Cocinar como hace muchos años es una tendencia gastronómica en auge, sobre todo, después de esa corriente de Realfooding que ha venido a imponerse en la actualidad. De hecho, los aficionados a la cocina invierten cada vez más tiempo en casa para preparar sus propios platos, practicar recetas e intentar llegar a los sabores que nuestras madres y abuelas conseguían en sus asados y pucheros. Confesadlo, a vosotros también os gustaría (como a mí) llegar a ese nivel experta que ellas tenían.
Unos platos que ahora se llaman comfort food y para los que, además de recetas tradicionales, necesitamos dedicarles un tiempo que no tenemos. Pero, para eso, se han inventido las conocidas ollas de cocción lenta o slow cooker, para facilitarnos la tarea y darle a nuestros platos las horas que necesitan. Sí, cuando veas lo que tardan unas lentejas en hacerse puedes llevarte las manos a la cabeza, como la primera vez que yo hice unas, pero cuando pruebes su sabor, sabrás que está más que justificado.
¿Qué olla de cocción lenta comprar?
Creo que, en este caso, es importante hacerte con una olla de cocción lenta que se adecúe al volumen de comida que necesites cocinar y, sobre todo, que sea una marca avalada y un modelo con buenos resultados. Por eso, mi recomendación es, sin duda, la más vendida en Amazon, que se corresponde con la olla de cocción lenta de Cecotec Chup Chup, y la Crok-Pot de 3,5 litros, por su relación calidad-precio y por ser una marca muy bien valorada por todos los expertos y usuarios.
Características analizadas en cada uno de los modelos
- Capacidad que, para mi, sería lo más importante. Mínimo unos 3,5 litros, que da para tres o cuatro raciones, pero si es algo más, unos 5 litros, mucho mejor.
- Potencia, porque marcará la energía a gastar en el proceso de cocción. En general, ésta suele oscilar entre los 45 W para mantener la temperatura o los 210W, para una cocción fuerte. Más, consumiría demasiado.
- Marca, porque, en este caso, sí que marca la diferencia entre una opción y otra y la inversión, al no ser tan dispar, merece la pena que sea una que sepamos tiene buenos resultados.
- Material y forma: entre la ovalada y la redonda no hay mucha diferencia, aunque las tradicionales suelen venir con la primera. Respecto al material, la olla interior debe ser de cerámica y, a poder ser, que cuente con algún tipo de recubrimiento antiadherente.
- Niveles de cocción que, como mínimo, deben ser dos: alta o baja. Si tiene más, mejor. Al igual que si es programable, mediante un temporizador, te facilitará mucho el proceso.
- Si es digital o manual, siendo más sencillas las primeras.