Hace unos años se puso de moda el café de especialidad. Nadie sabía muy bien lo que era, pero eso de salir con un delicioso café en vaso de papel de un local de apenas 5 metros cuadrados en el centro de la ciudad nos comenzó a parecer lo más apetecible del mundo, sobre todo, a primer hora de la mañana o durante el fin de semana. Aparece la figura de barista y muchos de nosotros, sin quererlo, empezamos a interesarnos por el mundo del café. Nos volvimos exquisitos, sobre todo, con el sabor.
Y el sabor, más allá del café en sí, también depende de otras muchas cosas asociadas al proceso de su elaboración. Una de ellas es la molienda. Un café recién molido no tiene nada que ver, te lo aseguro, con los que te llegan en cualquier paquete que te encuentras en el supermercado. El aroma se mantiene intacto, así como su frescura, pues la humedad ambiental, poco a poco (y sin darnos cuenta) lo estropea. Por eso, uno de los primeros pasos que dimos los que nos declaramos amantes del café es comprar un molinillo.
¿Qué molinillo de café comprar?
La elección de un molinillo de café es algo bastante personal. Todo depende de la relación que tenga cada uno con esta bebida. Aunque, si te has decidido a comprarte uno, es que la tuya es buena y empieza a ser intensa. Para iniciarse, como hice yo en su día, puedes elegir uno práctico y de gama media o económica, como el de Delonghi. Te ayuda con el grado de molienda y la capacidad de manera sencilla.
Si eres de los que tiene espacio y quieres ir un paso más allá, o moler grandes cantidades de café de una vez, te recomiendo entonces el primero, el molinillo de café de Rommelsbacher. Ahora bien, si eres un gran fanático, ya sabrás que lo más recomendado por los baristas del mundo (para un uso personal) es un molinillo manual. El que más nos gusta es el de SILBERTHAL.
¿Qué debes tener en cuenta para elegir un molinillo de café?
- El tipo de cafetera que tienes, porque dependerá de ello si la molienda que necesitas es gruesa, media o fina. No todos los molinillos de café cubren el espectro.
- Sus dimensiones, algunos pueden llegar a ser muy aparatosos.
- Si es eléctrico o manual, porque estos últimos se reservan para los más puristas.
- Su capacidad, teniendo en cuenta que, por taza, debemos contar con unos 8 gramos de café aproximadamente.
- Su facilidad de limpieza o si es apto o no para lavavajillas.
Analizamos y comparamos los mejores molinillos de café
EL MEJOR MOLINILLO DE CAFÉ RELACIÓN CALIDAD-PRECIO: Rommelsbacher EKM 200
Lo mejor
- Contiene un cepillo para facilitar su limpieza.
- Es fácil de usar bastante silencioso.
A mejorar
- No está recomendado para cafeteras de expreso.
- Una limpieza a fondo necesita que manipulemos mucho el molinillo y luego podemos no encajarlo bien.
Este molinillo de café de Rommelsbacher es uno de los mejor valorados en Amazon y, sin duda, uno de los que mejor relación calidad-precio tiene si lo que buscamos es uno de gama media.
Se puede ajustar el grado de molienda de manera individual, por lo que nos vale para diferentes tipos de cafeteras (menos para café expreso) y, además, con su selector giratorio podemos marcar las porciones de café que necesitamos. De esta forma, no tenemos que pensar mucho ni medir los gramos que necesitamos para cada taza.
EL MÁS MANEJABLE: Bosch Hogar TSM6A011W Molinillo de Café Eléctrico
Lo mejor
- No ocupa demasiado espacio gracias a su tamaño.
- Muy manejable y sencillo.
A mejorar
- Su capacidad, si queremos moler mucha cantidad de café, se queda corta.
- No tiene una molienda demasiado profesional.
Este pequeño molinillo de café, en tamaño y capacidad, permite realizar un molido muy fino rápidamente, gracias a las cuchillas de acero inoxidable de las que consta. No es para menos, pues es una de las cosas que mejor sabe trabajar la marca Bosch. El molido resultante es muy fino, por lo que es perfecto para cafeteras italianas o de expreso.
EL MOLINILLO ELÉCTRICO MÁS FÁCIL DE USAR: Molinillo de café DeLonghi Eléctrico KG 210
Lo mejor
- Su tamaño, perfecto para una cocina en la que nos sobran los aparatos.
- Su selector de número tazas y su rueda para medir el grado de molienda.
A mejorar
- Hay que mantener el botón pulsado constantemente.
Con un poco más de capacidad que el anterior, este molinillo de café de Delonghi tiene unas prestaciones bastante parecidas, salvo porque incorpora alguna de las características que nos parecen más útiles, por ejemplo, del primero de ellos. Por un lado, puedes seleccionar el grado de molienda (grueso, medio o fino) y, por otro, el número de tazas que vas a preparar, para que el propio molinillo calcule la cantidad. A partir de aquí, es darle a un botón y listo.
EL MEJOR PARA LOS AMANTES DE LO 'VINTAGE': SILBERTHAL Molinillo de café manual
Lo mejor
- No se debe conectar a ningún tipo de red eléctrica.
- Sus piezas son aptas para el lavavajillas.
A mejorar
- Necesitas cierto dominio y destreza.
A diferencia del resto de molinillos, este de SILBERTHAL no es eléctrico, sino manual. Para muchos puristas, la mejor forma que hay de moler el café. El motivo no es otro que eres tú mismo el que ajusta bien el molido, aún a pesar de que cuenta con seis grados para hacerlo. Y, por eso, vale para todo tipo de cafés, incluido el café turco, que necesita un molido extremadamente fino.
Es completamente desmontable y, además viene con un cepillo, lo que facilita mucho su limpieza. Además, esta marca alemana está apostando por la sostenibilidad, invirtiendo en materiales duraderos e intentando minizar el uso de plásticos.
EL DE MAYOR CAPACIDAD: Molinillo de café eléctrico Melitta 1019-02
Lo mejor
- Bajo consumo de energía.
- Su gran cantidad de grados de molienda.
A mejorar
- Es muy grande, necesitarás bastante espacio para colocarla.
Por último, de todas las opciones que te hemos recomendado tras nuestro análisis, este molinillo de café de Melitta no podía faltar. Una marca de sobra conocida en el mundo de las cafeteras. Tiene 17 opciones de molido y puedes ajustar tú mismo la cantidad de café que quieres, desde 2 a 14 tazas.
Esto es porque tiene bastante capacidad. Aunque te pueda parecer demasiado grande, su limpieza es bastante sencilla gracias a que tanto el disco, como la tapa y el propio depósito de granos es extraíble.
¿Cómo se debe moler el café?
Moler café, en realidad, no es nada sencillo. Puedes hacerlo como yo al principio, metiendo los granos y dándole al botón sin más hasta que veas, a ojo, que todos los granos quedan pulverizados. Pero, en realidad, es importante tener en cuenta, por ejemplo, el grado de molienda, porque todo suma en el resultado final que obtendrás en tu taza.
Por tanto, la consistencia es clave y dependerá del tipo de cafetera que utilices.
- Si tu cafetera es francesa o de émbolo, lo mejor es un molido grueso.
- Si tu cafetera es de goteo, el punto medio es el más correcto. Este sería el café molido que nos venden en los paquetes industriales.
- Para las cafeteras italianas o expreso, tendrás que darle un molido fino a tus granos de café.
¿Cuánto café debo moler para una taza?
El justo y necesario. Es difícil medirlo, pero teniendo en cuenta que el café molido se pone rancio mucho más rápido que los granos enteros, lo mejor es hacerlo justo antes de su consumo. De hecho, muchos coffe lovers aseguran que el secreto de un buen café es, precisamente, este molido inmediatamente antes de llevarlo a la cafetera. Para cada una de las tazas necesitarás, entre 7 y 8 gramos de café molido que, recomiendan, sean prensados antes de ponerlos en ella.
¿Qué puedes hacer con el café molido usado?
Por último, solo en España se tiran más de 150 millones de kilos al año de desechos de café a la basura. Sin embargo, existe un gesto ecológico que todos podemos hacer en casa con nuestro café molido usado, ya que está clasificado como basura compostable. ¿Quieres ideas?
- Utilizarlo como fertilizante para las plantas, echándolo sobre la tierra una vez al mes. Además, ayuda a evitar que aparezcan muchos tipos de insectos.
- Como ambientador natural en armarios, basuras o, incluso, dentro de la nevera. Para ello, debes esperar que esté seco y cambiarlo frecuentemente.
- Nos ayuda a eliminar el olor de ajo, cebolla o pescado de las manos, sobre todo, si no usamos guantes. Y es que, muchas veces, lavarnos las manos no es suficiente. Frota con café, verás los resultados.
- Los desechos de café molido son un poco abrasivos, con lo que nos pueden ayudar a limpiar los restos en sartenes, bandejas u otros utensilios de cocina.
- Hacer velas con aroma de café. Ahora bien, tienes que ser fan de las manualidades.
