13 productos para cuidar tu ropa y que dure mucho más tiempo como nueva

Casi todas contamos en casa con una plancha de ropa estándar, por ser las más económicas y extendidas del mercado. Y está genial, porque son las mejores herramientas para alisar las arrugas más profundas y terminar rápidamente con los pliegues de ropa fabricada como el algodón o el lino.

Sin embargo, si no quieres arruinar tus prendas de seda, de chachemira o no estás segura de si el tejido que tienes entre manos, aunque sea sintético, aguanta bien el calor, lo mejor es que te hagas con una plancha vertical de vapor. 

Ahora bien, no hace falta que sea un pequeño electrodoméstico que no sabes ni dónde meter en casa. Si es para un uso puntual, puedes probar con una de viaje como la plancha de vapor portátil de Korey.

Nos gusta por su tamaño y porque se calienta bastante rápido, con una potencia suficiente para trabajar las prendas que hemos citado sin problema. Cuenta con un sistema de apagado automático, para evitar accidentes, y un diseño antifugas. Su cabezal está fabricado en acero inoxidable, por lo que aguanta mucho tiempo intacto.

Cuando necesitamos usar la secadora para nuestra ropa, podemos ahorrar tiempo de secado (sobre todo, en zonas demasiado húmedas), pero también arruinar la ropa si abusamos de ella. 

Para evitarlo, desde la primera vez que la uses, debes contar con unas bolas para secadora. Si son naturales y de lana, como estas de Ezhippie, proveniente de las ovejas de Nueva Zelanda, mucho mejor.

Están confeccionadas a mano y no contienen ningún tipo de producto químico o sintético. Se pueden utilizar una y otra vez, porque son muy duraderas. Y sus beneficios son dos: aceleran el proceso de secado, reduciendo el tiempo alrededor de un 30%, y cuidan mucho más tus prendas, pues nos ayudan a eliminar las pelusas de la ropa y reducir la electricidad estática que se produce en ella por el movimiento

Antes de proceder al secado de la ropa, tenemos que pasar por el lavado. Y, para ello, los detergentes que han sido pensados por y para los bebés, suelen ser los más amables con nuestras propias prendas. 

Hay muchos en el mercado y muy reconocidos, pero nos gusta especialmente este de Anthyllis, porque su forma delicada está diseñada para respetar las pieles más sensibles de los niños, gracias a la ausencia de tensioactivos sulfates (compuestos químicos muy utulizados en este tipo de productos), pero con tensioactivos procedentes del aceite de oliva y la colza de agricultura ecológica.

No contiene ingredientes derivados del petróleo, sulfatos, conservantes sintéticos. Se puede utilizar tanto para lavar a máquina como para lavar a mano y, al cuidar más nuestra piel, esto se nota también en cómo trata a la propia ropa.

Otro de los aspectos a tener en cuenta, sobre todo, para cuidar la ropa y, a su vez, el medio ambiente, es la composición de los detergentes y jabones, al margen de si están pensado para ropa delicada o pieles sensibles.

Por ello, hemos escogido este detergente en líquido Ecover, con unos ingredientes activos a base de plantas biodegradables que lucha contra las manchas más difíciles, pero también por el cuidado de tus prendas.

Por supuesto, no está testado en animales y su fragancia, creedme, es espectacular y perdura en los tejidos durante mucho más tiempo que la de un detergente normal: flor de manzana y freesia.

Las prendas pequeñas suelen ser de las que más sufren dentro del tambor de la lavadora. Por ello, protegerlas nos ayudará a que su duración sea mayor.

Así, las bolsas para ropa interior deben ser un producto que tener siempre a mano cuando vayas a iniciar un ciclo de lavado. Intenta que sean de malla fina, como estas de BillyBath, para que sean transpirables y que, además, no bloqueen el flujo de agua. La cremallera, por su parte, debe ser lo más invisible posible, para evitar que se enganche.

De esta forma, conseguirás proteger, por ejemplo, tus sujetadores con aros (si no, en algún momento, aparecerá el sujetador por un lado y, el aro metálico, por otro). Además, puedes utilizarlas para lavar la ropa de tu bebé por bloques o para almacenar bien tus prendas en tu maleta cuando viajas. Recuerda que, al ser lavables, no hay problema.

Todos, a excepción de los bebés, que quedan prendados por ellas, odiamos las pelusas. Y estas aparecen, queramos o no, por mucho que cuidemos nuestra ropa. Hay tejidos más propensos a ellas que otros, pero si comienzan a saludarte desde una prenda, no te queda otra opción que eliminarlas.

Puedes ir una a una con tus dedos, haciéndolo de manera delicada y tardando una eternidad, o hacerte con un aparato que trabaje por tí. 

Este quitapelusas de Beautural se puede utilizar en todo tipo de tejidos, incluida la ropa de cama o la tapicería, tiene doble velocidad, para regularla dependiendo de la prenda que trabajemos y varias cuchillas de recambio que nos asegura que nos durará mucho tiempo. 

Su tamaño nos permite llevarlo con nosotros a cualquier parte (importante, sobre todo, cuando salimos de viaje) y nuestra recomendación es que pongas tu prenda en una superficie horizontal y lisa, para garantizar que no dañamos el tejido.

Hay dos tejidos que nos dan mucho respeto a la hora de su limpieza: la lana y la cachemira. Si no tienes mucha prisa, en vez de utilizar el quitapelusas anterior, te recomendamos un peine como estos de Boao.

El mango está fabricado en madera maciza y tiene una malla de acero que es la que hace el trabajo de limpiar tus prendas. No solo elimina las pelusas, sino también, los restos de pelo. Por ello, está especialmente indicado para aquellas personas que tengan mascotas en casa.

Se recomienda utilizar casi a diario, justo antes de guardar la prenda o echarla al cubo de la ropa sucia y puedes llevártelos a cualquier parte, porque apenas ocupan. Para limpiar, tan solo tendrás que 'peinar' el tejido. Muy fácil de usar.

En muchas ocasiones, hay estancias que juegan en contra del bueno olor y mantenimiento de nuestras prendas. No se trata solo de utilizar productos adecuados para su lavado y secado, sino también de que se conserven en las condiciones óptimas.

Por ello, las brumas, tanto del hogar como prendas de vestir, son un truco infalible para conseguirlo. Esta fragancia de Laboratorios SYS está elaborada con aromas naturales con notas amaderadas, florales y afrutadas destacadas. Ahora bien, si tenemos que contarte a qué huele, te diré que a hogar limpio.

Una buena idea para olvidarte de los olores a humedad de tu ropa, cuando la saques de su encierro estacional en algún altillo, es estenderla y, al plancharla, poner unas gotas de esta esencia en un humidificador bien cerca.

Uno de los trucos que yo utilizo para almacenar, sobre todo, los accesorios en el armario -sobre todo, bolsos y zapatos-, es envolverlo todo en bolsas de tela. Para los zapatos, quizás puedas elegir cajas, pero con los bolsos o carteras, esto se complica.

Me gustan que sean de varios tamaños, para que el accesorio o prenda en concreto quepa de manera holgada, de tela de algodón en un tono blanco o neutro para que no tiña y, por supuesto, con el menor número de costuras o cremalleras posibles, para que no marque la ropa o el accesorio que guardo en su interior.

De esta forma, los bolsos y los zapatos, por ejemplo, no se marcan con el roce de otros accesorios, mientras que la ropa interior de encaje no se engancha con otras prendas.

Y si hablamos de accesorios, uno de los que más tenemos son las zapatillas de deporte que, muchas veces, metemos en la lavadora sin leernos la etiqueta del fabricante y, cuando salen, nos llevamos una auténtica sorpresa: o se han desteñido o despegado o estropeado.

Para ellas, tienes este cepillo de Philips que vale tanto para los materiales de goma más duros (como puede ser la suela), como para aquellos que son texturizados o confeccionados en malla o lona (dos tejidos muy comunes en las zapatillas). 

Es muy sencillo de usar, tan solo tendrás que humedecer el cepillo con agua y jabón, limpiar la zapatilla y, después, secar con un trapo. No ocupa apenas espacio y es inalámbrico.

Al igual que los bolsos y zapatos necesitan cierto espacio y, si no podemos dárselo, es bueno que busquemos herramientas que los aislen del resto de prendas, los abrigos suelen necesitar lo mismo.

Para tratar de almacenarlos en las mejores condiciones (aunque sea uno pegado al otro), utilizo bolsas para trajes como estas de UOUEHRA.

Tienen varios tamaños, lo que es perfecto para diferenciar entre abigos largos, cortos o chaquetas. Son translúcidas, lo que me permite ver la prenda antes de sacarla, y están fabricadas en PEVA, que es suave, duradera, transpirable y, por supuesto, lavable.

Como ya sabemos, hay prendas delicadas que no admiten demasiados secados (por no decir, ninguno) en una secadora. Pero es que además, secarlos al aire, si no es una posición adecuada, puede llegar a deformar la prenda. Por ello, se recomienda secarlos en horizontal.

Para este tipo de tejidos, puedes contar con un tendedero XXL de Leroy Merlin. Aunque necesitarás bastante espacio para su colocación, a veces, es necesario contar con uno de ellos.

Su parte central nos permite disponer las prendas en horizontal y sus dos alas laterales, poner aquellas que necesiten una percha. Y queda espacio entre todas ellas para que el aire fluya. Está fabricado con tubos de acero galvanizados y plástico, con lo que no pesa demasiado.

Por último, somos muchos los que tenemos una larga colección de sombreros o, en alguna ocasión, hemos recuperado alguno vintage que queremos sacar a la calle. Y, al igual que el resto de prendas o accesorios, no se conservan intactos por arte de magia.

Para ello, lo mejor es que cuentes con uno específico que solo utilices para este menester, como el de MELEGARI, fabricado en madera de haya y con un mango ergonómico, para que te sea sencillo cepillar de un lado a otro.

No es para nada complicado de usar, tan solo tienes que utilizar la misma técnica que cuando cepillas tu calzado para quitarle el polvo o darle brillo, pero sin presionar demasiado. Se trata, sobre todo, de quitarle el polvo a tu sombrero.