la costa española con tu coche y un estupendo maletero disponible solo para ti, que acercarte tres o cuatro días a la Costa Amalfitana, con toda la ruta que eso implica, y un ida y vuelta en avión. 

Sin embargo, aún a pesar de practicar ambos tipos de viajes, la maleta de cabina, para mí, es indispensable. Te olvidas de todo el tiempo que supone la facturación, que te la pierdan y te amarguen los tres días de vacaciones que tienes y, además, te ayuda a priorizar lo indispensable. A mi, además, me ayuda a clasificar. Tanto si viajo solo con ella como si voy también con alguna otra.

Y ya que vas a invertir, ahora sí, te dejo algunos tips: 

1. Fundamental, su tamaño. Asegúrate que es válida para las aerolíneas que más utilizas, pues hay algunas que desquician con sus restricciones y las reducen demasiado.
2. Su peso inicial, porque hay maletas muy pesadas que te harán un flaco favor a la hora de incrementar su peso con tus propias pertenencias. Cuanto más ligera, más margen tienes.
3. Compartimentos interiores, porque te ayudará mucho en la organización.
4. Sus ruedas y su exterior debe ser lo más resistente posible, para que la inversión te dure años. Si es de materiales impermeables, mucho mejor.

Una de las últimas en llegar para este verano es la maleta Thule Aion, que se adapta para cualquier tipo de viaje: ya sea de ocio o de trabajo, más corto o más largo. Tiene un cubo de embalaje de compresión con revestimiento de TPU, lo que me facilita la limpieza, para eliminar olores y humedad (sí, las maletas cogen la humedad de la ropa). Sus ruedas son de gran tamaño, sobre todo, las traseras, con lo que no la destrozo cuando me toca caminar con ella mucho. Los materiales con los que ha sido fabricada tienen la certificación Bluesign® (reciclados y duraderos), tanto en su exterior como en su interior.

Un buen truco para ahorrar espacio en la maleta es llevar un bolso amplio en el que puedas guardar todo eso que no has conseguido encajar en la maleta. Yo suelo llevar el neceser y los aparatos electrónicos, especialmente cuando viajo en avión, y así puedo sacar los líquidos cómodamente sin tener que abrir la maleta. 

Este modelo es de Uniqlo y está fabricado en un tejido con acabado resistente al agua, y un diseño que permite aprovechar su capacidad al máximo o plegarlo. Se cierra con un cordón y su correa es regulable, un detalle comodísimo para viajar ya que puedes llevarlo a modo de bandolera. 

Da igual cuál sea tu destino, la documentación es siempre un imprescindible. Porque, si no, puede que no llegues a viajar. Y créeme, puedes llevarte grandes sustos. Por eso, cuando realizo mi lista de tareas al hacer una maleta (sí, tengo un cuaderno de maletas), la primera siempre es reorganizar los documentos que voy a necesitar para viajar y en destino. Cuando los tengo, los incluyo en mi cartera de viajes.

Te parecerá una cosa que hacían nuestros padres en los tiempos de maricastaña, pero es algo que yo he acabado por encontrar muy útil, sobre todo, desde que empecé a llevar también las tarjetas de mi hijo. Fue un antes y un después hasta para ésto.

Por eso, tengo una cartera específica para los viajes que reúne los requisitos que también tiene este portadocumentos de Arvok:

• Es plana y rectangular, con lo que me cabe en el bolsillo exterior de la maleta de mano, sin sumar volumen.
• Tiene una correa para poder colgártela del cuello, algo fantástico cuando tienes las dos manos ocupadas en un aeropuerto.
• Es impermeable, para que no se estropee lo que hay dentro, como una fotocopia de un pasaporte (algo que te recomiendo hacer siempre).
• Además, para evitar escaneos no deseados y garantizar tu privacidad, tiene una tecnología de bloqueo de radio de identificación de frecuencia.

Cuando era pequeña, viajaba siempre con neceser de mano. Algo que mi madre tenía siempre preparado dos semanas antes. Sin embargo, los vuelos de bajo coste y las restricciones en los aeropuertos le enseñaron a ella y a mi que, lo más cómodo, era viajar con uno tipo estuche. Así, las dos, hemos conseguido reducir mucho el número de productos que llevamos.

Al principio, viajaba con las típicas bolsas de plástico que te dan en los controles del aeropuerto. Eso era mi neceser hasta que tuve un par de sustos. Estas bolsas no suelen cerrar bien y el contenido de alguno de mis botes se derramó y lo ensució todo, dentro y fuera de la bolsa.

Por eso, ahora viajo con un neceser muy parecido a la que te recomiendo de MOCOCITO que, además, tiene buenas valoraciones.

Es transparente, para pasar sin problema el control del aeropuerto, un tamaño muy bueno y los botes necesarios para llevar tus indispensables de belleza. Además, es de plástico (si se ensucia se limpia rápido) y con cremallera, para evitar fugas.

Ahora bien, puede ocurrirte lo que a mi. Que alguno de los botes del neceser no te cuadro no tengas los suficientes. En ese caso, no vamos a ponernos muy rígidas, sino a recomendarte que utilices pequeñas botellas de silicona como éstas de Gemice.

Tienen un tamaño de 90 mililitros, pasando todos los controles, están fabricadas en silicona sin BPA, con lo que son seguros para todo tipo de líquidos, incluso comestibles. Y tiene un diseño de tres capas para evitar gufas y derrames. 

De esta forma, puedes retirar los que vienen y meter los tuyos o añadirlos. Otra opción, que esto sí es un truco, salvo que tengas unos requerimientos concretos, puedes utilizar los sobres de muestra que vas recopilando a lo largo del año para tus viajes más exigentes en cuanto a equipaje. Un sobre por día. Así, además de ocupar menos espacio con tu neceser, lo irás disminuyendo en tamaño según pasen los días. Yo lo hago y aprovecho para probar nuevos productos-descubrimiento.

Muchas personas suelen utilizar este tipo de organizadores como neceser, pero yo tengo uno igual en casa para mantener mis accesorios más pequeños en orden y, sobre todo, que no se pierda ninguno. Además, como tiene percha, puedes colgarlo detrás de cualquier puerta o en el manillar del armario. De hecho, en casa, también los utilizo.

Éste de OrgaWise me gusta bastante porque tiene varios compartimentos de diferentes tamaños, lo que se ajusta a lo que suelo incluir en ellos (los accesorios del pelo, desde gomas hasta diademas, las joyas, etc.) y, además, va subiendo de volumen según vas llenando, pero no tienes por qué llegar al tope si ves que vas limitada de espacio. Y todos los compartimentos van con cremallera.

Además, es bastante liviana y está fabricado en un material impermeable de poliéster, fácil de limpiar y secar, con algunos de sus compartimentos en malla para que transpire.

Una vez tengo la documentación, el neceser y los accesorios preparados, sigo por la ropa de dormir y demás armario que quiero empaquetar. Sí, dejo lo difícil para el final. 

Para ello, primero revisa el clima y las citas que tengas en destino, intenta evitar al máximo los 'por si acaso'. Puedes llevar uno, pero no veinte.

Después, intenta pensar en los conjuntos de ropa que vas a ponerte, buscando priorizar los tonos neutros que puedas ir mezclando sin problema. Yo, por ejemplo, elijo una gama (tonos tierra, azules y grises, etc.) y la sigo. De esta forma, si se ensucia alguna antes de tiempo, tengo opciones. 

Y, por último, no dobles la ropa, intenta enrollarla e ir metiéndola en bolsas de equipaje que te ayude a clasificarla. Es una de las mejores formas de optimizar tu espacio. Me gustan especialmente estas de Eono, que además, una vez las llenas, puedes comprimirlas (aunque no en exceso). 

Están fabricadas en poliéster de calidad con un panel superior de malla para la transpiración, son muy flexibles, para adaptarse a todos los rincones de tu maleta y vienen en varios tamaños, para ajustarlas bien a las prendas.

Si aún así, ves que vas muy justa de espacio, necesitas tomar medidas desesperadas, pero tranquila, existen. Son las bolsas de compresión al vacío, que no solo han sido diseñadas para el hogar, sino también para tus viajes. Como éstas de Spacesaver. Ahora bien, ten en cuenta que quizás necesitas una plancha de viaje en destino.

Son un total de 10 bolsas, con varias medidas -desde grandes a pequeñas-, por lo que es especialmente recomendable para las maletas que sueles facturar. El aire de la bolsa se saca con una válvula turbo de triple sellado, pero cuenta con otra bomba de sellado especial para viajes que puedes llevar contigo. Son resistentes a los pinchazos, muy duraderas y reutilizables.

Por otro lado, hay muchas veces que nuestras escapadas están ligadas a algún evento. Ahora, por ejemplo, es un gran momento para las bodas. Por eso, siempre hay que tener en cuenta contar con algún portatrajes para evitar que la ropa más delicada (vestidos o trajes) se estropeen. Si lo tienes que meter en la maleta, la cosa se complica. 

Mi recomendación es que ocupe lo menos posible, pero garantice un plegado mínimo de la prenda. Éste en gris de Titan Support Systems me gusta mucho por su ligereza, su confección y porque se puede plegar hasta meterlo en una maleta de mano. Tiene además, un bolsillo exterior para incluir alguna otra prenda.

Y, lo que nos queda, son los zapatos. El gran quebradero de cabeza por su forma y su tamaño. Yo suelo ponerlos siempre al fondo, eso sí, para que no arrugen el resto de prendas. Además, te recomiendo empaquetarlos bien, para que no manchen. 

Para ello, puedes utilizar bolsas de plástico normales o hacerte con unas como éstas de Whaline que tienen cierre superior y además, cuidan mejor tus zapatos y tu ropa. Su tamaño es perfecto para un par de zapatos, pero también puedes utilizarlas para otro tipo de objetos. 

Mi recomendación es que, además, aproveches a incluir en los zapatos los calcetines enrollados o prendas pequeñas. Con estas bolsas, puedes hacerlo sin problemas.

Por último, algo que nos gustaría que no existiese y en lo que muchas veces no caemos: la ropa sucia. Cuando salgas de casa, cuenta en tu maleta con una bolsa específica para traerla de vuelta. Yo siempre llevo una conmigo como éstas de IHOMAGIC.

A la ida, no te ocupa nada de espacio y, a la vuelta, es muy fácil de moldear y encajar en la maleta, sin necesidad de encontrarle un compartimento separado de lo que haya quedado limpio. Su tamaño es perfecto para una maleta de mano, es resistente e impermeable.