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Descorchar una botella no suele presentar problemas si eres amante del vino y estás acostumbrado a hacerlo en casa con cierta asiduidad. Sin embargo, en alguna ocasión todos hemos tenido que poner más ingenio y esfuerzo de lo normal. No porque vayas a ser juzgado por no saber cómo abrir una botella de vino, sino porque podemos llegar a tener que aplicar demasiada fuerza y, sin querer, derramar todo el contenido sobre el mantel, el suelo y quien haya decidido sentarse a nuestro lado.
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Por eso, desde que utilizas un sacacorchos eléctrico, (o ves cómo lo utilizan), te quieres hacer con uno. No solo compruebas cómo puedes ahorrarte un contratiempo, sino que, de repente, pasas a abrir todas tus botellas de manera elegante. De hecho, si investigas un poco más, te das cuenta de que conservarás intactas las propiedades originales del vino. De ahí que, a los que nos declaramos amantes del vino, nos encantan. ¿Por qué? Porque las botellas se abren rápidamente, no rompemos el corcho (algo que también nos suele pasar) y mecanizamos el proceso sin apenas prestarle atención.
¿Cuál es el mejor sacacorchos eléctrico?
Si eres un wine lover y te gusta poder llevar todo el proceso de descorche con comodidad, sin duda, un sacacorchos eléctrico puede ser una buena inversión. Ahora bien, antes de hacerte con uno u otro, tendrás que decidir qué tipo de inversión quieres hacer y qué uso vas a darle. Si lo que buscas es algo muy práctico, nuestra elección sería el sacacorchos eléctrico de Arcos. Si quieres algo muy sofisticado que tener siempre a mano con tus invitados, deberías elegir el de Peugot, bastante menos económico. Y si quieres quedarte en un punto medio, sin importante tanto el diseño, sin duda, el primero que te presentamos: Flauno.
Características analizadas en cada uno de los sacacorchos
Ante la amplia gama de modelos que existen, casi todos ellos diseñados con materiales bastante resistentes, nos hemos querido fijar en los siguientes puntos:
- Material, tamaño y ergonomía, porque buscamos, no solo la durabilidad, sino la ligereza, muy importante para su uso en la mesa.
- Sostenibilidad, ya que, para darles una gran autonomía y comodidad de uso, funcionan o bien con pilas o bien con baterías recargables.
- Incorporación de luces LED o partes translúcidas. Más que un punto estético, nos ayuda a conocer cuándo está activo el sacacorchos y cómo realiza el proceso de extracción del corcho.
- Accesorios que incluye, pues muchos de ellos vienen, por ejemplo, con tapones para almacenar el vino al vacío después de abierto u otros detalles que nos ayudan a conservarlo en buen estado.
- Y, por último, el diseño, porque a los amantes del vino nos gusta que todo el proceso sea bonito.
Comparativa de los mejores sacacorchos eléctricos
¿Qué tener en cuenta a la hora de comprar un sacacorchos eléctrico?
A la hora de comprar un sacacorchos, es importante tener en cuenta dos cosas: el uso que vamos a darle y las características que nos gustaría que tuviese. Es decir, no es lo mismo saber que vamos a darle mucho uso en la cocina y a diario, que buscar algo de mucho mejor diseño que presentar en una mesa de invitados. Además, debes decidir si quieres hacer una buena inversión o un poco menos, pero que tenga una relación calidad-precio aceptable. Partiendo de estas premisas, deberás fijarte:
- El tiempo de extracción del tapón y el proceso para hacerlo, con un sencillo botón o con un mayor número de pasos.
- Si utiliza pilas o baterías recargables.
- El peso y el tamaño, además de saber si ocupa mucho o poco espacio.
- Su estética y diseño.
Tipos de sacacorchos
Además del sacacorchos eléctrico, hay muchos tipos de sacacorchos que, dependiendo de las preferencias de cada uno y, de nuevo, del uso que vaya a dársele, será más o menos recomendable. Entre ellos, están:
- De dos tiempos, que es el más común en el sector de la hostelería, muy sencillo y fácil de usar. Se llama así porque el proceso de apertura se realiza en dos tiempos: apoyar el sacacorchos en el tapón y tirar. Puede ser algo complicado de usar.
- De dos alas, de uso generalizado y sencillo. Para extraer el tapón, requiere un apoyo y no es necesaria mucha fuerza, pero ocupa más espacio.
- En forma de T, el más sencillo de todos, pero también el más complicado, porque requiere mucha fuerza y habilidad. El tapón sale a pulso.
- De rosca, que podría incluirse junto al sacacorchos de dos alas, pero que no necesita, en realidad, tener ese diseño. Además, suele ser más caro y el corcho se extrae dándole vueltas.
- De láminas, está muy enfocado al mundo del vino y a sus expertos, por lo que no suele dañar el tapón. Ni es barato ni es sencillo de utilizar, sino que es bastante aparatoso.
- De aire comprimido, sencillo de usar y que funciona a través de una aguja que inyecta aire comprimido en el interior de la botella para conseguir que el corcho salga. Requiere también cierta inversión.