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¿Sabes que aproximadamente un tercio de los alimentos que tenemos en casa se desperdicia antes de ser consumido? Una razón de peso para encontrar formas de intentar sumarse a la tendencia de zero waste que, cada vez, escuchamos más. En ello, además de intentar planificar al máximo el menú semanal, podemos hacer uso de un deshidratador de alimentos.
Pero no solo por esta razón, que quizás no te convenza del todo, sino porque el proceso que realiza (eliminar el agua de los alimentos) nos permite conservarlos mucho mejor todos los alimentos perecederos y, además, cuidarnos si buscamos una forma de alimentación más saludable. Se acabaron los picoteos poco recomendables, comenzarás a consumir frutas y verduras entre horas, sin azúcares añadidos.
Al menos, a mi me gusta tener siempre unos cuántos táperes con frutas deshidratadas para merendar (tanto para mí como para los más pequeños de casa) o, por ejemplo, tomates para darle un toque especial a cualquier ensalada.
Características analizadas en cada uno de los modelos
- Tamaño, que dependerá del uso que le vayamos a dar. Puesto que, para un uso ocasional y poca cantidad de alimentos, lo mejor, es uno más pequeño. Para un uso más continuado, quizás una mayor capacidad te ahorrará consumo eléctrico.
- Número de bandejas, por el mismo motivo anterior. Como mínimo, que tenga cuatro o cinco bandejas, pero si vas a utilizarla mucho, que se sitúe en torno a las diez bandejas.
- Potencia, pues los modelos más pequeños suelen tener entre los 200 W y los 400 W, donde el aire circula verticalmente, mientras que hay otros tipo horno que llegan hasta los 1000 W. Esto influye en el tiempo requerido para deshidratar los alimentos.
- Si tiene o no temporizador, pues no todos cuentan con él. Es algo útil que nos permitirá controlar bien los tiempos sin necesidad de estar abriendo y cerrando el aparato.
- Materiales de fabricación, pues está en contacto directo con los alimentos. Que sea seguro e higiénico.
- La facilidad de limpieza, pues cuantas más piezas extraíbles tenga, mucho más sencillo será que queden restos de comida y, si además, pueden introducirse en el lavavajillas, mucho mejor.
¿Qué es un deshidratador de alimentos?
Es un aparato eléctrico, de mayor o menor tamaño, pero generalmente con forma de horno que, mediante un sistema de convección, elimina la humedad de los alimentos, es decir, los deshidrata. Funcionan con resistencias que generan calor y un ventilador que lo hace circular por todo el aparato. Los alimentos se colocan en rodajas en las diferentes bandejas que contiene y su agua va desapareciendo poco a poco.
¿Qué deshidratador de alimentos comprar?
Suelen ser aparatos que ocupan gran espacio, por lo que debes tener en cuenta cuánto vas a usarlo para decidirte por uno más profesional y grande, o algo más modesto. Para el primer caso, apostaría por el deshidratador de alimentos de Cosori, que te dará unos resultados estupendos. Para el segundo caso, con un uso más puntual, el deshidratador de alimentos de Tiastar.
Seleccionamos los mejores deshidratadores de alimentos
EL MEJOR RELACIÓN CALIDAD-PRECIO: Tiastar Deshidratador de Alimentos
Lo mejor
- Para un uso doméstico es la que más nos gusta, además de la más recomendada, teniendo un tamaño medio perfecto para colocarla en las cocinas que no tienen mucho espacio.
- Es muy fácil de limpiar y los elementos extraíbles, como las bandejas, son aptas para lavavajillas.
- Fácil de usar y silencioso (52dB).
A mejorar
- Tiene una potencia de 240 W, que es poca y, por tanto, el tiempo de deshidratación se alargará, pero también, de las menos potentes, es la que más te recomendamos.
- No tiene temporizador.
El deshidratador de alimentos de Tiastar es uno de los mejor valorados y tiene un tamaño medio que se adecúa muy bien a todo tipo de cocinas. Está fabricado en acero inoxidable y plástico alimentario sin BPA. Cuenta con un total de cinco bandejas extraíbles e intercambiables que admite todo tipo de tamaños en el corte de los alimentos, aunque sin darle mucha altura.
Destaca por su Sistema Circusmart 360 ºC, que nos garantiza una deshidratación uniforme sin necesidad de girar el producto. Se puede utilizar para cualquier tipo de fruta, vedura, hierbas o, incluso, carne y pescado. La temperatura se ajusta entre los 35 ºC y los 70 ºC en cualquier momento del proceso. Al ser transparente, se puede vigilar el proceso de secado.
LA MÁS PROFESIONAL: COSORI Deshidratador de alimentos
Lo mejor
- Su potencia de 650 W es suficiente para un uso doméstico y acortar los tiempos del proceso.
- Al estar fabricado íntegramente en acero inoxidable, se convierte en un producto muy duradero.
- Posee un temporizador que llega hasta las 48 horas.
- Las piezas extraíbles son aptas para lavavajillas.
A mejorar
- Ocupa mucho espacio, al ser tipo horno, con lo que debes tener una cocina amplia, pues no es un electrodoméstico de uso continuado, como puede ser el microondas.
- Aunque no hace mucho ruido, sí se nota más que otros modelos.
El deshidratador de alimentos de Cosori está pensado para un uso casi profesional y muy recurrente, al ser tipo horno (más potente) y estar fabricado en acero inoxidable de grado alimentario, es decir, que no cuenta con elementos tóxicos. Tiene un total de seis bandejas, además de tres bases para preparar tiras de fruta y tres mallas para colocar los alimentos.
Su temporizador va desde los 30 minutos hasta las 48 horas y se puede regular la temperatura desde los 35 ºC hasta los 75 ºC. Con la potencia que tiene, de 650 W, se reducen los tiempos y, gracias a su gran puerta, es muy cómodo de utilizar.
EL MEJOR AJUSTABLE EN ALTURA: Deshidratador de Alimentos 240W AIGOSTAR
Lo mejor
- Para ser un deshidratador de uso doméstico y puntual, tiene temporizador.
- Su tamaño es perfecto para cocinas más pequeñas, gracias también a su formato rectangular.
- Posee también un sistema de apagado por sobrecalentamiento, para mayor seguridad.
- Todas las piezas son desmontables, tanto las rejillas como la tapa, por lo que su limpieza es sencilla.
A mejorar
- Debido a su potencia (240 W) necesitarás más tiempo para que los alimentos queden perfectos.
Al igual que en el primer caso, este deshidratador de alimentos de Aigostar tiene una potencia de 240 W, pero a diferencia de él, viene con una pantalla LCD para ir seleccionando el proceso que queremos, tanto en tiempo como en temperatura. Cuenta con cinco bandejas libres de BPA y que se pueden ir colocando en su interior a diferentes alturas para ir ajustándose al tamaño de los alimentos. De hecho, cuenta con espacios más reducidos para que no se nos pierda la fruta más pequeña.
Está fabricado en acero inoxidable y el temporizador funciona hasta las 99 horas, en intervalos de 30 minutos. Su temperatura trabaja desde los 35 ºC hasta los 70 ºC.
LA MEJOR EN FORMATO CIRCULAR: H.Koenig DSY700 Deshidratador de Alimentos
Lo mejor
- Ocupa poco espacio y es muy intuitivo, con lo que no entraña dificultad.
- Posee temporizador de hasta 48 horas.
A mejorar
- Su rango de temperatura (40 ºC - 70 ºC) es algo inferior al resto de modelos, aunque son apenas cinco grados tanto en la mínimo como en la máxima.
- Hay que ir rotando las bandejas para que funcione correctamente.
Este deshidratador de H.Koenig, de una marca de referencia, destacada por ser muy fácil de utilizar y por tener una excelente relación calidad-precio. Viene con temporizador ajustable hasta las 48 horas, para que no tengas que estar pendiente de manera constante. Un rango amplio necesario para sus 250 W de potencia que, a su vez, hace que su consumo energético sea más bajo.
Viene con cinco bandejas de secado que son extraíbles e intercambiables, además de transparentes, con lo que podemos ver el proceso continuamente. Cuenta con una pantalla LCD para facilitar el proceso y ha sido fabricado completamente libre de BPA.
LA MEJOR DE DISEÑO CUADRADO Y COMPACTO: Klarstein Fruit Jerky Plus
Lo mejor
- Su diseño compacto, que nos facilita mucho su colocación en la cocina.
- Su potencia es media (500 W) con lo que no será la más rápida en deshidratar, pero tampoco la que más consuma.
- Tiene temporizador.
A mejorar
- Tan solo cuenta con cuatro bandejas extraíbles, aunque son de buen tamaño.
Este modelo de Klarstein es muy compacto y nos permite deshidratar diferentes tipos de productos con su potencia de 500 W y su sistema de circulación de aire, que nos ayuda a repartir el calor de manera uniforme. Para controlarla, cuenta con una pantalla LCD muy intuitiva.
Cuenta con un temporizador que puede programarse de entre 30 minutos y casi 20 horas, con una temperatura ajustable entre los 35 ºC y los 70 ºC. Tiene cuatro bandejas de acero inoxidable con recubrimiento antiadherente fáciles de extraer y, por tanto, se pueden lavar en el lavavajillas. Sus dimensiones son de 35 x 32 x 45 centímetros.
© Getty Images¿Qué alimentos se pueden deshidratar en un deshidratador?
El proceso para deshidratar alimentos se puede aplicar, sobre todo, en frutas y verduras, pero también en carnes y pescados. De esta forma, conseguimos conservar el alimento mucho más tiempo, sin recurrir a otras técnicas -como puede ser el envasado al vacío o el empleo de conservantes-. A mí, personalmente, lo que más me gusta es deshidratar algunas frutas, como el mango, la manzana o el tomate (que no, no es una verdura).
¿Cuánto tiempo tardan los alimentos en deshidratarse?
Todo depende del tamaño de los alimentos que introduzcas y de la propia potencia del deshidratador. Por ello, teniendo en cuenta que lo mejor es cortar en rodajas muy finas los productos, el tiempo varía de entre las 4 horas que puedes darle a las carnes y pescados o hierbas aromáticas, hasta las 6 horas que, como mínimo, necesitan las verduras y hortalizas o las 8 horas de las frutas. Un tiempo que puede extenderse, incluso, hasta las 10 horas.
¿Qué se puede hacer con un deshidratador de alimentos?
El proceso de deshidratación de alimentos es muy útil para conservar alimentos durante mucho más tiempo, por ejemplo, si pensamos en unos tomates o pimientos. Pero también si queremos conseguir nuevas texturas en la comida o, como a mí, que me gusta mucho para preparar aperitivos o meriendas para los niños, además de algunos aderezos para las ensaladas e, incluso, para tus bebidas más fresquitas (piensa en unas rodajas de naranja o limón). Las posiblidades son inmensas.
Además, aunque yo no soy muy experta en este proceso, hay quienes lo utilizan mucho para deshidratar hortalizas o hierbas frescas, que luego muelen para elaborar especias caseras. Se puede emplear también para carnes (que sean magras) o pescados, en Asia se come mucho este tipo de productos) o devolverle una textura crujiente a las galletas o pan que ya se estaba poniendo blando. Para esto último, te recomiendo un poco de práctica.
