¿Tu casa es demasiado pequeña? Te dejamos algunas ideas para aprovechar al máximo el espacio

En el espacio que queda bajo la ventana de una casa pueden ocurrir dos cosas: o bien se ha elegido para colocar un radiador, una costumbre muy frecuente que busca optimizar los metros de pared, o quedar completamente vacía. Si éste último es tu caso, lo mejor es que aproveches este espacio con una librería de pared.

No necesariamente tendrás que colocar libros, puedes utilizarla con cualquier otro fin. Lo mejor es que te hagas con una a medida, pero, si necesitas un formato más low cost, mide bien la altura que va del suelo a la ventana y busca aquella que se ajuste. El ancho no es tan importante.

Para ello, por ejemplo, puedes utilizar la combinación EKET de IKEA, disponible en gris oscuro o blanco, pues con un sólo módulo suele ser suficiente. Aunque si necesitas más, puedes ir añadiendo uno tras otro (es una de las grandes ventajas de los muebles modulares). 

Su montaje es rápido y sencillo, su estructura ligera (sin recargar la zona, que tampoco nos interesa) y las patas regulables nos permiten corregir las irregularidades del suelo y jugar también con esos centímetros que nos falten o nos sobren. Sus dimensiones son de 70 x 35 x72 centímetros.

Una mesa plegable es un mueble estupendo para ahorrar espacio, sobre todo, si tenemos que trabajar desde el salón, dormitorio principal o comedor. Pues no todo el mundo puede contar con una habitación que haga de despacho. 

Con una mesa como ésta de GreenForest con patas de metal y una estructura muy ligera, podemos trabajar y guardarla fácilmente después, pelgándola con una sola mano y situándola, por ejemplo, debajo del sofá o detrás de una puerta. 

Tiene dos alturas, para incrementar el espacio y su tablero está fabricado en madera ecológica, resistente al calor al agua y a los arañazos. Sus patas en forma de X mejoran la estabilidad.

Otro de los trucos que yo comencé a utilizar cuando me independicé fue hacerme con un conjunto de cajas de plástico, de tamaños variados, para almacenar todo aquello que podía guardarse, como los complementos y accesorios (zapatos o bufandas, por ejemplo).

Para ello, me gustan las de Rotho, apilables y transparentes, para saber qué hay dentro, sin necesidad de tener que poner letreros identificativos. En este pack vienen dos con dimensiones de 33,5 x 17 centímetros y un volumen de 40 litros. Sin embargo, mi recomendación es que, dependiendo de lo que quieras guardar, te hagas con un tamaño u otro.

Otro de los grandes trucos de los decoradores expertos en casas pequeñas es la de aprovechar todo espacio muerto creado por un mueble para almacenar. Un ejemplo claro, la zona que queda debajo de las camas o de un sofá, con la propia estructura del mueble o con cajas y cestas. Lo mismo ocurre con los asientos.

En esta ocasión, nos servimos de la zona perdida de la entrada o de cualquier pared en la que quieras colocar una silla para, en vez de ella, utilizar un banco en el que almacenar cualquier objeto. Si lo colocamos en el recibidor, por ejemplo, podemos incluir los zapatos. En un salón, libros, cojines o los juguetes de los niños. Así, además, todo queda más recogido. De hecho, te pueden caber hasta cajas de almacenaje.

Uno de los más pequeños es el banco con almacenaje PERJOHANB de IKEA, versátil y fácil de mover. Además, viene en madera de pino sostenible sin tratar para que puedas pintarlo o forrarlo, dándole un poco más de personalidad. Mide de largo 100 cm y tiene un orificio en la parte superior que te permite reubicarlo.

Una de las dudas que yo me plantée cuando nació mi primer hijo y me faltaban armarios era la de dónde iba a poder colgar su ropa, al menos, la que no debía doblar para que no se arrugase demasiado. Y mi madre me dió la solución: una barra colgada a la pared. Por el tamaño de sus prendas, es una opción estupenda.

Para ello, busqué uno fuerte, fabricado en hierro, como éste de OROPY, en negro y fácil de colgar a la pared. Lo hace con varios tornillos que vienen incluidos y tiene unas medidas de 92 x 25 x 8 centímetros. 

O en cualquier rincón de tu despacho o habitación secundaria, porque te ahorrará mucho espacio en cuanto a metros utilizados. Ten en cuenta que es una cama, pero plegada. Y si la tienes que colocar en el salón, porque no hay más opciones, al menos puedes ofrecerles a tus invitados un espacio donde dormir.

En este caso, la más ligera que hemos encontrado (para no restar demasiados centímetros) es el sofá-cama HAMMARN de IKEA. Gracias a su escaso peso, además, puedes moverla de un lado a otro rápidamente, para ubicarla en el lugar que mejor os convenga.

El tejido con el que está fabricado es elástico y fácil de retirar, para una limpieza cómoda. Su colchón, al no ser muy grueso, puede valerte para dos personas, pero mi recomendación es que sea preferiblemente para una. Es una cama de 120 cm.

Hay algunos espacios en la casa que siempre parecen desaprovechados. Uno de ellos, si no cuenta con un armario de obra, es el que se queda debajo del lavabo en el baño. Sin embargo, tiene solución y se puede utilizar. 

Para ello, utiliza estantes o banquetas a modo de armarios, como éste en marrón diseñado por Leroy Merlin. Está fabricado en madera maciza de color natural, con dos baldas laminadas y un diseño que nos permite soportar hasta 20 kg de peso. Por ejemplo, puedes poner todas tus toallas. Sus dimensiones son de 27 x 70 x 40 centímetros.

Algo que yo encuentro muy útil es colocar barras en las paredes de la cocina para poder colgar todo tipo de utensilios y trapos. De hecho, así ahorras mucho espacio. Si además, eliges una como NEREBY de IKEA, que te permite posar sobre su balda algunas herramientas y colgar de la barra otros, maximizarás centímetros.

Está fabricada en abedul y metal, en blanco y madera y con varias opciones para colgar, pues puede ser que necesites taladrar una pared lisa o con azulejos. Tiene unas medidas de 40 x 10 centímetros. Además, cuenta con toda una colección de barras de varias medidas para poder llegar a toda tu pared, de principio a fin.

No hay duda, la cama es el mueble que más espacio ocupa, no solo en el dormitorio, sino en toda la casa. Por eso, solo tienes que pensar en la cantidad de cosas que puedes guardar en casi los 4 metros cuadrados que suele llevarse. Así, una cama canapé te puede ayudar a ganar espacio de almacenaje. Pero no te preocupes si no la tienes, puedes conseguirla con las cajas SOCKERBIT de IKEA.

Están fabricadas en plástico blanco, con unas dimensiones de 50 x 77 x 19 centímetros y con tapa, para proteger lo que guardes del polvo y la suciedad. 

Al igual que hemos visto con el baño, cualquier espacio muerto, en una esquina o una pared, puede ser aprovechado gracias a las baldas, para guardar y también decorar. 

Para ello, busca aquellas que no le quiten luminosidad al espacio (los tonos naturales o el blanco son mis favoritos). Estas baldas de Leroy Merlin están fabricadas en MDF de color blanco y acabado mate, con forma en U y resistentes. Algo importante, deben soportar bastante peso, para no llevarte sorpresas.

Cuenta con el sello FSC, que certifica que la madera proviene de bosques gestionados de forma sostenible y respetuosa con el medioambiente. Sus medidas son de 40 x 15 x 1,2 centímetros.