Si como yo estás acostumbrada (o tu trabajo te obliga) a tener que usar dos pantallas, tengo algo importante que decirte. Y es que los monitores curvos pueden ser una excelente opción para mejorar tu zona de trabajo, ahorrar espacio y mejorar tu productividad.
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Tanto si buscas un buen monitor para trabajar, como si quieres lo último para jugar, estos periféricos te ofrecen más espacio de pantalla y una experiencia visual más inmersiva.
Para ayudarte a elegir cuál es el modelo perfecto para ti, en este artículo hemos analizado los 5 mejores monitores curvos del mercado, basándonos en su calidad de imagen, opciones para gaming y precio.
Características analizadas en cada uno de los monitores
- Tamaño: Aquí sí que el tamaño importa. Los monitores curvos suelen contar con un formato ultrapanorámico, por lo que las 34 pulgadas son el tamaño óptimo.
- Curvatura: Estos monitores están diseñados para ofrecer una experiencia de visualización más inmersiva. Esto se mide con un número delante de una R. Los monitores 1000R son los que cuentan con mayor curvatura y, cuanto mayor sea este valor, más plana será la pantalla.
- Resolución: La resolución de la pantalla está directamente relacionada con la calidad de imagen. En este tipo de monitores, la resolución más común es la QHD (3440 x 1440 píxeles).
- Tasa de refresco: La tasa de refresco se refiere a la cantidad de veces que la pantalla se actualiza por segundo. Una tasa de refresco más alta (como 144Hz) proporcionará una experiencia de visualización más suave y fluida, lo que es especialmente importante para los juegos.
- Conectividad: Asegúrate de que el monitor curvo tenga las conexiones que necesitas. En especial USB-C, para cargar tu portátil, o HDMI y DisplayPort para conectarlo a tu PC con la mejor calidad.
- Ergonomía: Al elegir un monitor curvo, es fundamental tener en cuenta la ergonomía. Busca características como altura e inclinación ajustable te ofrecerán una visualización más cómoda.
¿Qué monitor curvo comprar?
Cuando hablamos de comprar un monitor curvo debemos tener en cuenta que estos están pensados, mayoritariamente, para un público gamer. De ahí que la tasa de refresco sea elevada, y no tanto la resolución, que solo alcanza el 4K en las opciones de gama más alta.
Sin embargo, estos modelos se han popularizado mucho en los últimos años, convirtiéndose también en una opción para productividad muy interesante. Aquí la clave está en su formato ultrapanorámico. Con más espacio en horizontal, podemos tener dos o más ventanas abiertas al mismo tiempo y disfrutar de un timeline amplio (ideal para los que trabajan con edición de vídeo o sonido).
Dentro de tantas opciones, la que nos parece más equilibrada por funcionalidades y precio es la del Xiaomi Mi Curved. Un monitor curvo de 34 pulgadas, con tasa de refresco de 144 Hz por debajo de los 400 euros, con el que podrás trabajar o jugar de manera cómoda.
Pero si buscas algo enfocado únicamente en el gaming, con mayor tasa de refresco, una curvatura más pronunciada y una frecuencia de respuesta ultrarrápida, no hay duda: el Samsung Odyssey G5 se lleva el gato al agua.
Analizamos y comparamos los mejores monitores curvos
¿Por qué comprar un monitor curvo?
Un monitor curvo puede mejorar significativamente la experiencia de visualización en comparación con un monitor plano. La curvatura de la pantalla permite que la imagen se envuelva alrededor del campo de visión del usuario, creando una experiencia más inmersiva. demás, los monitores curvos pueden reducir la fatiga ocular al minimizar la necesidad de mover los ojos hacia los bordes de la pantalla.
¿Qué ventajas tienen los monitores curvos?
Los monitores curvos ofrecen varias ventajas en comparación con los monitores planos. En primer lugar, la curvatura de la pantalla permite crear una experiencia de visualización más inmersiva. Esta característica es particularmente útil para juegos y películas.
Otra ventaja de los monitores curvos es que ofrecen una mayor sensación de profundidad en la imagen, lo que puede hacer que las películas y los videojuegos se sientan más realistas. Además, algunos monitores curvos ofrecen una tasa de refresco más rápida que los monitores planos, lo que los hace ideales para juegos.