Probamos las freidoras de aire que arrasan en Amazon: encuentra la tuya entre sus 'top ventas'

Sin embargo, mi sorpresa llegó después de preparar la primera comida. Concretamente, un plato de lubina a la plancha con espárragos trigueros. Tenía miedo de que no se cocinara bien pero en solo 10 minutos tenía un pescado delicioso en el plato, con el punto de cocción perfecto y sin apenas haber ensuciado la cocina. Lo mismo me sucedió cuando cociné nuggets de pollo, una de mis comidas favoritas, y salieron de la cesta crujientes por fuera y jugosos por dentro. 

Es cierto que a la hora de sacar la comida de la cesta tuve algún problema, porque el acero inoxidable estaba muy caliente y no conseguía atinar con el tenedor y la pala sin quemarme. Pero recordé un truco estupendo que además consigue que la freidora se ensucie menos: colocar papel de horno o aluminio en la base. De esta forma puedes sacar los alimentos agarrando ambas esquinas del papel (que no se calienta) y colocarlo en el plato.  

Si no la encuentras en oferta, su precio te puede parecer elevado, pero después de probarla puedo asegurar que merece la pena. Especialmente si sueles cocinar para 3 o más personas y necesitas una forma rápida y eficiente de preparar platos más saludables ensuciando mucho menos. No ocupa demasiado espacio, es muy fácil de usar incluso para los más torpes en la cocina y ofrece infinitas posibilidades de cocinado. Porque, además de las funciones predeterminadas que incluye, si buscas en internet encontrarás muchísimas más recetas e ideas.

Y lo más importante, la comida queda muy rica, nada seca y con mucho sabor. Un punto crucial si tienes niños en casa, los más exigentes en este sentido.

Marta Romero: cuando la freidora sin aceite entró por la puerta de casa, no lo voy a negar, no las tenía todas conmigo. Soy una persona enamorada de su horno, no tanto de la vitrocerámica, y este aparato viene a sustituirle o, como poco, complementarle. Y me he dado cuenta que es más este segundo caso, ahora no quiero que nadie se la lleve.

COSORI es una marca líder en este tipo de pequeños electrodomésticos y, después de probarla, la verdad es que he quedado muy contenta. Además de muy intuitva y fácil de utilizar, aún a pesar de la cara que se te queda cuando ves todos los programas que se iluminan en su pantalla, realmente consigues platos con mucha menos grasa. Desde la marca aseguran que un 85% menos. Adiós a los terribles fritos (una tentación en la que puedes caer muy de vez en cuando), sobre todo, en mi casa, con un niño que ya pide comer lo que papá y mamá tienen en el plato. Si ahora tenemos nuggets, sin remordimientos, puede comerse unos cuantos.

Fue esta la primera receta que probé y salieron bien. Tenía miedo, sin duda, por el resultado y por si iba a ser capaz de cogerle el punto a la freidora, algo que me habían comentado se consigue con paciencia. Sin embargo, en este caso, todo fue fácil. Y así, con el resto de recetas que he ido probando. En su libro de instrucciones que, de verdad, podrían ahorrarse, vienen muchas ideas.

Tiene 11 funciones programadas a elegir, dependiendo del alimento -carne, pescado, pollo, etc.-, que te permite no andar monitorizando todo el proceso de cocción. Das literalmente al botón de play y te olvidas hasta que pita y se apaga, automáticamente, para no pasarse con el tiempo. Tiene además una opción para precalentar la freidora antes de utilizarla y otra para mantener caliente su interior, por si prefieres comer un poco más tarde.

Funciona con una tecnología de Circulación de 360 º de Aire Caliente, que consigue calentar su interior de manera rápida, apenas te hacen falta unos cinco o diez minutos. Además, como su cesta viene hueca y con orificios, el aire circula mucho mejor. Y aunque la parte inferior puede calentarse mucho, la verdad es que la cesta, con su mango frío al tacto y su protector de botones, hace que sea muy segura su utilización, porque la freidora se apaga en cuanto detecta que mueves la bandeja extraíble.

Érika García: he perdido la cuenta de la cantidad de freidoras de aire que he probado, así que cuando vi que esta freidora de aire de Tristar estaba entre las más vendidas y mejor valoradas de Amazon, sentí una imperiosa necesidad de probarla.

En casa somos dos y usamos la freidora de aire para todo, incluso para tostar el pan del desayuno, así que como ya te imaginas he sometido a este modelo a una prueba de campo bastante intensiva; pero empecemos por el diseño.

Debo reconocer que cuando la saqué de la caja no me hizo mucha gracia, ya que no me gustan los electrodomésticos de color negro (todo en mi cocina es blanco). Sin embargo, debo decir a su favor que además de compacta, es discreta. Y es que al ser completamente manual no hay botones de más, ni luces, solo una rosca para ajustar la temperatura y una para ajustar el tiempo.

Estoy acostumbrada a utilizar un modelo con programas predeterminados, pero como en la propia freidora indica qué temperatura y cuánto tiempo necesita cada alimento, no me fue muy dificil hacerme a ella.

El mismo día que llegó la puse a prueba con unas berenjenas asadas y debo decir que el resultado no tuvo nada que envidiarle al de mi freidora habitual. En unos 20 minutos tenía listas unas berenjenas jugosas, listas para preparar escalivada.

Por la noche asé unos lomos de salmón y en 10 minutos estaban al punto: dorados por fuera y suculentos por dentro. 

Pero no solo puse a trabajar a esta freidora con comida healthy, también hice lo que la mayoría de gente quiere conseguir con este tipo de aparatos: unas buenas patatas fritas y algo de "fritanga" sin aceite.

Puse unas cuantas patatas congeladas y seguí la indicación de temperatura y tiempo que dice la freidora. Como ya tengo "tablas", removí la cesta cada 5 minutos para que se quedaran crujientes y homogéneas, pero aquí me topé con un problema: hace un poco de resistencia al sacar y meter el cesto.

Salvando ese inconveniente, debo reconocer que las patatas quedaron perfectas y con los nuggets pasó lo mismo.